15 Dic

El Reinado de Isabel II: La Década Moderada y la Consolidación del Liberalismo Conservador

La Coronación de Isabel II y el Ascenso de los Moderados

Isabel II fue coronada reina de España con tan solo trece años de edad, mientras su madre, María Cristina, se encontraba en el exilio, rodeada de escándalos económicos y denostada por su matrimonio morganático (entre un cónyuge de ascendencia real y otro de linaje inferior, suponía la pérdida de derechos a la Corona de ellos o de sus descendientes).

La Década Moderada (1844-1854)

– Los moderados, dirigidos por Narváez, llegaron al poder mediante el levantamiento contra Espartero.

– La inestabilidad se convirtió en el rasgo característico del nuevo período.

– El 1 de mayo de 1844 se puso al frente del Gobierno el partido moderado bajo la dirección del general Narváez, en cuyo equipo destacaban: Martínez de la Rosa, Bravo Murillo, etc.

– Los moderados reorganizaron los ayuntamientos y las diputaciones bajo la dirección de personas nombradas por el Gobierno. La Corona designó a los alcaldes y tenientes de alcalde de las capitales de provincia.

– En octubre de 1846, Isabel II se casó con don Francisco de Asís. El matrimonio de la reina, producto de la acción diplomática de Francia y el Reino Unido, provocó un sinfín de escándalos en torno a la vida privada de los dos cónyuges.

– La falta de perspectivas electorales de los progresistas dio origen al programa de los demócratas. Los puntos fundamentales del manifiesto demócrata eran: declaración de derechos, libertad de conciencia y sufragio universal.

– Hubo clima revolucionario europeo y el Reino Unido buscaba cambios en la estructura arancelaria española.

Narváez hizo aprobar en las Cortes una ley que le permitía suspender las garantías constitucionales y disolver las Cámaras. Con la ley aprobada, se enfrentó a sublevaciones en Madrid, Barcelona, Levante y Andalucía, que se resolvieron con numerosas ejecuciones y juicios de carácter sumarísimo.

– Los progresistas sufrieron una escisión por su izquierda que fue el origen del partido demócrata en 1849.

Isabel II y el Carlismo

– Se dio la segunda guerra carlista (1846-1849), la cual estuvo precedida por una grave crisis agraria y del frustrado acuerdo de matrimonio de la reina con Carlos Luis de Borbón, hijo de Carlos María Isidro y pretendiente al trono con el nombre de Carlos VI.

– La guerra se inició con el levantamiento en Lleida a finales de 1846 de un sector del ejército partidario de Carlos VI. Los insurrectos emplearon la guerra de guerrillas, por lo que el ejército isabelino pudo concentrar un ejército numeroso.

– El fracaso de la sublevación en el resto del territorio español propició el fin del conflicto, aunque con posterioridad tuvieron lugar levantamientos frustrados, los cuales determinaron la abdicación de Carlos VI en su hermano Juan III.

La Constitución de 1845

La nueva Constitución de 1845 impuso la ideología, las instituciones y el orden de los moderados. En el preámbulo se sustituyó la soberanía nacional por la soberanía compartida (rey-Cortes), plasmación de las tesis doctrinarias.

  • Sistema de representación. Se establece una doble Cámara de representación:
    • El Congreso de los Diputados. Se elige, mediante sufragio censitario, por los ciudadanos varones mayores de veinticinco años y con cierto nivel de renta. El rey nombra al presidente de la Cámara.
    • El Senado. Los senadores eran elegidos por la Corona con carácter vitalicio. Estaban limitados por edad, dinero y nivel social. El Senado se podía transformar en Cámara de justicia.
  • Rey. Tenía iniciativa legislativa y nombraba al jefe de Gobierno y a una parte del Senado.
  • Administración local. Alcaldes nombrados por la Corona.
  • Milicia Nacional. Sustituida por la Guardia Civil.
  • Relaciones Iglesia-Estado. La religión católica era la oficial.
  • Imprenta. Libertad de imprenta.

La Constitución de 1845 sirvió de modelo para artículos de la Constitución de 1876.

El Concordato con la Santa Sede

– La desamortización decretada por Mendizábal había creado tensión entre el Estado español y la Santa Sede.

– Las relaciones se normalizaron con la llegada de los moderados al poder, con el freno en las medidas desamortizadoras y con el cambio de la consideración de la religión católica en la Constitución.

– El Concordato de 1851 constituyó la base jurídica de las relaciones entre España y el Vaticano. Se estableció la formación de los sacerdotes; confirmó como único matrimonio válido el celebrado en el seno de la Iglesia católica; garantizó el mantenimiento del culto y el pago a los ministros de la Iglesia por parte del Estado.

– El Concordato supuso el reconocimiento del carácter confesional del Estado español, con la prohibición de otros cultos y el compromiso de la Iglesia para no recuperar los bienes desamortizados.

Reformas Administrativas y Fiscales

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