06 Jun
El Renacimiento
Tiene un marcado carácter idealizado. Son recurrentes motivos como la belleza en la mujer, de piel blanca y labios rojos, o la naturaleza idílica. La prosa renacentista tendrá un marcado carácter idealizado. Este embellecimiento se ve reflejado en otros temas de esta etapa como el amor y la mitología.
Contexto histórico y cultural
En esta época se produce un cambio radical en la forma de entender el mundo y el conocimiento y se consolidan cambios sociales que ya se iniciaron al final de la Edad Media. Dos de las causas de la expansión cultural son: la invención de la imprenta y los grandes descubrimientos de la época, otra causa fue la religión. Otros cambios fueron:
- Auge de la burguesía: el crecimiento de la actividad comercial lleva a la burguesía a ser una clase social muy poderosa, formada principalmente por comerciantes adinerados para los que prima el individualismo y el esfuerzo personal por encima del linaje.
- Expansión geográfica: la expansión por Europa y América propicia el interés por el género histórico.
- Aprecio al pasado grecolatino: en este periodo se recuperan, estudian y traducen a las lenguas vulgares documentos clásicos escritos en griego y latín.
- Valoración del concepto “gentil-hombre”: se impone el ideal del individuo culto, que reúne amplios conocimientos sobre saberes diferentes.
- Importancia de la ciencia y razón: se piensa que la razón y la ciencia deben explicarlo todo, se impone una actitud crítica frente al dogmatismo medieval.
- Antropocentrismo: En el Renacimiento se produce el paso desde una sociedad y cultura teocéntricas hacia una sociedad antropocéntrica, donde el hombre será considerado el centro del universo.
Características del Renacimiento
- Humanismo: El humanismo pretende una formación íntegra del individuo en todos los aspectos y que tiene su origen en el conocimiento de las obras y autores grecolatinos. El humanismo aspiraba a restaurar todas las disciplinas que ayudaran a un mejor conocimiento y comprensión.
- Artes liberales: se valoran todos los saberes a los que debía acceder el ser humano libre frente al dogmatismo cerrado de la teología.
- Optimismo: Se desarrolla una visión optimista de la existencia, que supuso la suspensión del pesimismo medieval. En el Renacimiento se instaura la doctrina filosófica de epicureísmo, que busca la felicidad a través del disfrute de los placeres, se manifiesta en tópicos como el carpe diem.
- Neoplatonismo: La corriente filosófica más importante en esta etapa será el neoplatonismo, según este pensamiento, los únicos vestigios que quedan en la tierra del mundo perfecto de las ideas son la naturaleza, el arte y la mujer.
- Cambios religiosos: El humanismo supone un cambio en la concepción del mundo, nacieron intentos de reforma como el erasmismo, que proponía una vuelta al cristianismo primitivo y una religiosidad interior. Se tenía constancia de la existencia de abusos por parte de papas y obispos. Más tarde, surge el luteranismo que acabará con la división de los cristianos en católicos, que reconocen la autoridad del papa y mantienen una organización única, y protestantes, que rechazaban la figura del papa y de la Virgen María. Como reacción a la Reforma, la iglesia católica lleva a cabo una Contrarreforma que pretende reafirmar la autoridad papal y los siete sacramentos.
El estilo renacentista
Juan de Valdés afirmó lo siguiente: “el estilo que tengo me es natural, y sin afectación ninguna escribo como hablo”. Esta declaración se toma como paradigma del estilo en la primera mitad de siglo, periodo que se denomina primer Renacimiento.
Fray Luis de León piensa que “el bien hablar no es común”, esta opción estilística, donde no se rechaza lo natural, sirve de modelo a lo que se ha dado a llamar segundo Renacimiento. La lengua literaria del Renacimiento se caracteriza por el equilibrio entre fondo y forma. La serenidad con que se abordan los temas y el optimismo en la visión de mundo se corresponden con una lengua brillante, pero sencilla y natural.
Etapas del Renacimiento en España
En España, el Renacimiento se divide en dos etapas.
- Primer Renacimiento: España recibe influencias de la literatura extranjera, sobre todo de Italia (Garcilaso de la Vega como principal representante)
- Segundo Renacimiento: España se cierra a influencias del exterior y desarrolla poderosamente una literatura de tipo religioso, la ascética y la mística.
La poesía renacentista
En la literatura del Renacimiento se toma como modelo al poeta italiano Francesco Petrarca y su Cancionero, una nueva forma de expresarse a través de una poesía lírica que muestra una sensibilidad extrema y donde se habla del amor y los sentimientos del poeta. Se incorporan estrofas nuevas que usan el endecasílabo solo o en alternancia con el heptasílabo. Destacan tres poetas: Garcilaso de la Vega, fray Luis de León y san Juan de la Cruz.
Garcilaso de la Vega
Es el padre de nuestra poesía moderna. Representa el ideal caballero renacentista, ya que fue hombre de armas y letras. Sus repetidas estancias en Italia fueron determinantes para la aclimatación de la poesía petrarquista en España. Estuvo enamorado de Isabel Freire, una dama portuguesa de la corte de la reina que será la figura principal de su mejor poesía amorosa. Se trata de un amor no correspondido, ya que Isabel se casó con otro hombre y murió joven. Aunque su obra es muy breve, la producción se divide en tres etapas:
- A la primera etapa corresponden las canciones primera y segunda. Se observa una asimilación del cancionero tradicional y del prerrenacimiento.
- En la segunda etapa, Garcilaso asimila el clasicismo. La obra que marca el cambio es la Canción III, en la que domina un tono resignado y armonioso.
- La tercera etapa, claramente petrarquista, está marcada por la muerte de Isabel Freire. Es el momento más fecundo y equilibrado y en el que el arte de Garcilaso llega a su plenitud. A este periodo corresponden la Canción V, algunos sonetos y las tres églogas.
Destacan las églogas I y III, que son diálogos líricos de amor entre pastores en el marco de una naturaleza idealizada:
- Égloga I (en estancias) presenta a Salicio, que se queja del desprecio de su amada Galatea, y a Nemoroso, que llora la muerte de Elisa. Ambos pastores representan al autor en dos momentos de su vida.
- Égloga III (en octavas reales) transcurre en un paisaje idealizado (locus amoenus) a orillas del Tajo, de donde surgen cuatro ninfas que tejen tapices con motivos mitológicos de amores desdichados. La cuarta teje la historia de Nemoroso, que esconde la propia historia del poeta. La Canción V es conocida como “Oda a la flor de Gnido”. Su primer verso ha dado nombre a la estrofa utilizada en ella por primera vez en castellano: la lira.
El estilo de Garcilaso se caracteriza por la naturalidad, musicalidad y armonía, junto al empleo de figuras como epítetos, metáforas, antítesis y paralelismos. Una de las notas más destacables en este poeta es la adjetivación. En los temas es frecuente el uso de la mitología y de tópicos literarios, aunque el tema más recurrente de su poesía es el amor. Cantará a su amada en versos apasionados antes de que esta muriera y en versos muy sentidos y llenos de madurez después de su muerte.
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