16 Jun
El Segundo Sexo de Simone de Beauvoir: Un Análisis de la Condición Femenina
Introducción
**Simone de Beauvoir**, filósofa francesa, publicó en 1949 su obra maestra, El Segundo Sexo, un análisis profundo de la condición femenina. Este trabajo se convirtió en un texto fundamental del feminismo y sigue siendo relevante hoy en día.
La Construcción Social de la Mujer
Beauvoir argumenta que la categoría de»muje» no es natural, sino una construcción social. La sociedad ha creado un conjunto de normas y expectativas que definen lo que significa ser mujer, relegándola a una posición de inferioridad y dependencia respecto al hombre.
El Método Regresivo-Progresivo
Beauvoir utiliza un método regresivo-progresivo para analizar la condición femenina. La primera perspectiva, regresiva y analítica, examina cómo se ha formado la feminidad a lo largo de la historia. La segunda perspectiva, sintética y progresiva, se centra en las experiencias concretas de las mujeres y busca formas de superar la opresión.
La Opresión de la Mujer
Beauvoir identifica varios factores que contribuyen a la opresión de la mujer:
* Factores biológicos: Las diferencias biológicas entre hombres y mujeres se han utilizado para justificar la desigualdad. * Factores culturales: La socialización desde la infancia, el erotismo y el patriarcado refuerzan la idea de la mujer como»el otr». * Factores económicos: La división del trabajo ha relegado a las mujeres a tareas domésticas y de cuidado, limitando sus oportunidades económicas.
Hacia la Liberación
Beauvoir cree que la liberación de las mujeres es posible. Aboga por:
* Educación y oportunidades: Las mujeres deben tener acceso a la educación y a oportunidades laborales para desarrollar su potencial. * Cambios sociales: La sociedad debe cambiar sus normas y expectativas sobre las mujeres, valorando su autonomía y sus contribuciones. * Solidaridad femenina: Las mujeres deben unirse para apoyarse mutuamente y desafiar la opresión.
Conclusión
de el segundo sexo, podría haber sido de otra forma.
En el primer capítulo del segundo sexo, Simón de beauvoir, rechaza con Rotundidad que la presión está justificada por características biológicas o naturales, o Por la servidumbre de la reproducción o maternidad. En este Capítulo beauvoir Analiza el mecanismo reproductivo de muchas especies de animales, comparandolas con las del hombre con el objetivo que la naturaleza biológica no justifica la discriminación cultural que sufre la mujer. Por tanto, ser mujer no implica tener hijos ni ser esclava del varón. Denuncia así el carácter ideológico de mantener la subordinación de la mujer. Para Simón, el cuerpo no es una cosa, es una situación, es una forma de comprender el mundo de los proyectos. Por lo tanto, el cuerpo humano, siempre el cuerpo vivido, es decir, se encuentra envuelto de los valores que les confiere cada Individuo. Y cada individuo se encuentra en un contexto ontológico, económico, social y psicológico. Para el existencialismo ser puramente inmanentes puede venir de dos situaciones, el consentimiento por el propio sujeto o por la situación infringida. Se puede afirmar que el factor cultural es decisivo en el análisis de la causa de la opresión de la mujer y conocer es el primer paso para prevenir esa presión. Simón destaca los factores biológicos en las primeras diferencias entre los sexos, las mujeres, debido a sus largos periodos de gestación y crianza, quedaban exentas de las tareas de caza y defensas, asumidas por los hombres. En estos actos, los hombres arriesgaban sus vidas y trascendía la mera supervivencia animal, por ello se consideran tareas de mayor prestigio. De esta manera, el El detonante de la desigualdad en la debilidad biológica de la mujer En ciertas situaciones de supervivencia, pero este dato no explica por sí solo la desigualdad, es la actitud del hombre al relegar a la mujer a las tareas domésticas, infravalorar, la maternidad y dar más valor a los actos de Arriesgar la vida, la que devalúa y condena a las mujeres a la eternidad. De esta forma se llega a considerar que las tareas propias de la humanidad son las relacionadas por los hombres, trascender la vida animal. El hombre es el héroe, es el que asume como sujeto único. La mujer es lo otro, lo distinto, lo que ha de ser definido por su diferencia con los valores absolutos que son son los del hombre. Los hombres afirman como sujeto que libremente construyen su personalidad, y las mujeres son relegadas a la condición de otras, es decir, aquellas a las que los hombres, los sujetos, les han adjudicado la condición de servirles. Otro factor cultural, que Analiza Simone es el proceso de socialización de las mujeres, la intervención cultural desde la infancia, señalando que es también causa de abismo que posteriormente separa a hembras y varones. Niños y niñas. Comienzan un desarrollo en interacción social. La niña aparece engañosamente como privilegiada, se la mima. El niño comprende que para él hay “ De signos más importantes” que los que se plantean para las niñas. Es importante recalcar que el concepto de la alteridad de la mujer también se encuentra presente en el desarrollo del erotismo, el adolescencia, marcando de manera diferente por el contexto social para los chicos y chicas; Mientras que los chicos se potencian las actuaciones y la iniciativa en las chicas, destaca la posibilidad y la dependencia.
Simone de Beauvoir fue una filósofa, nacida en París, que a raíz de la agenda de la tercera ola del feminismo, que busca el cumplimiento real tanto de los derechos civiles como de los derechos sexuales y reproductivos de la mujer, y de la insuficiencia de la teoría psicoanalista de Freud y la del materialismo histórico de Marx, publicó una obra feminista que busca que las mujeres puedan dejar de ser vistas como inferiores, El Segundo Sexo. Simone de Beauvoiren su obra El Segundo Sexo, con el objetivo de realizar un análisis de la condición femenina, utiliza un método propio: el método regresivo-progresivo. Este método se compone de dos perspectivas que aunque son distintas, son complementarias y necesarias. Por un lado, la primera perspectiva, que es analítica y regresiva. Por otro lado, la segunda perspectiva, que es sintética y progresiva. La primera perspectiva se corresponde con el primer volumen de su obra El Segundo Sexo. La parte regresiva del método busca estudiar la feminidad, cómo esta se ha formado, cómo ha evolucionado a lo largo del tiempo y qué discursos han favorecido su consolidación. La filosofa con la palabra feminidad hace referencia a la construcción social a la que hemos decidido llamar mujer, con una posición y rol determinado en la sociedad. Simone de Beauvoir señala la falta de igualdad y simetría entre la feminidad y la masculinidad, ya que lo masculino es visto tradicionalmente como el Sujeto y la femenino como la ausencia de algunas cualidades que si que se engloban dentro de la masculinidad. Esta posición de Sujeto para el hombre y de sumisión para la, mujer, lleva a Beauvoir a estudiar la opresión de las mujeres desde fuera, desde la exterioridad. En la primera perspectiva, se puede afirmar que esta es tanto regresiva como analítica. Por una parte es regresiva, ya que es importante conocer que circunstancias se dieron en el pasado para que se formara esta situación. Por otra parte es analítica, ya que cómo ha evolucionado a lo largo del tiempo y como se ha consolidado solo se comprende por la mezcla de elementos distintos, pero que la mantienen y justifican. El primer volumen de la obra El Segundo Sexo, en el cual se encuentra la primera perspectiva, se divide en tres partes. En la primera, Destino, se expone cómo tres discursos distintos (desde el punto de vista biológico, psicológico y económico) son usados para imponer un destino a la mujer y anular su libertad. En la segunda, Historia, se buscan las causas de la situación de inferioridad de la mujer. En la tercera, Mitos, se analizan los mitos creados por los hombres a partir de los cuales se establece el patriarcado. La segunda perspectiva se corresponde con el segundo volumen de su obra. La parte progresiva del método pone el foco en las experiencias concretas de las mujeres, es decir, se centra en la opresión de las mujeres desde el propio punto de vista de las mujeres. Es a partir de las experiencias concretas de las mujeres en las distintas etapas de su vida y de los cambios que se han ido produciendo en la sociedad occidental desde el siglo XIX, qué se busca como cambiar la situación en el futuro y, conseguir la liberación de las mujeres. Esto se corresponde con el estudio desde la interioridad Por una parte es progresiva, ya que se muestra cómo las mujeres superan las situaciones de opresión y modifican los condicionamientos produciendo cambios. Por otra parte es sintética, ya que el se muestra como superar la opresión mediante la progresión. El segundo volumen de la obra El Segundo Sexo, en el cual se encuentra la segunda perspectiva, se divide en cuatro partes. En la primera, Formación, se centra en el aprendizaje de la condición de mujer desde la infancia. En la segunda, Situación, se estudian distintas facetas de las mujeres (matrimonio, maternidad, relaciones sociales, prostitución y vejez). En la tercera, Justificaciones, se analizan los mecanismos que utilizan las mujeres para realizarse individualmente y apunta tres casos (narcisista, enamorada y mística). En la cuarta, Hacia la liberación, se señalan los cambios necesarios para la liberación de la mujer.
Simone de Beauvoir fue una filósofa, nacida en París, que a raíz de la agenda de la tercera ola del feminismo, que busca el cumplimiento real tanto de los derechos civiles como de los derechos sexuales y reproductivos de la mujer, y de la insuficiencia de la teoría psicoanalista de Freud y la del materialismo histórico de Marx, publicó una obra feminista que busca que las mujeres puedan dejar de ser vistas como inferiores, El Segundo Sexo. Simone de Beauvoir comienza El Segundo Sexo con la pregunta ¿qué es una mujer? Es esta pregunta la que da lugar a su gran estudio entorno a la categoría de mujer y la que la lleva a problematizar esta categoría. Entendemos problematizar como plantear algo como un problema, pero ¿qué es lo que lleva a Beauvoir a convertir la categoría de mujer en un problema? Durante mucho tiempo la categoría de mujer parecía estar claramente definida, ya que se pensaba que las categorías eran naturales, es decir, se pensaba que por pertenecer a una determinada categoría se le presuponen unas características propias. Sin embargo, cuando buscaba una definición de la categoría de mujer se dio cuenta de que había un uso contradictorio. Por un lado, se usa la palabra mujer para referirse biológicamente a la hembra humana, es decir, al ser humano que tiene útero. Por otro lado, la palabra mujer se usaba con un sentido valorativo, es decir, se usaba para clasificar en una escala a las hembras humanas dependiendo de si son más o menos mujeres. Este uso de la palabra mujer es lo que Beauvoir llama feminidad. La feminidad, también llamada «eterno femenino», fue negada tanto por
autoras contemporáneas como por numerosos ilustrados racionalistas con el objetivo de esquivar el problema sin llegar a enfrentarse a él. Esta actitud es criticada y rechazada por Simone de Beauvoir, ya que,no ayuda a la liberación de las mujeres, que es el principio básico del existencialismo, el ser humano es totalmente libre. Beauvoir afirma que negar los estereotipos, no consigue que el problema del que nacen estos estereotipos desaparezca. Esto lleva a afirmar a Simone de Beauvoir que la feminidad no es una característica natural de la categoría de mujer, sino que es un mito que se ha formado durante muchos años. Por tanto, la definición de categoría de mujer que parte del punto de vista tradicional no es algo natural, sino todo lo contrario, es artificial, es decir, es una construcción social. Esta definición es el resultado de complejo proceso de aprendizaje desde el nacimiento de la mujer en que se sitúa en una posición de inferioridad y dependencia respecto al varón desde su infancia. “No se nace mujer, se llega a serlo” Desde el punto de vista tradicional, la mujer se ha asociado a las funciones que tienen relación con el cuidado (hijos, casa, marido, etc.) y se la ha desligado de aquellas de fuera de este ámbito han utilizado una see de caracterísicas que forma el eterno masculino (auteno a, racionalidad, valentía, etc.) v el «eterno femenino» o feminidad (sensibilidad, irracionalidad, debilidad, etc.). Es por esto por lo que cuando Beauvoir utiliza la palabra mujer en su obra, no hace referencia a la hembra humana, sino a la construcción social a la que hemos decido llamar mujer, con una posición y rol determinado en la sociedad. Es a partir de esto que Beauvoir se plantea numerosas preguntas que dan lugar a su obra El Segundo Sexo.
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