26 Oct
Introducción
Las primeras representaciones antropomórficas del arte rupestre ya indican una cierta conciencia de la condición de la vida humana. De las religiones orientales llega a Occidente una visión dualista del ser humano, que influirá en nuestra evolución cultural.
Dos enfoques sobre el ser humano:
- Teórico: señala la extraordinaria intuición acerca de la evolución de las especies ofrecida por Anaximandro.
- Práctico: se deben recordar los versos áureos de Pitágoras y aforismos de Heráclito.
La reflexión teórica se denomina Periodo antropológico y tiene dos consideraciones:
- Sócrates define de modo objetivo lo humano y algunas de sus preocupaciones éticas.
- Posición subjetivista de los sofistas (Protágoras) para quien «el hombre es la medida de todas las cosas»
Dos interpretaciones acerca del ser humano:
- Naturaleza: los presocráticos tendían a concebir al hombre en función del cosmos, mientras los sofistas y Sócrates tendían a concebir el cosmos en función del hombre.
- Asuntos humanos: el modo de vida de los filósofos presocráticos habla acerca de su preocupación por definir las claves del ser y del deber-ser humano.
1.2 Desarrollo histórico de la pregunta por el hombre
Existen cinco tradiciones culturales distintas:
1. Tradición oriental
Se instala una concepción dualista en el acervo intelectual de Occidente. El hombre se caracteriza por contar con un elemento sobrenatural: el alma inmortal.
2. Tradición griega
El ser humano se diferencia del resto de los animales por su logos. Destaca su carácter naturalmente social a través del lenguaje. Emerge una perspectiva que intenta estudiar al ser humano desde la ciencia, analizándolo como un objeto más dentro de la realidad total de la naturaleza.
3. Tradición judeo-cristiana
El ser humano es una criatura de Dios. Se insiste en el carácter dualista del ser humano, se destaca el aspecto individual de esa trascendencia. Así, el ser humano está subordinado a la divinidad.
4. Tradición humanista
Se intenta ofrecer una respuesta más amplia que la estricta explicación científica para el misterio del ser humano.
5. Tradición positivista
Se observa al ser humano como un ser más dentro del conjunto de la naturaleza que se debe explicar desde un punto de vista exclusivamente científico.
2. El ser humano como ser «intermedio». De Platón a Tomás de Aquino
El ser humano se sitúa entre lo divino y lo animal. Está compuesto por dos realidades: el soplo divino del alma y la pesada carga del cuerpo material. Se considera que el cuerpo está o debe estar subordinado al alma que es incorpórea e inmortal.
2.1 El dualismo platónico
El objetivo de Platón es llegar a una definición objetiva y universal, desde el plano de la physis. Los sofistas decían que no existe nada absoluto, todo es cambio, variación y convención. Platón ideó un sistema dualista que se basa en dos mundos: uno lo conocemos a través de los sentidos y es sensible y variable; el otro lo captamos a través de la razón y es inteligible e inmutable.
Platón ejemplificó el dualismo a través de tres mitos: el del carro alado, el de la caverna y el mito de Er. En ellos se explica cómo el ser humano es un ser compuesto por dos realidades antagónicas: el cuerpo y el alma. El cuerpo es una realidad perecedera y el alma inmortal.
2.2 El finalismo y la sociabilidad aristotélicos
La teoría aristotélica arranca de una perspectiva naturalista. Piensa que alma y cuerpo no son entidades separables, sino elementos indisolubles. Para Aristóteles, el alma es la forma del cuerpo, su actualización, es decir, un principio de vida.
Distingue distintos tipos de alma: un alma vegetativa, sensitiva o animal y un alma racional o humana. Para Aristóteles, el cenit de la vida plenamente humana está en el conocimiento contemplativo de la realidad. Explica que la natural sociabilidad humana se asienta en su naturaleza racional, dialógica y ética. Afirma que existe algo «inmortal y eterno» en los hombres.
2.3 El individualismo de las filosofías helenísticas
En la base están cuatro hechos históricos fundamentales:
- La debacle del modelo político ateniense
- El fugaz imperio macedonio
- El renovado contacto con las tradiciones culturales de Oriente
- La revalorización teórica del atomismo
Cabe destacar dos posiciones:
- Epicureísmo: El ser humano debe buscar su felicidad y su realización en el placer que es la ausencia de dolor. Hay cuatro preceptos para alcanzar una vida feliz:
- No temer a los dioses
- No temer a la muerte
- Recordar la brevedad del dolor y del placer
- Considerar que el bienestar es fácilmente alcanzable a través del poder de autosugestión de la mente
- Estoicismo: Tenemos que despojarnos de todo lo convencional, de esta forma, seremos ciudadanos cosmopolitas.
Ambas tendencias defienden el valor intrínseco del individuo y la búsqueda de la paz interior.
Agustín de Hipona
Recoge la tradición griega y la reformula bajo el enfoque de la revelación cristiana. Surge la filosofía medieval. El ser humano se entiende como persona y se identifica en el ser humano dos dimensiones: el hombre exterior y el hombre interior. El hombre se constituye como ser digno de sí mismo definido por el entendimiento.
Tomás de Aquino
- Para él, la finalidad del ser humano será la visión beatífica de Dios.
- El destino humano está marcado por su alma incorruptible e inmortal, que será sometida a un Juicio Final. El ser humano será objeto de una valoración ética para decidir sobre su destino en la verdadera vida, es decir, la vida después de la muerte.
3. El ser humano como «centro». Del Renacimiento a Kant
El Renacimiento se refleja en una nueva concepción del ser humano.
3.1 El Renacimiento
Supone una revolución cultural. Algunos de sus aspectos son:
- Ámbito económico: Se ponen los primeros cimientos del capitalismo.
- Ámbito científico: Contar, pesar y medir serán las nuevas consignas de la época que llegarán al mundo del conocimiento científico de la realidad.
- Ámbito social: Los campesinos se desvinculan del feudo y se dirigen a las ciudades. Esto da lugar a los movimientos migratorios modernos.
- Ámbito técnico: Responde a las nuevas necesidades de movilidad geográfica. El invento que revolucionará el mundo del conocimiento será la imprenta de Gutenberg.
- Ámbito religioso-político: Aparecen las doctrinas de los reformistas Lutero y Calvino.
Como consecuencia de todas estas transformaciones, emergerá una nueva concepción del ser humano.
- Visión más amplia del Planeta: Se pasa al conocimiento y al interés de nuevas tierras.
- Visión más amplia del Universo: Se intuye un Universo vasto, ilimitado, infinito y dinámico.
- Visión más amplia de la percepción de la vida desde el arte.
- Visión más amplia del ser humano: El ser humano se admira de sí mismo y en ese proceso de autoconciencia de sí, se sitúa como principio y como centro.
3.2 El ser humano en la filosofía moderna
La preocupación fundamental es el problema del origen, de los límites y de los criterios de validez del conocimiento. Destacan tres momentos cruciales:
- Descartes: Se preocupa por el ser humano como agente de conocimiento.
- Hume: Supone el asiento definitivo de una perspectiva antropocéntrica.
- Kant: La filosofía kantiana desembocará en la prioridad ética a la hora de definir al ser humano.
Autoconciencia y mecanicismo en Descartes
Publica una obra que tiene como objetivo determinar un método para determinar la validez de nuestras ideas, creencias y opiniones. El ser humano se define por un proceso de introspección intelectual. Según Descartes, nuestro cuerpo se mueve mecánicamente. En este punto surge un conflicto: desde el plano de la introspección, el ser humano se define como res cogitans o sustancia pensante. Ideó la hipótesis de que en la glándula pineal se realizaba esa conexión entre alma y cuerpo.
El ser humano, punto de partida y límite: Hume
Se asienta una visión definitivamente antropocéntrica. Hume usará el método introspectivo, el análisis en primera persona, intentará «aplicar el método experimental de razonamiento a los asuntos morales».
- Desde un enfoque y punto de partida antropocéntrico, tendremos posibilidad de explicar legítimamente el conjunto de la realidad.
- No podemos probar la existencia de esa realidad denominada «alma». Sería tan sólo una especie de imagen pictórica para referirse a la grandeza del ser humano.
- El ser humano se explica a partir del estudio de sus operaciones mentales y de sus realizaciones prácticas, sociales y estéticas.
- La función de la razón consiste en descubrir los fines que nos resultan apetecibles y los medios para alcanzarlos. La razón es el instrumento de la pasión y el deseo.
Las pautas de convivencia de las sociedades humanas derivan de las pasiones. Las claves para entender al ser humano desembocan en el establecimiento de su condición sentimental y afectiva. A ello se le suma su carácter social.
El ser humano en el reino del deber moral en Kant
Kant considera que el carácter fundamentalmente racional de la propia condición de los seres humanos nos obliga a actuar por los dictados del deber moral. Este aspecto supone reconocer la igual dignidad de todos los seres humanos. Kant es consciente de que cualquier pregunta nos conduce a la pregunta acerca de la definición del ser humano. El ser humano se convertirá en un problema filosófico especialmente por su condición moral.
4. El ser humano como problema. La filosofía contemporánea
4.1 Claves de la concepción del ser humano
Existen dos factores para la imagen del ser humano:
- Avance científico-tecnológico: Con la teoría darwinista se demuestra que el ser humano puede convertirse, a través de la ingeniería genética, en un ser artificial.
- Condiciones económicas, sociales y culturales: El movimiento generalizado de globalización propicia una clara tendencia hacia la uniformización cultural.
El ser humano se ve a sí mismo como un ser más integrado dentro de la naturaleza. Este proceso ha representado un gran avance intelectual y ético que ha costado siglos de lucha teórica y social.
4.2 Las distintas respuestas contemporáneas
Darwin, Marx, Nietzsche enmarcarán el triple enfoque del ser humano:
Desde la perspectiva biológica
Se rompen dos principios básicos de la explicación trascendentalista o religiosa. En primer lugar, la especie humana no ha aparecido en la Tierra espontáneamente o por mediación de una divinidad, es fruto de la evolución de especies animales anteriores. Algunos defensores de la perspectiva religiosa han intentado cuestionar la solidez científica de la teoría darwinista. La teoría de Darwin fue mejorada por dos desarrollos posteriores:
- Por la explicación genética
- Por los cambios culturales
Desde la perspectiva sociológica
Marx atribuye la sociabilidad a la necesidad común para transformar la naturaleza a través del trabajo y asegurar así la supervivencia.
El trabajo se convierte en el factor constitutivo de la sociedad y de la naturaleza humana. La forma de organización de los modos de trabajo y de las relaciones laborales determina la forma de organización social.
En conclusión, nuestra conciencia individual es consecuencia «de las condiciones materiales de la existencia».
Desde la perspectiva psicológica
Desde la perspectiva de Nietzsche, solo trayendo de nuevo a la escena filosófica la idea de hombre como ser intermedio, pero con un sentido absolutamente terrenal, podremos considerarnos verdaderamente humanos. El superhombre supera las condiciones sociales y las ataduras del sentimiento de culpa: el sentido de la vida.
Desde la perspectiva antropológico-social
Ortega y Gasset proclama que el hombre no tiene naturaleza, lo que tiene es historia. Desde el existencialismo se defiende una antropología ética comprometida con uno mismo y con la sociedad. Para Sartre, el ser humano es conciencia y libertad. Esa conciencia es el conocimiento de la existencia: sé que existo, luego pienso. Según Sartre, el hombre está condenado a ser libre porque la libertad duele, cansa y angustia.
4.3 Desde la reciente biotecnología
El análisis de Jonás parte de dos consideraciones:
- La ciencia y la técnica han invertido las relaciones entre hombre y mundo. Para los antiguos, la potencia humana era limitada, mientras que el mundo, en cambio, era infinito.
- Las generaciones actuales tienen la obligación moral de hacer posibles la continuidad de la vida y la supervivencia de las generaciones futuras.
Jonás plantea mantener un mundo habitable y un mundo humano.
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