24 Dic

El Sexenio Revolucionario: Un Periodo de Reformas y Conflictos (1868-1874)

Introducción

El Sexenio Revolucionario (1868-1874) representa un periodo crucial en la historia de España del siglo XIX. La Revolución de 1868, también conocida como La Gloriosa, puso fin al reinado de Isabel II y abrió un periodo de esperanzas que, sin embargo, se vieron frustradas. La Constitución de 1869, de carácter progresista, pero excluyente, estableció una monarquía constitucional. Amadeo de Saboya, un rey con ideales democráticos, abdicó tras solo dos años de reinado. La Primera República, proclamada posteriormente, no logró consolidarse debido a los conflictos internos. Finalmente, en 1874, el golpe de Estado del general Pavía dio paso a una dictadura, que terminó con el pronunciamiento del general Martínez Campos, restaurando la dinastía de los Borbones en el trono español.

La Revolución Gloriosa y el Fin del Reinado de Isabel II

El Sexenio Revolucionario surge como consecuencia del destronamiento de Isabel II, marcando un intento de implementar profundas reformas sociales y políticas. Este periodo, caracterizado por su inestabilidad y caos, se vio afectado por la falta de cooperación entre las diversas fuerzas políticas. Esto condujo a varios fracasos en un contexto de crisis económica, rebeliones y guerras.

La Gloriosa estalló en un ambiente de descontento popular, con manifestaciones y protestas contra los gobiernos moderados que contaban con el apoyo de la reina. Los progresistas criticaban la corrupción y el centralismo del sistema, mientras que los demócratas denunciaban el sufragio censitario. La crisis económica de 1866, provocada por las malas cosechas y la quiebra de numerosas industrias, motivó a los líderes demócratas y progresistas a unir fuerzas. Se reunieron en Ostende, donde aprobaron un plan para derrocar a Isabel II y establecer un régimen democrático con una nueva constitución.

La Revolución Gloriosa comenzó en septiembre de 1868 en Cádiz, con la sublevación contra Isabel II. Se formaron juntas revolucionarias, se organizó la Milicia Nacional y se derrotó al gobierno, obligando a la reina a exiliarse.

El Gobierno Provisional y la Constitución de 1869

El Gobierno Provisional en Madrid, liderado por el general Serrano, convocó elecciones a Cortes Constituyentes mediante sufragio universal masculino. Durante este tiempo, se llevaron a cabo reformas significativas, como la implantación de la libertad de imprenta y la desamortización de bienes eclesiásticos. Las elecciones de 1869 mostraron un claro apoyo a los progresistas, demócratas y unionistas, quienes se encargaron de redactar una nueva constitución para una monarquía constitucional.

Los republicanos, en la oposición, abogaban por la descentralización del Estado y por reformas sociales más profundas. Por otro lado, los carlistas apoyaban las pretensiones al trono de Carlos VII, y los moderados buscaban la restauración de Isabel II.

La Constitución de 1869, inspirada en las de 1812 y 1837, fue la primera constitución democrática de España. Establecía una monarquía constitucional basada en la soberanía nacional y la separación de poderes. El rey, junto con sus ministros, ejercía el poder ejecutivo, mientras que las Cortes, elegidas por sufragio universal masculino, ostentaban el poder legislativo. Además, la constitución incluía una extensa carta de derechos y libertades individuales.

La Monarquía de Amadeo I (1871-1873)

La monarquía de Amadeo I (1871-1873) se inició con la aprobación de la nueva constitución y el nombramiento de Serrano como regente, con el general Prim al frente del Gobierno Provisional. Se inició la búsqueda de un rey, descartando a los Borbones. Se consideraron príncipes de diversos países europeos, pero sus candidaturas fueron descartadas para evitar complicaciones diplomáticas. Finalmente, se eligió al príncipe Amadeo de Saboya, quien había participado en la unificación de Italia y tenía un perfil constitucional.

Sin embargo, su reinado careció de apoyo político, especialmente tras el asesinato de Prim, su principal valedor. La alianza gubernamental se fragmentó, y fuerzas como los moderados y los republicanos se opusieron a su monarquía. En 1872, los carlistas iniciaron la Tercera Guerra Carlista, lo que contribuyó a la inestabilidad política. La crisis económica y las revueltas obreras se agravaron, llevando a Amadeo I a renunciar al trono en febrero de 1873.

La Primera República (1873-1874)

La Primera República (1873-1874) surgió tras el fracaso de las monarquías de Isabel II y Amadeo I. Las Cortes proclamaron la República, aunque con escaso apoyo popular y marcadas divisiones internas. Los republicanos federales buscaban la autonomía para las regiones, mientras que los unitarios preferían una república centralizada.

Estanislao Figueras fue el primer presidente, pero dimitió debido a las disputas internas. Francisco Pi y Margall le sucedió, proclamando la República federal y proponiendo una constitución que dividía España en 17 regiones autónomas. Sin embargo, la constitución no fue aprobada y surgió un movimiento cantonalista, que buscaba la independencia de diversas regiones.

El Fin del Sexenio y la Restauración Borbónica

En enero de 1874, el general Serrano asumió la presidencia como dictador, suspendiendo la constitución y buscando restablecer el orden. Formó un gobierno bajo la dirección de Sagasta, centrado en reprimir las rebeliones y los conflictos. Mientras tanto, Cánovas del Castillo fue ganando apoyo para el príncipe Alfonso a través de la creación de un partido monárquico, aprovechando el descontento general ante el fracaso de los progresistas.

En diciembre de 1874, el general Martínez Campos proclamó a Alfonso XII como rey, iniciando así la Restauración de la monarquía borbónica en España.

Conclusión

El Sexenio Revolucionario fracasó en su intento de reformar profundamente el sistema político español, dando lugar a la restauración de una monarquía que muchos consideraban corrupta e ineficaz. Este periodo, sin embargo, sentó las bases para futuros debates sobre la democracia, el federalismo y los derechos sociales en España.

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