05 Nov

La Guerra de Sucesión y el Ascenso de los Borbones

El siglo XVIII comenzó en España con la incertidumbre de la sucesión al trono tras la muerte de Carlos II, quien no tuvo descendencia.

1. Primera Etapa (1700-1724): Felipe V y la Guerra de Sucesión

Felipe V, nieto de Luis XIV de Francia, hereda la Corona española, iniciando la dinastía Borbón. Esto desencadena la Guerra de Sucesión (1701-1713), un conflicto internacional con dos perspectivas principales:

  • Unión de España y Francia: El ascenso de Felipe V representaba la temida unión de ambas potencias.
  • Modelos de Gobierno: Felipe V representaba el modelo centralista francés, mientras que el Archiduque Carlos de Habsburgo, el otro pretendiente al trono, representaba el modelo foralista.

La guerra termina con la victoria de Felipe V tras las batallas de Almansa, Brihuega y Villaviciosa. Los tratados de paz de Utrecht (1713-1715) benefician a Gran Bretaña, quien obtiene ventajas económicas y comerciales, Gibraltar, Menorca y derechos sobre el comercio con las Indias españolas.

2. Segunda Etapa (1724-1746): Consolidación del Reinado de Felipe V

Tras la muerte de su primera esposa, Felipe V se casa con Isabel de Farnesio, lo que provoca un distanciamiento con Francia. La nueva política exterior se centra en los intereses de Isabel, quien buscaba recuperar territorios italianos para sus hijos. Tras algunos fracasos militares, Felipe V abdica en su hijo Luis I, quien muere meses después, obligando a Felipe V a retomar el trono. Durante esta etapa, se reorganiza la hacienda y se logran avances en Italia. Felipe V muere en 1746.

Carlos III y el Despotismo Ilustrado

Carlos III (1759-1788) llega al trono con una política exterior marcada por la desconfianza hacia Inglaterra. Firma el tercer Pacto de Familia con Francia y se enfrenta a Inglaterra en la Guerra de los Siete Años (1756-1763).

Carlos III es el máximo representante del despotismo ilustrado en España. Impulsa reformas en agricultura, industria, educación y administración. Su lema era «todo para el pueblo, pero sin el pueblo».

Carlos IV y la Crisis del Reformismo

Carlos IV (1788-1808) genera grandes expectativas que no llega a cumplir. Durante su reinado, estalla la Revolución Francesa, ante la cual Carlos IV y su ministro Floridablanca intentan crear un «cordón sanitario».

Manuel Godoy, ministro de Carlos IV, intenta mantener una política de equilibrio entre Francia e Inglaterra, pero la situación internacional se complica con el ascenso de Napoleón Bonaparte. España se ve envuelta en guerras que la llevan al desastre económico y al desprestigio de las instituciones.

En 1807, Fernando, hijo de Carlos IV, conspira contra sus padres, lo que refleja la profunda crisis del reinado.

El Reformismo del Siglo XVIII: Balance y Legado

El reformismo del siglo XVIII en España se caracterizó por:

  • Exaltación de la razón y crítica de la tradición.
  • Reacción de los privilegiados.

Los rasgos más destacados del siglo XVIII español son:

  1. Plano económico: Expansión económica durante el reinado de Carlos III, aumento de la población, desarrollo de la burguesía y persistencia de un mundo rural mayoritario.
  2. Plano político: Auge del despotismo ilustrado, búsqueda de gobiernos fuertes y centralizados.
  3. Plano cultural: Ilustración española con un fuerte componente religioso.

El siglo XVIII en España fue un periodo de luces y sombras, de reformas y crisis, que sentó las bases para las profundas transformaciones que viviría el país en el siglo XIX.

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