01 Oct

El Teatro Español Anterior a la Guerra Civil: Lorca y Valle-Inclán

1.- Situación del Teatro Español Antes de 1936

El teatro sufre una serie de condicionamientos ideológicos, comerciales y estéticos. La mayoría de las salas comerciales de la España de principios de siglo son privadas y, por lo tanto, los empresarios han de tener en cuenta los gustos del público que acude a ellas, en su mayoría un público burgués conservador. Estos condicionamientos provocarán dos líneas teatrales: el teatro que triunfa, conservador y costumbrista, y un teatro innovador, que no triunfa y raras veces será llevado a escena y solo será valorado años después.

2. Teatro Conservador

2.1. La Comedia Burguesa de Jacinto Benavente

Por su fecha de nacimiento, Benavente pertenecería a la generación del 98, de hecho compartió con ellos algunas ideas y en sus primeras obras cuenta con el apoyo de la juventud literaria. Pero el fracaso de público que obtiene le lleva a enfrentarse a la disyuntiva de elegir entre ser un incomprendido y no poner en escena sus obras o alcanzar el éxito. Se distancia de los jóvenes innovadores y se adapta a los gustos del público burgués. Sus dos obras principales son Los intereses creados, Señora ama y La malquerida.

2.2. Teatro Poético

Escrito en verso al estilo del Modernismo con versos sonoros y léxico artificioso y arcaizante mezclado con influencias del teatro del siglo XVII. Sus temas eran de carácter histórico: exaltación de los grandes hechos o personajes del pasado.

2.3. Teatro Cómico

Gran éxito es un tipo de teatro cómico basado casi siempre en la presentación de costumbres y tipos populares e imitación del habla coloquial o dialectal. Destacan Carlos Arniches, con sus sainetes de ambiente castizo, o sus tragedias grotescas donde funde lo cómico y lo patético, como La señorita de Trévelez, y los hermanos Serafín y Joaquín Álvarez Quintero, con sus sainetes de tema andaluz.

3. Teatro Renovador

3.1. Teatro de la Generación del 98

3.1.1. Unamuno

Temas: el sentimiento trágico de la vida, la relación entre la realidad y el sueño, etc. Unamuno no destaca como autor teatral, la única obra que se salva es Fedra (1910).

3.1.2. Azorín

El teatro de Azorín es de carácter simbólico.

3.2. Valle-Inclán

Distinguimos tres etapas en la producción dramática:

  • 1- Ciclo mítico: etapa del primitivismo. Aparece una Galicia mítica en la que sitúa acciones violentas. Los protagonistas son hidalgos arcaicos, mendigos, tarados, marginados, violentos.
    • Comedias bárbaras, trilogía constituida por: Águila de blasón, Romance de lobos, Cara de plata.
    • Divinas palabras, en la que ya aparece cierta deformación esperpéntica.
  • 2- Ciclo de la farsa: caricatura de ambientes y figuras. El espacio escénico es el siglo XVIII versallesco:
    • La marquesa Rosalinda
    • Farsa y licencia de la Reina Castiza
  • 3- Ciclo esperpéntico: El esperpento es un género literario que presenta asuntos graves de manera burlesca con el fin de hacer una crítica. Deforma la realidad y, para ello, se vale de varios recursos: Animalización y cosificación de lo humano y humanización de los animales; uso del lenguaje popular que se cruza constantemente con el culto, etc.
    • Luces de bohemia representa la última noche del poeta ciego Max Estrella quien en compañía de su amigo don Latino de Hispalis recorre la noche madrileña desde la taberna hasta el despacho de un ministro pasando por la cárcel.
    • La trilogía Martes de carnaval:
      • Los cuernos de don Friolera (sátira del tema del honor)
      • Las galas del difunto (visión satírica de don Juan Tenorio)
      • La hija del capitán (ataca a la institución militar y a la complicidad entre las clases adineradas y el poder de Primo de Rivera)

La razón del fracaso de Valle se debe a varias razones: por un lado, rompía formalmente con las reglas del teatro de su tiempo (cambios continuos de decorado, actos sustituidos por escenas, etc.) y, por otro, escandalizaba al público burgués por la crítica de sus costumbres y por el tipo de lenguaje utilizado, a veces con palabras malsonantes.

3.3. El Teatro de la Generación del 27: Federico García Lorca

Los autores del 27 forman un grupo que cultivó principalmente la poesía pero algunos de ellos escribieron también obras teatrales como Salinas o Alberti.

3.3.1. Federico García Lorca

Los temas: el destino trágico, personajes frustrados llevados en muchos casos a la muerte. Algunas de sus protagonistas son mujeres a las que las fuerzas externas ahogan o impiden su realización personal. Sus principales obras son:

  • Farsas: La zapatera prodigiosa y Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín. El tema es el matrimonio de una joven con un viejo por interés.
  • Teatro lírico: Mariana Pineda es un drama histórico sobre la heroína que murió ajusticiada en Granada por bordar una bandera liberal.
  • Teatro surrealista: El público (muy compleja técnicamente, trata el tema de la homosexualidad) y Así que pasen cinco años (las empezó en Nueva York, en 1929).
  • Dramas rurales: La plenitud de su teatro llega con tres obras:
    • Bodas de sangre basada en un hecho real, sobre una novia que se escapa con su amante el mismo día de la boda.
    • Yerma, tragedia de la mujer estéril que ve frustrada su realización personal.
    • La casa de Bernarda Alba. Bernarda impone un luto de ocho años a sus hijas después de la muerte de su marido. Cuando Pepe el Romano se compromete con Angustias, la hija mayor, más rica que las otras por ser la heredera de su primer marido, se desencadena una lucha entre las hermanas que acabará con el suicidio de Adela, la más pequeña, enamorada de Pepe.

La Poesía Española en las Tres Décadas Posteriores a la Guerra Civil: Miguel Hernández, Blas de Otero, Gil de Biedma y Gloria Fuertes

1. Miguel Hernández

Por su edad pertenecería a la generación del 36 pero como tuvo una relación amistosa con los miembros de la generación del 27 y participó en algunas de sus actividades literarias Dámaso Alonso lo llamó “genial epígono” del grupo. Sirve, pues, de puente entre ambas generaciones. Su ansia de saber le lleva a ser autodidacta a través de sus abundantes lecturas y la asistencia en su pueblo natal a una tertulia que encabeza su amigo Ramón Sijé. Se traslada a Madrid y entabla amistad con Pablo Neruda y con autores del 27 como Alberti, Cernuda o Aleixandre. Al estallar la guerra civil, se alista al lado de la República. Se casó durante la contienda y tuvo un hijo. Es encarcelado y morirá tuberculoso en la cárcel. Dentro de su producción poética podemos distinguir cuatro etapas:

  • 1ª- Etapa inicial: Perito en lunas, escrito antes de la guerra, sigue la moda gongorina con metáforas audaces.
  • 2ª- Etapa de plenitud: El rayo que no cesa. Los temas del libro son la vida, el amor y la muerte. La gran composición es el poema Elegía a Ramón Sijé.
  • 3ª- Etapa de la guerra: Viento del pueblo. Aparece la guerra como tema y se inicia una etapa de poesía comprometida en la que el pueblo oprimido es el protagonista.
  • 4ª- Etapa de la cárcel: Cancionero y romancero de ausencias. Temas: amor, situación del prisionero (falta de libertad), consecuencias de la guerra. Desnudez y concentración formal.

2. La Poesía Posterior a la Guerra Civil

Algunos escritores de los años anteriores a la guerra, como García Lorca o Machado, murieron, otros emprendieron el camino del exilio (Juan Ramón Jiménez, Guillén, Salinas, Cernuda, Alberti). La pobreza literaria de la inmediata posguerra afecta también a la poesía. La rígida censura se implanta igualmente en este género. La etapa de experimentación que se produjo antes de la guerra civil llega a su fin. A partir de 1939 se volverá, sobre todo, a los moldes clásicos.

3. La Poesía en los Años 40 y Parte de los 50

Los poetas que se quedan en España han sido clasificados en dos grupos: poetas arraigados y desarraigados.

3.1. Poesía “Arraigada” (Generación del 36)

En los primeros años de la posguerra empieza a cultivarse una poesía que obedece a patrones clásicos. Dámaso Alonso califica a esta poesía de “arraigada” ya que expresan su enraizamiento en la vida y su satisfacción por la existencia. Los temas son tradicionales: la religión católica, la patria y el paisaje (idealizados). Metros y estrofas clásicas, especialmente el soneto en versos endecasílabos. Tono de alabanza al pasado glorioso español para exaltar la dictadura. Pretenden cultivar una poesía humanizada. Estos escritores se agrupan alrededor de la revista Garcilaso.

3.2. Poesía “Desarraigada” o ”Existencialista”

En 1945, un escritor de la generación del 27, Dámaso Alonso, publica Hijos de la ira. En él el poeta protestaba por la injusticia y la muerte. Comienza así lo que él mismo llamará “poesía desarraigada”. Estos poetas se agrupan alrededor de la revista Espadaña. Tono trágico, angustiado. El tema religioso también aparece pero adopta un tono de desesperanza o duda. También reflejan la soledad del hombre en un mundo sin sentido. Entronca con la línea existencialista. Podemos incluir aquí a Blas de Otero (en su segunda etapa existencial) y Gabriel Celaya (que también veremos en la poesía social).

De esta poesía surgirá la “poesía social”.

3.3. Primera Generación de la Poesía Social (Años 50 y Parte de los 60)

La poesía social quiere contribuir al cambio de la sociedad española, transformar el mundo, en palabras de uno de sus cultivadores. Los temas principales son la preocupación por España, la injusticia social, el mundo del trabajo y el anhelo de libertad. El estilo se acerca al lenguaje coloquial, descuidando a veces la calidad literaria. Entre los poetas más importantes están Gabriel Celaya (Cantos iberos), José Hierro (comienza en la línea existencial pero se incorpora a la social en los años 50) y Blas de Otero.

3.3.1. Blas de Otero

En la poesía de Blas de Otero podemos distinguir dos etapas:

  • 1. Poesía existencial: Escribe Ángel fieramente humano y Redoble de conciencia, que luego reúne en un solo libro al que añade algunos otros poemas con el nombre de Ancia (acrónimo de los dos títulos anteriores). El tema principal de esta etapa es:
    • Tema religioso: búsqueda de un Dios al que no acaba de encontrar y entender. Es el Dios terrible, alejado del hombre y que provoca en el autor una profunda desesperación (en la línea del Unamuno agónico). En algunos poemas de esta etapa ya se observa el tema social, especialmente el tema de la guerra como destrucción total.
  • 2. Poesía social: Hay algunos datos biográficos de Otero que nos interesan por su incidencia en su poesía: en 1955 sale de España y conoce países (Francia) gobernados por regímenes no totalitarios; convive con los exiliados políticos en París; al año siguiente se afilia al Partido comunista. Ya en España trabaja en las minas de hierro vizcaínas para conocer de cerca las necesidades y la vida de los mineros. Con todas estas experiencias se va gestando Pido la paz y la palabra (prohibida por la censura y publicada en París con el título de Parler Claire). Defiende en esta obra la lucha como solución para poder resistir. Como es poeta, esa lucha debe realizarse a través de la palabra. A partir de este momento poesía e historia irán de la mano. Reclama la paz, la justicia y la libertad para una patria a la que ama y por la que sufre. De algún modo, estamos en la línea del 98. Se dirige “a la inmensa mayoría”, por eso utiliza un lenguaje coloquial, sencillo. Los mismos temas aparecen en Que trata de España.

4. La Poesía de los Años 60

Hacia mediados de los años cincuenta aparecen los primeros libros de un grupo de escritores que habían vivido la guerra en su infancia. No tienen intención política ni pretenden cambiar la sociedad. Algunos críticos les llaman “Generación de los 50 o del medio siglo” porque en estos años ya habían publicado sus primeros libros. Las características son:

  • Preocupación por el hombre, sus problemas y su destino, sin dramatismos.
  • Los acentos de poesía social que aparecen en principio en sus obras se van extinguiendo. El desengaño por la falta de cambios políticos hace que en su poesía aparezcan tonos irónicos.
  • Exponen experiencias comunes de la vida cotidiana: la niñez, la familia…
  • Temas: la soledad, el amor (a veces aparece de modo explícito el erotismo o incluso el amor homosexual), la muerte, el tiempo…
  • A diferencia de los anteriores, no creen en el valor activo de la palabra. Como consecuencia de esto, tienen una expresión más cuidada.

Autores: Ángel González, José Ángel Valente, Claudio Rodríguez y Gil de Biedma.

4.1. Gil de Biedma

Al igual que los miembros de su generación, abandona pronto la esperanza de transformar el mundo con su poesía, aunque no renuncia a tratar la problemática social. Temas:

  • Paso del tiempo. Cuando Gil de Biedma dice que en su poesía no hay más que dos temas, ”el paso del tiempo y yo”, se refiere no solo al paso del tiempo sino también a las diferentes relaciones que establece con él. Una de esas relaciones es el amor, concretamente el efecto destructor del paso del tiempo sobre el amor. El tiempo aparece como falso, traidor y devastador porque lo aleja del pasado feliz. Relacionado con él está el tema de la juventud perdida.
  • Tema de la amistad.
  • Tema social: la posguerra. La disconformidad con la dictadura lleva al poeta a tratar el tema de la injusticia, la falta de libertad, el preso político, la pobreza en la posguerra. Su poesía es de crítica y denuncia. En algunos poemas trata la esperanza de un cambio político.
  • Relacionado con el anterior está el tema de España. Para Gil de Biedma la causa de los males de la patria es el mal gobierno.
  • El tema del erotismo, relacionado con el amor. Trata abiertamente el tema, incluso el amor homosexual.

Una de las características del estilo de Gil de Biedma es el uso de la ironía.

Obras: Compañeros de viaje, Moralidades, Poemas póstumos. Estos tres libros los reúne después bajo el título de Las personas del verbo.

5. Gloria Fuertes

Aunque ella siempre se definió como “autodidacta” y “poéticamente desescolarizada” (la familia no le facilitó su formación cultural), la crítica ha ligado su nombre a la generación del 50 y el Postismo (post+ismos). Con los de la generación del 50 le une el haber publicado en esa época el mismo tipo de poesía de denuncia y cuyos temas son: la soledad, el dolor, el amor, la injusticia social… Su adscripción al postismo fue, sobre todo, estilística: adoptando la ruptura en la lógica del discurso, incluyendo abundantes juegos de palabras y elementos surrealistas y convirtiendo, en fin, la poesía en un juego irónico y humorístico. Además de los temas citados, el intimismo y el componente autobiográfico también están presentes en muchas de sus obras, aunque nunca abandonó su preocupación por el tema social: fue defensora de la igualdad de género, del medio ambiente y pacifista, oponiéndose a la guerra civil española y a la guerra de Vietnam (“Daría todos mis versos por un hombre en paz”). Otros rasgos de su poesía son:

  • Los coloquialismos y un tono marcado y deliberadamente conversacional.
  • La sencillez.
  • El verso libre (“Antes de contar las sílabas, los poetas tienen que contar lo que pasa”).
  • Estilo enumerativo.
  • Reiteración de esquemas expresivos, paralelismos.
  • Desajustes morfosintácticos.
  • Despropósito final del poema que sirve de salida inesperada.
  • Uso del chiste.
  • Referencia a objetos y acontecimientos del mundo cotidiano.
  • Una natural ingenuidad y ternura.

Obras: Isla ignorada; Aconsejo beber hilo (alto componente autobiográfico y preocupación por los que sufren); Ni tiro, ni veneno, ni navaja; Poeta de guardia

Gloria Fuertes es también un referente como autora de literatura infantil. Participó en programas para niños, de TVE y en 1968 recibió el Premio Andersen por su labor en este sector.

Buero Vallejo y Alfonso Sastre en el Teatro Español Posterior a la Guerra Civil. La Renovación del Teatro.

1.- Situación General del Teatro

El teatro de la posguerra se caracteriza por su pobreza. Los condicionamientos comerciales e ideológicos que veíamos antes de la guerra se repiten y en el caso de los ideológicos se agudizan por la existencia de la censura. Las compañías siguen dependiendo de los intereses de unos empresarios que se someten a los gustos del público. Durante bastantes años existen dos tipos de teatro:

  • El que se representa en las salas comerciales, normalmente de diversión, intranscendente, aunque algunos autores de teatro más serio pretenden abrirse camino en ellas.
  • Otro teatro que no se representa prácticamente. Éste responde a nuevas exigencias sociales o estéticas.

En general, en los años 40 y parte de los 50 los dramaturgos siguen las tendencias tradicionales, aunque empieza a asomar un tipo de teatro existencial. En los años 50, igual que en la novela, aparece un teatro realista y social. El experimental surge en los años 60 y 70.

2.- Teatro de los Años 40 y Parte de los 50

Al terminar la Guerra civil, triunfan varios tipos de teatro:

  • El teatro que busca la exaltación de las glorias españolas, con un componente religioso, continuador del teatro tradicional anterior, como en el caso de José Mª Pemán que ya había triunfado antes de la guerra.
  • Junto a este coexiste otro en la línea del teatro beneventino. Se trata de comedias situadas en ambientes generalmente burgueses, sin innovaciones técnicas que buscan entretener y hacer sonreír.
  • El teatro de humor intenta hacer olvidar la guerra y la situación terrible de la postguerra. Entre los autores más destacados están Enrique Jardiel Poncela: Eloísa está debajo de un almendro y Miguel Mihura con Tres sombreros de copa, obra que de alguna manera anticipa tendencias que se darán después en el teatro del absurdo europeo.
  • Muy distinto a este teatro se manifiesta otro, inconformista, que se incluye dentro de una corriente existencial. La primera obra representativa es Historia de una escalera de Buero Vallejo.

3.- Antonio Buero Vallejo

3.1. Vida

Antonio Buero Vallejo nació en Guadalajara en 1916. Al acabar sus estudios de bachillerato, ingresa en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Su primera vocación es, pues, la pintura. Al estallar la Guerra Civil, se alista en el ejército republicano. Tras la guerra es condenado a muerte pero se le conmuta la pena por cadena perpetua. Permanecerá en prisión hasta 1946 cuando consigue la libertad provisional. Allí conoce a Miguel Hernández. En 1949 obtiene el premio Lope de Vega por Historia de una escalera. El estreno de la obra fue un acontecimiento importantísimo en el teatro de la posguerra ya que significó la aparición de un nuevo espectáculo lleno de profundas preocupaciones. A partir de ese momento se abren los escenarios a su teatro y el público asiste a sus representaciones a pesar de ser un dramaturgo inconformista.

3.2. Concepción Teatral

  • Las obras teatrales de Buero tratan de los grandes interrogantes de la existencia humana y de los problemas del hombre contemporáneo (denuncia la injusticia, la explotación o el poder opresivo). Une lo social y existencial. También aparece en sus obras una reflexión sobre el individuo, la justicia y la verdad.
  • Para Buero la función de la tragedia es conmover al espectador para provocarle la catarsis que le haga reaccionar ante los problemas planteados en escena y en la vida real.
  • Muchos de sus personajes sufren taras físicas o psíquicas: en La Fundación se trata de un loco, como en El tragaluz; en El sueño de la razón, Goya es sordo y en El concierto de San Ovidio son los ciegos los protagonistas.
  • Otra de las constantes de su teatro es la lucha que mantienen dos de los personajes desde diferentes posiciones, lo que dará lugar a la aparición de personajes activos y personajes contemplativos. Los primeros carecen de escrúpulos y utilizan cualquier medio para lograr sus fines; los contemplativos chocan con el mundo que les rodea, son fracasados y soñadores.
  • En el teatro de Buero el espacio escénico está concebido en función de los conflictos dramáticos. Su construcción es, a veces, complicada y tiene carácter simbólico.
  • Muy importantes son los recursos de participación que intentan introducir al espectador en la obra. Se trata de los llamados efectos de inmersión como cuando en En la ardiente oscuridad todo el teatro queda a oscuras para que el espectador se sienta como un ciego o en La Fundación en donde el espectador ve a través de los ojos de Tomas y va descubriendo la realidad conforme lo hace él.

3.3. Etapas

La obra de Buero puede clasificarse en tres etapas:

  • Primera etapa, hasta 1957. Predomina el enfoque existencial de los temas, con una técnica realista y tradicional. Historia de una escalera presenta a tres generaciones de familias modestas que viven en la misma escalera y que con el transcurso de los años ven pasar la vida sin posibilidad de cambio. En la ardiente oscuridad es un drama de ciegos resignados y alegres hasta que llega otro ciego que no se resigna y que irá contagiando su rebeldía a los demás. Al final, uno de ellos lo mata para lograr otra vez la paz.
  • Segunda etapa, hasta 1970. Predomina el enfoque social con una técnica más complicada: efectos de inmersión, escenarios múltiples y simbolistas, rupturas en el desarrollo temporal con elipsis o saltos hacia atrás, etc. Se caracteriza esta época por el tratamiento de temas históricos que le sirven para plantear temas actuales sorteando de esa manera la censura: Un soñador para un pueblo tiene como protagonista a Esquilache que representa al ilustrado progresista que sueña con un futuro mejor para España y choca contra los intereses reaccionarios; en Las Meninas, Velázquez representa al artista amante de la verdad y la justicia que quiere ser conciencia de su pueblo y es combatido por la hipocresía y la corrupción del poder; en El sueño de la razón, Goya protagoniza un ataque contra el poder tiránico. El tragaluz destaca también en esta etapa.
  • Tercera etapa. A partir de los años setenta, Buero se incorpora a las inquietudes experimentales escénicas sin abandonar los contenidos sociales y políticos. Las obras más significativas son: La llegada de los dioses (de nuevo aparece en ella la ceguera) y La Fundación (1974).

El otro dramaturgo de esta generación es Alfonso Sastre (Escuadra hacia la muerte). Ambos autores iniciarán hacia 1955 un teatro social.

4. Alfonso Sastre

Se da a conocer como teórico en artículos de periódicos y revistas especializadas donde defiende un teatro social, de denuncia y protesta, que sea un instrumento agitador y transformador de la realidad. En su obra domina el tema de la opresión y predomina el aspecto social sobre el individual.

Alfonso Sastre nació el 20 de febrero de 1926 en Madrid, en el seno de una familia acomodada. Creció con tres hermanos y recibió una formación católica. Cursó el bachillerato en el instituto Cardenal Cisneros de Madrid por el sistema libre en una academia privada. En 1950 firmó con José María de Quinto el Manifiesto del teatro de agitación social e inicia una serie de polémicas en periódicos y libros defendiendo la modificación activa de la sociedad por medio del teatro. Continuamente prohiben al grupo representar obras propias o ajenas. En 1953 tiene lugar su primer gran éxito Escuadra hacia la muerte, drama en dos actos estrenado por el Teatro Popular Universitario. Presentaba el destino de una escuadra –cinco soldados y un cabo– castigada en una Tercera Guerra Mundial. Los soldados, tras matar al cabo, sienten angustia y soledad: Adolfo intentará sobrevivir en el monte, Andrés se pasará al enemigo y Javier se ahorcará; Pedro y Luis confían en el perdón. La obra fue prohibida en su tercera representación. Un año después, publicó La mordaza sobre el tema de la dictadura, la represión y la censura. En 1960 redacta el Manifiesto del Grupo de Teatro Realista, también con José María Quinto por un teatro de calidad. Su llamado Teatro Penúltimo representa una nueva evolución. Dentro de éste destaca La taberna fantástica. En 1974 encarcelan a su mujer y también a él mismo entre octubre de ese mismo año y junio de 1975. Recibió el Premio Nacional de Literatura. También escribió cuentos de terror y crítica literaria y política, ejerciendo como colaborador en varios periódicos. Además, redactó una breve autobiografía titulada Sonata en mi menor.

Comprometido a fondo en la lucha contra el franquismo, sostuvo una notoria polémica con Buero Vallejo sobre el modo de luchar con el teatro para cambiar la sociedad durante la dictadura; mientras que Buero defendía el posibilismo, es decir, aprovechar cualquier resquicio que permitiera la censura franquista para intentar cambiarla desde dentro, Sastre consideraba, más radicalmente, que esta actitud era una claudicación y optó por un teatro extremista que apenas encontró la forma de poderse representar fuera de cenáculos muy limitados por la presión de la censura y las dificultades que ponían los empresarios teatrales. El teatro de Sastre, sin embargo, no atiende sólo al contenido sino que está preocupado por cuestiones formales y estructurales y es sensible a cualquier renovación que provoque la concienciación política y el resquebrajamiento del teatro burgués.

5.- El Teatro de los Años 60 y 70

Coincidiendo con la aparición de un público universitario y una pequeña apertura de la censura, como vimos en la novela, surge un teatro nuevo, inconformista y preocupado por los problemas sociales. Los temas son los característicos de la literatura social: denuncia de las injusticias y desigualdades. Siguiendo el ejemplo de Buero y Sastre, en los años sesenta escriben en la línea del teatro social: Lauro Olmo, que en La camisa aborda el problema de la emigración; José Martín Recuerda en Las salvajes en Puente San Gil la brutalidad de unos aldeanos hacia las mujeres de una compañía de revista que llega al pueblo.

A partir de los años setenta se produce una renovación de la expresión dramática, un teatro experimental dirigido a un público más minoritario. Predominan los elementos simbólicos y vanguardistas, especialmente surrealista. Tienen también importancia los recursos extraverbales: sonoros, visuales… La temática gira en torno a la dictadura, la injusticia, la falta de libertad, etc. Como es de suponer, estas obras fueron censuradas muchas veces y no se representaron en los escenarios convencionales. Entre los autores más destacados está Fernando Arrabal (Pic-nic) y Francisco Nieva.

En los últimos años, la característica más destacada es la variedad de tendencias: teatro en la línea tradicional, teatro próximo al sainete con temas sobre problemas contemporáneos, etc. Entre los autores más destacados podemos citar a Fernando Fernán Gómez (Las bicicletas son para el verano); José Luis Alonso de Santos (Bajarse al moro); José Sanchís Sinisterra (¡Ay, Carmela!, protagonizada por una pareja de cómicos que pasan de la zona republicana a la nacional en la guerra civil).

6.- La Renovación del Teatro: El Teatro Independiente

Es importante destacar dentro de la renovación teatral de los años setenta la labor realizada por los grupos independientes que actúan en amplios escenarios (pabellones deportivos, por ejemplo) o en las calles y que crean espectáculos completos, a veces incluso sin texto dramático. Se trata de grupos como Els Joglars, Els Comediants, La Cubana o La Fura del Baus. Las características de este teatro son:

  • Creación de la obra colectiva. Juega un papel importante la improvisación.
  • El texto pierde importancia. Se potencian los elementos extraverbales: luces, sonidos, danza…, inspirados en el circo, cabaret, etc.
  • Participación del público en la representación teatral. El patio de butacas forma parte del escenario.
  • Se hace crítica en todos los ámbitos: política, sociedad, iglesia.

6.1. Els Joglars

Grupo catalán, fundado por Albert Boadella. Conciben el teatro como un medio para hacer crítica social y política utilizando la ironía. En sus obras han criticado la destrucción del planeta, a la iglesia católica, los mitos mediterráneos, el nacionalismo, la relación de pareja, etc. Por esta razón, muchas de sus representaciones han estado cargadas de polémica.

6.2. Els Comediants

Son los representantes del teatro de vanguardia: creación colectiva de la obra, sin texto, mezclan el teatro con el circo, luces, bailes… Ellos mismos se definen como “un colectivo formado por actores, músicos y artistas de todo tipo dedicado por completo al mundo de la creación”.

6.3. La Fura dels Baus

En los primeros años este grupo utiliza recursos escénicos que incluyen música, nuevas tecnologías y la participación del espectador directamente en el espectáculo. En los años noventa empiezan a incluir el texto y a organizar otros espectáculos como la ópera o la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992.

6.4. La Cubana

Empezó como una compañía de aficionados hasta los años ochenta en que se hicieron profesionales. Sus características son:

  • Gran número de actores que actúan, elaboran el vestuario, montan el escenario…
  • Sus obras tratan temas cotidianos (su fuente de inspiración es la vida cotidiana). Pretenden hacer una sátira social y para ello retratan a la sociedad y extreman los rasgos (utilizando la ironía y el humor) con intención de criticarla. En su último montaje, Campanadas de boda, ponen en evidencia la hipocresía de la clase media que, queriendo parecer moderna, actúa por imperativos sociales.
  • La sorpresa, los personajes hiperbólicos y la participación del público son sus ingredientes principales.

6.5. Tricicle

Compuesta de tres miembros solamente, son los representantes del teatro de gestos. La base de sus espectáculos es el humor.

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