26 Dic

El Teatro Español en las Primeras Décadas del Siglo XX: Un Escenario de Contrastes

El teatro de los primeros treinta años del siglo XX presentó una dicotomía que supuso una escisión tajante entre el teatro que triunfaba en los escenarios (teatro conservador) y el teatro innovador, que se representó en pocas ocasiones. El teatro era un género que triunfaba, sin competencia en esos momentos. Asistía un público burgués, de clase media alta, que imponía sus gustos, lo cual determina bastante la producción dramática.

A. El Teatro Conservador

Dentro de él, los autores cultivaron tres tendencias:

  • La Alta Comedia: También conocida como comedia benaventina, debido a que fue Jacinto Benavente su máximo representante. Benavente fue Premio Nobel de Literatura en 1922. Los temas y personajes de la comedia burguesa se corresponden con los de las clases medias y altas de la sociedad de entonces y con los conflictos típicos de esos grupos sociales: amores insatisfechos, infidelidades, hipocresía, murmuraciones. Benavente consiguió un teatro a la medida de la burguesía de la época, que lo convirtió en el autor más representado; ideológicamente, se limita a criticar de manera superficial las hipocresías y convencionalismos burgueses, pero sin traspasar lo admisible y lo considerado de buen tono. Entre sus obras destacan Los intereses creados (1907), Señora ama (1908) y La malquerida (1913).
  • El Teatro Poético o en Verso: Surge directamente de la corriente modernista. Se trata de un teatro de pura evasión, sin relación inmediata con la realidad, que recupera temas históricos y legendarios. Destacan Eduardo Marquina (Las hijas del Cid, En Flandes se ha puesto el sol).
  • El Teatro Cómico y Costumbrista: La finalidad básica de este teatro es el entretenimiento del público. Bajo este rótulo se engloban tendencias y espectáculos muy diversos, entre ellos la zarzuela y los sainetes, que alcanzaron con Carlos Arniches un gran desarrollo. CARLOS ARNICHES presenta en sus sainetes una galería de personajes pintorescos de Madrid (chulapos), con sus problemas cotidianos y su forma castiza de hablar. Destacan también sus tragedias grotescas, en las que el autor denuncia una serie de lacras sociales, ya apuntados por los escritores el 98: el atraso cultural de España, la injusticia social, el caciquismo y la inmoralidad de las clases dirigentes; problemas que aborda en obras como Los caciques o La señorita de Trevélez. Otro género del teatro cómico es el del astracán, creado por Muñoz Seca y caracterizado por los juegos de palabras, las dislocaciones lingüísticas, los chistes y las parodias de otros géneros teatrales. Su obra más popular es La venganza de don Mendo. Los hermanos Álvarez Quintero (Serafín y Joaquín) estrenaron gran cantidad de obras en las que predomina el ambiente andaluz. Son obras con una acción sin complicaciones, en las que sobresale el empleo de un diálogo gracioso.

B. El Teatro Innovador

1. Intentos de renovación teatral: Unamuno

En la Generación del 98, Unamuno cultivó el teatro como un medio de expresar sus inquietudes existenciales; sus obras se caracterizan por sus diálogos densos y una mínima escenografía; es un teatro intelectual y filosófico en el que refleja sus obsesiones por el paso del tiempo, la muerte y la búsqueda de la felicidad. Entre sus obras destacan: Fedra, El otro y El hermano Juan o el mundo es teatro.

2. Teatro de innovación /Dramaturgos de ruptura: Valle-Inclán y García Lorca. Otros.

2.A. Valle-Inclán

Su obra teatral suele agruparse en tres ciclos:

  1. El mito: La acción transcurre en una Galicia mítica, intemporal: Comedias bárbaras, Divinas palabras.
  2. La farsa: Obras situadas en un espacio más ‘ridículo’, propio del siglo XVIII: jardines, rosas, cisnes: La marquesa Rosalinda, Farsa y licencia de la reina castiza.
  3. El esperpento: Luces de Bohemia, (1920) y la trilogía Martes de carnaval (Los cuernos de don Friolera, 1921; Las galas del difunto, 1926; La hija del capitán, 1927). EL ESPERPENTO es un intento de presentar la realidad española, pero dando no una visión natural y real, sino presentando los hechos de una manera exagerada y burlesca, grotesca. Nos presenta una realidad deformada, para que el espectador quede sorprendido y tome conciencia de la misma. Luces de bohemia inicia la estética del esperpento. Una escena de este libro, en el que los dos protagonistas se ven en los espejos cóncavos y convexos del Callejón del Gato de Madrid, representa la imagen del esperpento. Cuenta el recorrido (el último, porque al final muere) de Max Estrella y su compañero Latino de Hispalis por la noche madrileña (Una noche, desde el atardecer hasta el amanecer del día siguiente).
2.B. Federico García Lorca

La obra dramática de Lorca puede agruparse en tres grandes bloques:

  • Primeras piezas teatrales: En 1920 estrena El maleficio de la mariposa, obra de influencia modernista sobre el amor entre una cucaracha y una linda mariposa, que inaugura ya el tema fundamental de la dramaturgia lorquiana: la insatisfacción amorosa. El estreno fue un fracaso del que Lorca se resarció pronto con Mariana Pineda, drama histórico basado en la heroína ajusticiada por Fernando VII en Granada por haber bordado una bandera liberal. A estas dos obras se unen las farsas trágicas sobre amores desgraciados de La zapatera prodigiosa y Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín. En esta primera época también compone varias piezas breves de teatro de marionetas.
  • Teatro vanguardista: La técnica surrealista le vale para explorar en los instintos ocultos del hombre. Así en El público (incompleta) Lorca defiende el amor como un instinto ajeno a la voluntad, que se manifiesta de formas muy diversas, entre ellas, la homosexual; y critica a una sociedad que condena a todo el que es diferente.
  • La etapa de plenitud: Lorca escribe durante los años treinta obras teatrales que sí alcanzan el éxito comercial: Bodas de sangre, Yerma, Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores y La casa de Bernarda Alba. Todas ellas tienen en común el protagonismo de las mujeres, cuya situación de marginación social es tema común en las cuatro. Bodas de sangre y Yerma son dos tragedias de aire clásico, en las que Lorca mezcla la prosa y el verso, utiliza coros como en la tragedia griega para comentar la acción, maneja elementos simbólicos y alegóricos… En Bodas de sangre (una novia huye con su antiguo novio el día de su boda”) aparecen temas conocidos de Lorca (el amor, la violencia, la muerte, las normas sociales que reprimen los instintos). Yerma aborda otros temas muy lorquianos: la esterilidad, la opresión de la mujer, el anhelo de realización que choca con la moral tradicional… Doña Rosita la soltera trata de las señoritas solteras de provincias condenadas a esperar inútilmente el amor en un medio burgués mediocre que ahoga sus deseos de felicidad. La casa de Bernarda Alba suele señalarse como la cumbre del teatro de Lorca. Es una obra en prosa. Los temas: la libertad frente a la autoridad, el deseo erótico y los instintos naturales enfrentados a las normas sociales y morales, la esterilidad y la fecundidad, la frustración vital, la condición sometida de la mujer; pero, sobre todo, una reflexión sobre el poder. Bernarda es una mujer que impone por la fuerza un luto larguísimo y riguroso a todas sus hijas.

Otros Intentos de Renovación

Otros intentos de renovación corrieron a cargo de autores como Max Aub, que desarrolló lo más importante de su producción en el exilio, así como Alejandro Casona, el cual creó una compañía llamada “Teatro del pueblo”, con la que se representaban obras eminentemente políticas. En los años inmediatamente anteriores al estallido de la guerra Civil aún pueden señalarse otros intentos de renovación a cargo de Rafael Alberti o de Miguel Hernández.

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