08 Ene
Los temas
Todo lo que sucede en la novela ocurre como consecuencia de la castración física de Cuéllar. Así pues, dicha castración es, más que el tema, -pues el libro no se escribe para hablar de la castración del muchacho, sino de las consecuencias que de ello se derivan- la causa y origen de los distintos temas que se tratan en la novela. Así, la castración de Cuéllar, puede interpretarse desde dos perspectivas. La primera es indudable y real, la castración física que determina la relación de Cuéllar con sus compañeros, su vida e incluso su destino. En un segundo plano puede entenderse una castración psicológica que coloca a Cuéllar como la víctima propicia. La primera se asocia al fracaso, a la frustración y la inadaptación. La segunda, a la autodestrucción del personaje.
La frustración, como tema, nace a partir del accidente con el perro. Hasta ese momento puede considerarse a Cuéllar un “triunfador”, puesto que ha sabido adaptarse con éxito a una nueva sociedad, el colegio Champagnat. Su primer momento de frustración llega cuando se populariza su apodo, Pichulita, un apodo ofensivo que hace mención al miembro perdido. Es entonces, cuando, para superar esa frustración, Cuéllar empieza a mostrar un comportamiento temerario. En este punto no hay que olvidar que Cuéllar vive en una sociedad machista cuyo emblema máximo es la hombría y a él, aunque con sus locuras demuestra más valor y coraje que el resto de personajes, le falta lo esencial, las conquistas amorosas. Por eso su mayor fracaso se deriva de no poder acercarse a Teresa. Cuéllar trata de suplir la falta de miembro viril con sus locuras, su extremada osadía y atrevimiento, pero en el momento de la verdad, aquel que debe conducirle a la intimidad con una chica, se desploma. Él sabe sus carencias y huye de sí mismo tratando de demostrar y mostrar lo que nunca podrá ser, un muchacho, y luego un hombre, completo. Se ligan así la frustración de sentirse incapaz y el fracaso de una relación que le hubiera permitido equipararse a sus amigos y pasar a formar parte de la sociedad convencional.
Es esa imposibilidad lo que convierte a Cuéllar en un inadaptado, más que en un marginado. La diferencia es obvia, el marginado lo es por decisión de los demás, el inadaptado es aquel que no sabe o puede integrarse en la sociedad. El camino de Cuéllar no puede ser el mismo que el de los otros cachorros, por eso, tras el fracaso con Teresita, última posibilidad de liberación que le queda a Cuéllar, el personaje se aboca hacia una autodestrucción que solo podía conducirlo a la muerte: “pero este final es un hecho que se lo buscó”.
Todos estos temas que se tratan en el relato convergen en un tema principal, la crítica de la burguesía limeña, especialmente de su hipocresía, pues todos los defectos que se le imputan a Cuéllar existen y son practicados en su sociedad. Todos los amigos se emborrachan, todos van a los locales de alterne, todos cometen pequeñas locuras porque es lo socialmente aceptado, especialmente en ese periodo de formación que es la novela, “los cachorros”. Sin embargo, llega un momento en que uno debe integrarse en la sociedad y entonces el machismo pendenciero y conquistador se convierte en la fundación y la protección de una familia, y es ahí donde Cuéllar no puede llegar porque no puede tener una familia. A Cuéllar no le queda más destino que la muerte porque no puede integrarse definitivamente en su sociedad. En definitiva, lo que pretende el escritor es mostrar una visión tragicómica de la sociedad peruana.
La estructura
El tiempo del relato es lineal y lineal es la sucesión cronológica de los actos, pues es una conjetura excesiva desprender la circularidad de la mención del colegio Champagnat al inicio y al final de la novela y presuponer que los hijos van a seguir los pasos de los padres. Lo que es circular es la vida, y desde esa perspectiva sí que es muy probable que los hijos repitan los comportamientos paternos, pero la vida no es el relato y en el relato todo lo que sucede sucede por la castración de Cuéllar. El último párrafo no implica, pues, que los hechos deban repetirse. primero porque no tiene que volver a repetirse el accidente que ha marcado las relaciones entre los personajes y, segundo, el Champagnat se cita como se cita la Inmaculada o el Santa María. La novela posee una estructura de diseño tradicional que se inicia con la llegada de Cuéllar al colegio Champagnat y finaliza veinticinco años más tarde con su muerte.
El primer capítulo es la presentación de los personajes y en el mismo se incluye además el motivo que deja paso al desarrollo, la castración de Cuéllar. Desde ese momento la novela la novela va en un in crescendo hasta el clímax, la frustración definitiva con Teresita. Recoge el desarrollo toda la crisis de los fracasos de Cuéllar, su desajuste emocional y el proceso de evolución de su frustración. El clímax marca también el inicio del desenlace, el personaje deriva hacia una corrupción total en la que intenta redimirse a través de un comportamiento machista y que desemboca en la muerte.
La estructura externa se divide en seis capítulos que responden a la técnica de “sumario”, es decir, resumen un tiempo extenso en función de aquellos momentos que se juzgan importantes para entender la evolución del personaje. Por ello estos seis capítulos resumen las distintas fases de Cuéllar: infancia, adolescencia, juventud y madurez, a la que nunca llega psicológicamente como consecuencia de su accidente. El capítulo primero narra la incorporación de Cuéllar al colegio y sobre todo al grupo de amigos. Se cierra con el accidente. En el segundo los personajes siguen en el colegio y se narra el cambio de actitud que se produce en Cuéllar, además, aunque ya se le nombra por el apodo, todavía es un personaje integrado y famoso. Es en el tercer capítulo cuando se rompe la armonía al aparecer las chicas en la vida de la pandilla. Poco a poco todos, salvo Cuéllar, consiguen una novia. Ahí empieza el comportamiento alocado y temerario con el que busca suplir su falta de confianza, con el que pretende escapar a un fracaso que sabe inexorable. La aparición de Teresa en el cuarto capítulo marca el punto de inflexión. Cuéllar se enamora en un proceso de autodestrucción. Por eso, tras un nuevo fracaso, ya en el capítulo cinco, intenta sobresalir reduplicando la locura de sus actos. En el sexto, se produce la ruptura definitiva con el grupo y su muerte.
Así pues, teniendo en cuenta el resumen de los capítulos, el proceso que abarca la novela, desde la infancia a la madurez de los “cachorros”, puede dividirse en las siguientes partes:
I. Incorporación exitosa al grupo y castración de Cuellar.
II. Nacimiento del apodo y alegre fama del protagonista.
III. Primera crisis: desadaptación, timidez y fracaso de sus tácticas de defensa.
IV. Crisis definitiva: enamoramiento e imposible declaración a Teresita.
V. Profunda inestabilidad interior y machismo exhibicionista.
VI. Infantilismo, separación del grupo y muerte del protagonista.
La estructura interna puede definirse como bipartita o tripartita.
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