15 Nov

Moral en el Pueblo Hebreo

La moral del pueblo hebreo no es una consecuencia de la religiosidad, sino uno de sus elementos constitutivos. Yahvé es el autor del hombre y tiene derechos sobre él; además, y en virtud del pacto, los tiene especiales sobre Israel. Por eso es legislador, y su ley es santa y ordenada a la salud y la felicidad del individuo y de la sociedad.

Nuevo Testamento

Es el acto jurídico mortis causa, unilateral, solemne y revocable, por el que el otorgante dispone, a favor de alguien, de sus bienes, derechos y obligaciones para después de su muerte. Ateniéndonos pues a la definición de testamento, el contexto en que hemos de entender el Nuevo Testamento es el de Jesús a punto de enfrentarse a la muerte, en la Última Cena, estableciendo sus últimas voluntades. Ese es el cuadro físico, que coincide a la perfección con lo que se ha entendido siempre en la Iglesia como la herencia que entrega Cristo al hombre justo la noche antes de ser sacrificado.

El testamento es la institución de la Eucaristía, algo bien distinto del propio sacrificio. Es el don de alimentarnos todos los días con su carne y con su sangre. Porque en el Sacrificio de la Cruz no hay comunión. Dios es el único beneficiario de la víctima: un sacrificio asimilable al holocausto, todo quemado.

La institución de la Eucaristía, en cambio, le da un vuelco al sacrificio de la cruz: lo convierte en sacrificio de comunión: el pueblo pasa a ser oferente y a participar del cuerpo y de la sangre de la víctima inmolada. Gran novedad, la sangre, totalmente prohibida en la Ley de Moisés (sólo a Dios se puede ofrecer la sangre de las víctimas; al hombre sólo le es dado lavar sus culpas con ella), se invita al hombre a beberla: «Tomad y bebed todos de él, éste es el cáliz de mi sangre…»

En el Antiguo Testamento Dios le dio a su pueblo la tierra prometida y el Tabernáculo en el que quiso estar en medio de su pueblo mediante las tablas de la Ley y los preceptos, y el báculo con que los guio Moisés. Pero en el nuevo Tabernáculo y el Nuevo Testamento Cristo se dio a sí mismo como alimento, renovando todos los días el sacrificio de comunión en que los hombres comparten con Dios el Cuerpo y la Sangre del Dios-Hombre que hermana a todos los hombres en él, haciéndolos a todos Hijos de Dios. Si fascinantes son estos misterios para la teología, no lo son menos para la antropología. Porque debajo de ellos está también el hombre.

Estructura del Nuevo Testamento

Los tres primeros evangelios (en griego = predicación, testimonio, anuncio del mensaje gozoso) fueron los de Mateo, Marcos y Lucas (también llamados evangelios sinópticos).

  • San Mateo fue el primero en poner por escrito las enseñanzas apostólicas sobre los años 40-50 en arameo, que unos 20 años más tarde un escritor reescribió para dar más coherencia doctrinal al escrito.
  • San Marcos, discípulo de San Pedro, puso por escrito las enseñanzas que el Apóstol impartía en Roma (años 60-63).
  • San Lucas, médico de origen pagano compañero de San Pablo en sus viajes, escribió el evangelio que lleva su nombre y los Hechos de los Apóstoles sobre el año 63.

El evangelio de San Juan tiene un estilo diferente. Él es discípulo de Jesús, testimonio verídico que cuenta lo que él mismo vio para que nosotros creamos. Su enseñanza es, en el fondo, la misma de los otros Evangelios, pero deja de lado muchas cosas que supone ya conocidas y centrándose en las enseñanzas que Jesús daba sobre sí mismo.

Los Hechos de los Apóstoles

Es el nombre de un libro de la Biblia, el quinto del Nuevo Testamento. En principio era una parte del Evangelio según San Lucas, pero los textos se separaron antes de que se escribieran los manuscritos que nos han llegado hasta hoy día. Con esta separación se buscaba cultivar el conocimiento de los evangelios como una unidad de archivos sagrados, a los cuales los Hechos servían como una especie de apéndice. Es de un interés y valor históricos únicos: no hay ningún otro libro como éste dentro del Nuevo Testamento.

Las Epístolas

Las cartas de Apóstoles Cristianos en el Nuevo Testamento son a menudo denominadas epístolas. Por otra parte, se entiende también como epístola una composición poética en la que el autor se dirige a un receptor bien determinado, real o imaginario, que se considera ausente; la forma métrica habitual de este tipo de poemas es el terceto encadenado o el verso blanco.

El Apocalipsis

Es el último libro del Nuevo Testamento. También es conocido como Apocalipsis de Jesucristo por el título que al principio se da a este y en algunos círculos protestantes simplemente como Revelación. Por su género literario, es considerado por la mayoría de los eruditos el único libro del Nuevo Testamento de carácter exclusivamente profético.

El Apocalipsis quizás sea el escrito más rico en símbolos de toda la Biblia. La cantidad de símbolos, eventos y procesos complica la tarea de interpretar la totalidad de la revelación y, como tal, ha sido objeto de numerosas investigaciones, interpretaciones y debate a lo largo de la historia.

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