15 Nov
Las fuentes de energía en la UE
La UE tiene grandes reservas de carbón, aunque están concentradas principalmente en Alemania, con el 8% de las reservas mundiales, y en Polonia con el 4%. A pesar de contar con estas reservas, la producción está disminuyendo debido a los altos costes de extracción. Europa tiene una importante producción de petróleo y gas natural en los yacimientos del mar del Norte. Sin embargo, la producción ha comenzado a decaer. Respecto a la producción de energía eléctrica, los países de la UE utilizan sobre todo fuentes convencionales. Uno de los objetivos de la UE es fomentar las energías alternativas y lograr que en el año 2010 proporcionen el 12% de la electricidad que consumimos. En 2001 solo el 6% de la electricidad tenía como origen fuentes de energía renovable.
La minería en España
En la actualidad, España no tiene grandes reservas ni producción de materias primas de origen mineral. El resultado es que la minería aporta menos del 0,5% del PIB español. La producción de minerales metálicos está en decadencia. Sin embargo, la producción de minerales no metálicos es una industria pujante.
Las fuentes de energía en España
España es un país deficitario en fuentes de energía. Esto significa que nuestra producción no puede satisfacer toda la demanda y es necesario importar energía. La fuente de energía que más se consume es el petróleo. El segundo recurso energético más utilizado es el carbón. Casi el 30% de la electricidad que consumimos tiene un origen nuclear. La energía hidroeléctrica tiene también gran importancia. El gas natural se usa en las industrias y las viviendas. Su consumo ha crecido mucho en los últimos años. La producción procedente de energías alternativas es todavía pequeña.
Los recursos hídricos en España
España es un país con un elevado consumo de agua. El índice de explotación hídrica es uno de los más altos de la UE. El mayor consumidor de agua es la agricultura, que representa el 68% del consumo del agua total. También el consumo urbano y el uso del agua para actividades de ocio agravan la situación precaria de algunas zonas.
La industria moderna
A finales del siglo 18 aparecieron en Inglaterra las primeras fábricas modernas. La producción en las fábricas tenía características muy diferentes a las de los talleres. Las máquinas pasaron a realizar parte del proceso de producción que hasta entonces se hacía de forma manual. Se empezaron a usar nuevas fuentes de energía para el funcionamiento de las máquinas. Los empleados comenzaron a realizar solo una tarea concreta en la cadena de producción en vez del producto completo, es decir, se produjo una división del trabajo. Por eso el desarrollo industrial provocó un crecimiento extraordinario de las ciudades.
La actual revolución industrial: La aparición de nuevas industrias con distintas necesidades
Hoy, se está produciendo una nueva revolución apoyada en industrias punteras que utilizan una alta tecnología. En general, estas industrias emplean pocos trabajadores pero muy cualificados, pues las tareas mecánicas y repetitivas las realizan robots.
Una nueva organización del trabajo en un mundo globalizado
En la actualidad, las relaciones económicas entre los distintos lugares del mundo son más intensas que nunca. Por eso hablamos de una globalización de la economía. Esta globalización se manifiesta en el sector industrial de varias maneras. En primer lugar, la producción de muchas empresas industriales se destina al mercado mundial. Muchas empresas compran otras empresas más pequeñas, de este modo incrementan su tamaño y poder. Por eso se está produciendo una concentración empresarial en grandes grupos industriales. En segundo lugar, muchas de estas grandes empresas industriales son multinacionales, que están presentes en muchos países. En tercer lugar, asistimos a una nueva organización del trabajo industrial. Los procesos de producción son también globales. Las distintas tareas necesarias para elaborar un producto se separan y cada una de ellas se desarrolla donde resulta más conveniente. A este fenómeno se le denomina deslocalización.
Los principales tipos de industrias, características y localización
La industria pesada: Proporciona productos que son necesarios para el desarrollo de otras actividades industriales. Industria ligera: También llamada industria de bienes de consumo, proporciona productos elaborados destinados a los consumidores.
Las grandes regiones industriales
Los países desarrollados tienen una industria potente. Algunos países en vías de desarrollo se están industrializando rápidamente. La ausencia de estabilidad política en muchos países de África, América Latina y Asia explica en gran medida por qué estos lugares siguen sin industrializarse.
La industria en los países desarrollados. Las grandes empresas son occidentales
La mayoría de las grandes empresas industriales del mundo pertenecen a países desarrollados. Estos países disponen de dinero, que es imprescindible para la creación y el mantenimiento de una industria. Muchas de estas empresas son multinacionales. Respecto a las industrias, en los países desarrollados se mantienen las más estratégicas, como la armamentística; las industrias de productos perecederos. Respecto al proceso de producción, se trasladan a países más atrasados las actividades que requieren mucha mano de obra y no muy cualificada. Los países desarrollados se reservan las tareas de dirección y siguen siendo los centros de innovación.
Una industria productiva, pero que crea poco empleo
Desde la década de 1970, en los países tradicionalmente industriales la población empleada en el sector industrial está disminuyendo. Por ejemplo, en 1994, el 24% de la población ocupada en E. Unidos trabajaba en la industria, pero diez años más tarde solo lo hacía el 20%. La aplicación de nuevas tecnologías al proceso de producción ha hecho necesaria una mano de obra cada vez más cualificada y capaz de asimilar los avances tecnológicos que se suceden con gran rapidez.
La industria en los países subdesarrollados
La mayoría de los países subdesarrollados tienen poca industria, pero, en los últimos años, algunos de ellos están industrializando con rapidez. Esto se debe, sobre todo, a la deslocalización de las fábricas de los países ricos. En estos nuevos países industriales, el empleo en el sector secundario aumenta. La instalación de multinacionales plantea ventajas e inconvenientes. La mayoría de los beneficios revierten en los países desarrollados, lugar de origen de las empresas y donde se localizan las sedes centrales. Pero las multinacionales impulsan la actividad económica de la zona donde se sitúan, traen técnicas de producción más avanzadas y crean puestos de trabajo, tanto en sus propias fábricas como en los talleres y fábricas de empresarios locales a los que subcontratan algunas tareas del proceso de producción.
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