25 Mar
Trastornos de Ansiedad: Una Visión Detallada
Siguiendo la clasificación de trastornos de ansiedad que propone el DSM-5, tendríamos que hablar de los siguientes:
- Fobia específica.
- Fobia social o ansiedad social.
- Trastorno de pánico o trastorno de angustia.
- Agorafobia.
- Trastorno de ansiedad generalizada.
- Trastorno de ansiedad debido a enfermedad médica.
- Trastorno de ansiedad inducido por sustancias.
- Trastorno de ansiedad no especificado.
Por ataque de ansiedad se entiende la aparición aislada y temporal de miedo o malestar intensos, acompañada de cuatro (o más) de los siguientes síntomas, que se inician bruscamente y alcanzan su máxima expresión en los primeros diez minutos:
- Palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardíaca.
- Sudoración.
- Temblores o sacudidas.
- Sensación de ahogo o de falta de aliento.
- Sensación de atragantarse.
- Opresión o malestar torácico.
- Náuseas o molestias abdominales.
- Inestabilidad, mareo o desmayo.
- Desrealización o despersonalización.
- Miedo a perder el control o a volverse loco.
- Miedo a morir.
- Parestesias.
- Escalofríos o sofocaciones.
Tipos de Trastornos de Ansiedad
Trastorno de pánico o trastorno de angustia
Este sería el diagnóstico indicado cuando un sujeto experimenta ataques de ansiedad de forma repetida en el tiempo. El miedo quedaría reflejado en el temor a volver a sufrir un ataque de ansiedad, lo cual conlleva cambios en el comportamiento del sujeto, tales como mayor autoobservación, evitación de sensaciones o comportamientos que cree que podrían propiciar dicho ataque.
Agorafobia
Diagnóstico indicado cuando un sujeto experimenta ansiedad al encontrarse en lugares o situaciones donde escapar pueda resultar difícil (o embarazoso) o donde, en el caso de aparecer un ataque de ansiedad inesperado, o más o menos relacionado con una situación, pueda no disponer de ayuda. Principalmente se huye de lugares como: transporte público, lugares amplios (centros comerciales, puentes…) o lugares cerrados (cine, teatro…). El sujeto se siente a salvo en entornos muy familiares y acompañado de personas de gran confianza.
Fobia específica
En este caso la persona experimenta miedo y por tanto evitación hacia un estímulo muy concreto. Las fobias más frecuentes son: a los ascensores, pájaros, petardos y fuegos artificiales, tormentas, hematofobia, animales, etc., y se caracteriza por:
- Miedo o ansiedad intensa por un objeto o situación específica (p. ej., volar, alturas, animales, administración de una inyección, ver sangre).
Fobia social
En este caso el estímulo temido, aquello que la persona evita y que le produce ansiedad, es el contacto social en cualquiera de sus manifestaciones. Esto es muy incapacitante, puesto que somos seres sociales y constantemente estamos expuestos a situaciones de interacción social. El sujeto con fobia social puede limitar mucho su vida, en un intento de restringir su contacto social tan sólo a personas de su entorno familiar. Sus características son:
- Miedo o ansiedad intensa en una o más situaciones sociales en las que el individuo está expuesto al posible examen por parte de otras personas.
Trastorno de ansiedad generalizada
En este caso nos encontramos ante personas que sienten que viven constantemente amenazadas. Cualquier cambio en sus vidas, en sus rutinas o la aparición de situaciones sobre las que no tienen pleno control les provoca una reacción de ansiedad. Intentan tener sus vidas muy organizadas y planificadas para evitar cambios, cosa que no siempre es posible.
Trastorno de ansiedad debido a enfermedad médica
Categoría diagnóstica usada cuando los síntomas de ansiedad son consecuencia directa de una enfermedad médica. Es importante que existan pruebas a partir de la historia clínica, la exploración física o los análisis de laboratorio de que el trastorno es la consecuencia fisiopatológica directa de otra afección médica.
Trastorno de ansiedad inducido por sustancias
Si la aparición de los síntomas de ansiedad está relacionada con el consumo, la intoxicación o la abstinencia de un fármaco o una droga, estaríamos ante un caso de ansiedad inducida por sustancias. Es importante que existan pruebas a partir de la historia clínica, la exploración física o los análisis de laboratorio.
Efectos Secundarios de los Ansiolíticos
En general, los efectos secundarios de los ansiolíticos son pocos y suelen desaparecer con un ajuste de dosis. Muchos guardan relación directa con la cantidad de fármaco administrado. Hay unos efectos comunes sobre el Sistema Nervioso Central que son una extensión de los propios efectos sedantes. Pueden producirse reacciones paradójicas e intoxicación al aumentar la dosis. El incremento de la tolerancia y la aparición de dependencia constituyen unos de los efectos adversos más importantes en la administración de BZD. La dependencia de las BZD se manifiesta siempre que se realiza un consumo continuado de más de tres o cuatro meses, aunque sus consecuencias dependen de la dosis y de las características del paciente.
Interacciones Medicamentosas
La mayoría de las interacciones medicamentosas suponen un aumento de la concentración de los fármacos en la sangre y, por tanto, de la potenciación de sus efectos terapéuticos y adversos.
- GRUPO Benzodiacepinas, ansiolíticos e hipnóticos: Alcohol, barbitúricos, antihistamínicos, anticonceptivos orales, anticonvulsivantes, antidepresivos, clozapina, propranolol, antiácidos, cimetidina y disulfiram.
- GRUPO Azopironas: ADT, ISRS, IMAO y haloperidol.
- GRUPO Hipnóticos no BZD: Carbamacepina, fenitoína, eritromicina y rifampicina, antifúngicos, desipramina, sertralina y fluoxetina.
- GRUPO Beta – bloqueantes: Antipsicóticos, tiroxina, teofilina y antiepilépticos.
Principios Generales con el Uso de los Ansiolíticos
- Disminuye los síntomas de ansiedad a nivel del sistema límbico que es subcordical.
- Atenúa las consecuencias del comportamiento ante la frustración de lo que hace que genere menos síntomas ansiosos.
- A dosis altas inducen al sueño.
- No modifican las alucinaciones ni las ideas delirantes.
- Pueden agravar las depresiones inhibidas.
- Disminuye el estado de vigilia.
Mecanismo de Acción
- BENZODIACEPINAS: Existen receptores específicos benzodiacepínicos (BZ1, BZ2 ) que están íntimamente ligados al receptor GABAA, que al fijarse en ellos las BZD se produce una apertura del canal del ión cloro, haciéndose más resistente la neurona a la excitación.
- AZAPIRONAS: Actúa sobre los receptores 5HT1A a nivel presináptico (como agonista) y a nivel postsináptico (como agonista parcial) produciendo un fenómeno de regulación a la baja (“downregulation”) de los receptores 5HT2 como los antidepresivos.
- HIPNÓTICOS NO BZD: El zolpiden es una imidazopirina que se liga a los receptores BZD1 y que presenta efecto hipnótico a bajas dosis. La zoplicona es una ciclopirrolona que también se une a
- Los receptores BZD1 y que muestra efecto hipnótico, modificando de manera diferente a las BZD la estructura del EEG del sueño.
- BETA-BLOQUEANTES: Bloquean los receptores Beta-Adrenérgicos disminuyendo las manifestaciones periféricas de la ansiedad (sudoración, temblor, taquicardia, dificultades respiratorias, molestias intestinales…)
- ANTAGONISTAS DE LAS BZD: Se unen a los receptores benzodiacepínicos desplazando las BZD que se encuentran ligadas a las mismas, sin producir efecto ansiolítico ni hipnótico.
Información al Paciente
Las recomendaciones generales en el uso de ansiolíticos e hipnóticos incluyen el riesgo de producir dependencia, aconsejando su utilización restringida, a la menor dosis posible y durante poco tiempo. También, para evitar síntomas de abstinencia la retirada gradual del fármaco, durante varias semanas, y la posible aparición de síntomas (ansiedad o insomnio de rebote).
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