17 Abr
Resumen de la «Crítica de la razón pura» de Immanuel Kant
La Crítica de la razón pura de Kant aborda las condiciones del conocimiento y los límites de la razón humana. Su objetivo es estudiar la capacidad de la razón para conocer la realidad, evitando tanto el escepticismo como el dogmatismo. Kant parte de la idea de que el conocimiento verdadero es posible, como se demuestra en las ciencias exactas, especialmente en la física y las matemáticas. La ciencia muestra que la razón puede alcanzar un conocimiento objetivo y válido. A partir de este punto, Kant se pregunta por qué la razón no podría comprender la metafísica de la misma manera.
El giro copernicano en la teoría del conocimiento
Kant propone un «giro copernicano» en la teoría del conocimiento, sugiriendo que no es la realidad quien impone la forma del conocimiento, sino que es el sujeto el que organiza la experiencia. Los filósofos anteriores pensaban que el sujeto solo recibía pasivamente los datos del mundo, pero Kant asegura que el sujeto tiene un papel activo en la construcción del conocimiento, estructurando los datos de acuerdo con principios y formas preexistentes.
Las facultades cognitivas: sensibilidad, entendimiento y razón
Kant establece que el proceso de conocimiento implica tres facultades:
- Sensibilidad: La facultad que recibe representaciones del mundo exterior y las organiza en el espacio y el tiempo, que son formas a priori de la sensibilidad. Estas formas no son características de la realidad, sino que son condiciones necesarias para percibirla.
- Entendimiento: La facultad que organiza los datos recibidos a través de las categorías a priori, como causalidad y sustancia, que permiten estructurar la realidad y dar sentido a los fenómenos.
- Razón: La facultad que busca relaciones generales entre los juicios y formula teorías universales. Sin embargo, la razón tiende a ir más allá de la experiencia empírica, produciendo conceptos como el alma, el mundo y Dios, que no pueden ser validados por la experiencia.
Fenómeno y noúmeno: los límites del conocimiento
Kant introduce la distinción entre fenómeno y noúmeno. El fenómeno es la realidad tal como la percibimos y organizamos mediante nuestras facultades cognitivas, mientras que el noúmeno es la «cosa en sí» que está más allá de nuestras capacidades cognitivas. Según Kant, no podemos conocer el noúmeno, solo los fenómenos.
Esto marca un límite importante en el conocimiento humano.
La metafísica como ciencia: una crítica kantiana
Kant critica la metafísica, argumentando que no puede considerarse una ciencia en el mismo sentido que las ciencias naturales, ya que carece de base empírica. La razón humana tiende a extenderse más allá de lo que la experiencia empírica puede ofrecer, produciendo conceptos abstractos como Dios, el alma y el mundo, que no pueden ser verificables. La metafísica se basa en especulaciones sin base empírica sólida, lo que impide que sea una ciencia, aunque puede tener un valor crítico al ayudar a la razón a evitar errores y examinar sus propios límites.
Los juicios científicos: la síntesis entre empirismo y racionalismo
Kant distingue entre juicios a priori (universales y necesarios) y a posteriori (dependientes de la experiencia), así como entre juicios analíticos (el predicado está implícito en el sujeto) y sintéticos (añaden algo nuevo al sujeto). La novedad en la teoría kantiana es el concepto de juicios sintéticos a priori, los cuales son posibles en las ciencias exactas. Estos juicios permiten generar conocimiento universal y necesario a partir de experiencias particulares, lo que hace posible el progreso en las ciencias como la física, gracias a las estructuras cognitivas a priori del sujeto.
Conclusión: los límites de la razón y la posibilidad del conocimiento científico
Kant concluye que la razón humana tiene límites: no puede conocer la realidad tal como es en sí misma, el noúmeno. Sin embargo, el sujeto puede generar un conocimiento verdadero y válido sobre los fenómenos, aunque este conocimiento solo se refiere a lo que percibimos y no a la realidad en su totalidad. El conocimiento científico es posible gracias a la interacción de las facultades cognitivas de sensibilidad, entendimiento y razón, que permiten formular leyes universales a partir de la experiencia. Sin embargo, la metafísica no puede ser considerada una ciencia, ya que carece de una base empírica sólida y se fundamenta en conceptos que no pueden ser verificados. En resumen, Kant establece una teoría del conocimiento que se sitúa entre el empirismo y el racionalismo, defendiendo la posibilidad de un conocimiento científico universal, pero reconociendo los límites inherentes a la razón humana.
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