30 May
LORENZO GHIBERTI (FLORENCIA 1378-1455)
Uno de los escultores más importantes de la Florencia del Renacimiento. Sus esculturas traslucen una elegancia lírica acompañada de perfección técnica, así como el interés que tenía por la sencillez clásica de peso y volumen. Realizó la segunda puerta de bronce del baptisterio de la Catedral de Florencia, trabajando en ellas durante más de veinte años. Sus relieves para la catedral de Siena y su obra más importante, la tercera puerta de bronce para el baptisterio de Florencia, muestran la evolución hacia una representación naturalista del movimiento, el volumen y la perspectiva, así como una idealización mayor del tema. A esta tercera puerta, en cada una de cuyas hojas se representan cinco pasajes del Antiguo Testamento, se le llama la Puerta del Paraíso.
DONATELLO (FLORENCIA 1386-1466)
Generalmente se le considera como el escultor más original del Renacimiento italiano y uno de los artistas más importantes de ese periodo. Fue en Florencia donde creó la obra más notable, su David en bronce, primer desnudo exento de la escultura renacentista. Más adelante, Donatello se alejó de la influencia clásica y puso mayor énfasis en el realismo y en el dramatismo de la acción. Ejemplos notables de la escultura de esta época son Los milagros de san Antonio (San Antonio, Padua), El Gattamelata (en la plaza que está delante de la basílica de San Antonio), primera estatua ecuestre ejecutada a tamaño natural, en bronce, desde la antigüedad, y Judith y Holofernes (Piazza della Signoria, Florencia). Las obras de Donatello influyeron en la escultura de Florencia y del norte de Italia durante el siglo XV. Representó también un impulso importante en el desarrollo realista de la pintura italiana.
GIANBOLOGNA (PAÍSES BAJOS 1529-FLORENCIA 1608)
Escultor italiano de origen flamenco. Se instaló el grupo de mármol Rapto de una sabina había ya llegado al punto culminante de su carrera. Los monumentos ecuestres de Cosme I, en la plaza de la Signoria, y de Fernando I en la de la Annunziata, fueron el inicio de toda una serie que decoró las principales ciudades de Europa, destacando entre ellos el retrato de Felipe III, en la Plaza Mayor de Madrid. Giambologna creó un estilo personal, partiendo de las esculturas clásicas que tanto le habían impresionado durante su estancia en Roma, caracterizado por el virtuosismo técnico y el profundo interés por el estudio anatómico, el movimiento y los múltiples puntos de vista, que desembocaron en el contrapposto exagerado y la figura serpentinata.
MASACCIO (FLORENCIA 1401-1428)
El primer gran pintor del Renacimiento italiano cuyas innovaciones en el empleo de la perspectiva científica abrieron el periodo de la pintura moderna. Inaugura una nueva aproximación naturalista en el arte de la pintura, que atiende más a la simplicidad y unidad de la composición, a la representación del espacio tridimensional que a los detalles y decoración. En el fresco de La Santísima Trinidad con San Juan y la Virgen, la escena queda emplazada dentro de un marco arquitectónico clasicista en el que el espacio por vez primera tiene perspectiva. Otra de las grandes innovaciones de Masaccio —el empleo de la luz en el modelado del cuerpo y los ropajes— se observa en la serie de frescos de la capilla Brancacci en la iglesia de Santa Maria del Carmine de Florencia. En ellos, Masaccio más que bañar las escenas con una luz uniforme, refleja en el espacio pictórico el equivalente a un foco lumínico único y direccional (la ventana real de la capilla), creando así un juego de luces y sombras (claroscuro) que proporciona a los temas un aspecto natural y realista desconocido en el arte anterior. Se trata de una serie de seis frescos, entre los que El tributo de la moneda y La expulsión del Paraíso se consideran obras maestras.
FRA ANGELICO (FLORENCIA 1400-1455)
Pintor italiano de principios del Renacimiento que supo combinar la vida de fraile con la de pintor consumado. Fra Angelico pintó numerosos frescos en el claustro, la sala capitular y las entradas a las veinte celdas de los frailes de los corredores superiores. Los más impresionantes son La Anunciación, La Crucifixión, Cristo peregrino y La Transfiguración. Pintó los frescos de la catedral de Orvieto junto con su discípulo. Sus últimas obras importantes, los frescos realizados en el Vaticano para decorar la capilla del papa Nicolás V, representan episodios de las Vidas de san Lorenzo y de san Esteban y probablemente hayan sido pintados por ayudantes a partir de diseños del maestro.
PIERO DELLA FRANCESCA (1420-1492)
Pintor italiano del temprano Renacimiento. Fue el pintor más importante del periodo central del Quattrocento y también el primero en intentar aplicar de manera sistemática la perspectiva geométrica a la pintura. La solidez y rotundidad de sus figuras derivan de Masaccio, mientras que de Domenico Veneziano tomó el gusto por los colores delicados y las escenas bañadas por una luz natural fría y clara, como se ve en su Madonna del duque de Montefeltro. Concibió la figura humana como un volumen cuya correcta articulación en el espacio es posible gracias a una rigurosa construcción plástica y a una utilización nueva de la luz. Casi todas sus obras son de carácter religioso. El indiscutible punto culminante de su carrera fue la serie de grandes frescos La Leyenda de la Vera, escenas de sorprendente belleza, con taciturnas y majestuosas figuras fijadas en un espacio claro y cristalino.
LEONARDO DA VINCI (1452-1519)
Artista florentino y uno de los grandes maestros del Renacimiento, famoso como pintor, escultor, arquitecto, ingeniero y científico. Su profundo amor por el conocimiento y la investigación fue la clave tanto de su comportamiento artístico como científico. La obra más importante de su periodo milanés son las dos versiones de la Virgen de las Rocas, donde aplica el esquema compositivo triangular que encierra a la Virgen, el Niño, san Juan y el ángel, y por otro lado, utiliza por primera vez la técnica del sfumato en su obra maestra La Última Cena, pintura mural para el refectorio del monasterio de Santa Maria delle Grazie. Durante su segundo periodo florentino, Leonardo pintó varios retratos, pero el único que se ha conservado es el de La Gioconda.
RAFAEL SANZIO (ITALIA, 1483-1520)
Pintor renacentista italiano considerado como uno de los más grandes e influyentes artistas de todos los tiempos. Entre las obras de Rafael destaca Los Desposorios de la Virgen. Rafael se trasladó a Florencia. En esta época, Rafael realizó un cambio estilístico desde la composición geométrica y el énfasis en la perspectiva hacia una manera más natural y suave de pintar. Su evolución durante el periodo florentino puede seguirse a través de sus numerosas madonnas. Rafael se trasladó a Roma, requerido por el papa Julio II, quien le encargó la decoración mural de cuatro pequeñas stanze en el Palacio del Vaticano. La famosa Escuela de Atenas representa un espacio arquitectónico abierto donde Platón, Aristóteles y otros filósofos antiguos discuten y argumentan.
GIORGIONE (1478-1510)
Pintor italiano que revitalizó la escuela veneciana de pintura y fue un maestro sin igual en el retrato. Entre sus principales obras están La Tempestad y La Venus Dormida. La obra que se le atribuye, La Venus Dormida, es una de las primeras obras modernas dentro del arte en la que un desnudo femenino constituye el tema principal de un cuadro. Sus pinturas utilizan la luz de un modo innovador, produciendo un gran lirismo: se trata de una luz suave y tamizada, más destinada a crear una atmósfera determinada dentro de la composición que a definir los objetos dentro de la escena. Prescindió deliberadamente de los bocetos previos y prefirió componer directamente sobre el lienzo, pues creía que así conseguía expresiones más profundas y efectos cromáticos más sorprendentes. Sus innovaciones en el tratamiento de los temas tuvieron especial importancia en dos áreas: el paisaje y el desnudo femenino.
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