12 Abr
3.2.Orientaciones metodológicas para la enseñanza de la danza en la Educación Primaria:
Lo que sucede en una clase de danza debe estar relacionado inmediatamente con la vida del niño. La actividad de éste tiene que ser integral y ningún niño continuará bailando a no ser que disfrute con ello. El trabajo de la danza en educación Primaria deberá favorecer la relación entre el niño y su medio proponiendo actividades perceptivas, motrices, de elaboración del esquema corporal y del espacio y el tiempo. Este tratamiento no deberá limitarse únicamente al plano físico, sino que buscará una preparación del niño en todos sus ámbitos a fin de conseguir la educación integral unitaria y armónica de la persona. La danza y el movimiento dentro de la enseñanza primaria, pueden ayudar a cubrir determinadas funciones: como conocimiento personal y del entorno, la función anatómico-física sobre la mejora de la capacidad motriz, la función lúdica, la función de comunicación y relación, la función expresiva y estética y la función cultural.
ORIENTACIONES: Explorar el potencial de movimiento, desarrollando un dominio corporal como medio del lenguaje expresivo. Experimentar con todos los elementos de la danza: cuerpo, espacio, tiempo, energía y relaciones. Tomar conciencia de los estímulos: kinestésicos, táctiles, auditivos, visuales, afectivos. Cognitivos y desarrollar la habilidad del cuerpo para responder adecuadamente a un estímulo dado.Descubrir los sentimientos, ideas y experiencias, desarrollando la comprensión de las capacidades propias a través de la vivencia del movimiento.Educar la espontaneidad estética y la capacidad de creación. Desarrollar la creación colectiva. Los aspectos a trabajar dentro de la danza en la escuela son:
EL CUERPO: En el tratamiento y desarrollo del esquema corporal se perseguirá mejorar la conciencia que cada niño tiene de su propio cuerpo, de su situación y relación entre los diferentes segmentos que lo componen. En danza educativa el cuerpo no debe ser únicamente un instrumento al servicio de una técnica y estilo de danza, sino el centro de un proceso de elaboración y perfeccionamiento. Por ello, el profesor deberá procurar que cada movimiento posea a la vez un contenido abstracto y personal (Algunos de los medios para trabajar este aspecto son: propiciar distintos tipos de percepciones y sensaciones, jugar con diversas intenciones, trabajar la mirada, la kinestesia y variar los focos de atención
– EL ESPACIO: La organización del espacio necesita de la práctica de actividades de exploración y percepción, con el entorno que nos rodea. En su trabajo se incluyen las evoluciones, agrupamientos, dispersiones, reconocimientos espaciales, localización (arriba, dentro, fuera, al lado, etc.)Se distinguen principalmente dos tipos de espacio: el espacio próximo y espacio. El espacio próximo también es denominado espacio personal y se refiere al entorno que rodea inmediatamente al cuerpo. El espacio general o escénico es más complejo en tanto abarca todo el volumen disponible para realizar el movimiento. Los aspectos necesarios para observar en las acciones espaciales corporales son: las direcciones (delante/detrás, izquierda/derecha), los niveles (alto, medio y bajo), la expansión gestual (cerca-pequeña, normal, lejos-grande) y el tipo de trayecto (derecho, anguloso y curvo).
ELTIEMPO: El tiempo es un factor esencial de la danza, en tanto que el movimiento danzado suele aparecer siempre acompañado de una música. Los elementos fundamentales de la música son: la melodía, el timbre, el tiempo, la armonía y la intensidad.
Consideraciones metodológicas para la tercera edad
Establecer un ambiente estable y familiar. Para ello se propone empezar y concluir la sesión con un ritual de grupo. De esta manera se favorece la relación social, de manera que todos los asistentes pueden participar activamente independientemente de sus condiciones. Al mismo tiempo, la formación de un círculo contribuye a la percepción de la unidad de grupo y favorece el contacto visual de todos sus miembros.
El tacto mutuo también juega un papel primordial en la sesión. El profesor no manipulará las extremidades de aquellas personas que tengan dificultad para moverse sino que la actitud es “que cada uno participe en su propio nivel”.
La música es un importante estímulo, pues favorece la inclinación natural a responder al ritmo. Se recomienda que pertenezca a la época de los asistentes y que no interfiera con sonidos, canciones o conversaciones emitidas por el grupo.
Vocalización. Siempre que sea posible se recomienda la emisión de sonidos mientras se mueven, pues un “ah” o “hum”, favorece la respiración, la circulación y la vinculación del núcleo del cuerpo con el movimiento.
Cuando el grupo se siente cómodo emitiendo sonidos,podemos trabajar con sonidos que expresen sentimientos. Esto, combinado con el movimiento, aumenta la gama de conductas expresivas y comunicativas.
Objetos. Muy útiles para estimular la actividad y la interacción entre los miembros del grupo en juegos de participación que aumenten la conciencia interpersonal. También se pueden utilizar en grupos con nivel de desorientación y confusión elevadas para mantener al grupo conectado y unido.
Uso de imágenes. El uso de imágenes en el grupo cambia el foco de atención de la acción a los sentimientos, pensamientos y memorias que se expresan, convirtiéndose en la motivación para el movimiento.
Por otro lado, se evitara la realización de saltos como elemento de acondicionamiento del tren inferiorya que se podrían producir serias lesiones óseas por fracturas. También se deberá prestar atención a que todos los movimientos se han de establecer en ausencia absoluta de dolor, ya que de no ser así estaremos ante el riesgo de producir graves lesiones en los tejidos blandos. En muchas ocasiones se ha de plantear sesiones específicas de relajación. Experiencias llevadas a cabo en danza-movimiento-terapia con personas de la tercera edad demuestran que tras un tiempo se observan, entre otros, los siguientes efectos:
La diversión generada a través de actividades de juego promueven y facilitan la interacción en el grupo.
Incremento del nivel de energía debido al sentimiento de logro.
Estimulación de la autoexpresión y redescubrimiento de actividades como moverse, cantar y comunicarse con los demás.
Mejoras físicas y psicológicas (estado anímico, atención, socialización, etc)
Coordinación de esfuerzos entre los miembros del grupo para realizar actividades conjuntas.
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