20 Mar
Espacios Naturales Protegidos: Historia, Conciencia Ambiental y Ejemplos en Castilla-La Mancha
Introducción
El ser humano siempre ha identificado lugares con un valor natural sobresaliente y, en ocasiones, ha buscado su conservación. Una de las motivaciones históricas para preservar ciertos espacios ha sido la caza, dando lugar a los «cazaderos reales» o «cotos regios», protegidos por y para el poder. Otros espacios se han conservado debido a su inaccesibilidad o dificultad para ser explotados, a menudo por razones climáticas o de relieve. Sin embargo, a mediados del siglo XIX, en Estados Unidos, comenzó la protección de enclaves por su belleza y singularidad. En 1872, con los esfuerzos del naturalista John Muir, se protegió un espacio emblemático como Yellowstone, seguido por Yosemite. Así nació la historia de los Espacios Naturales Protegidos (ENP).
Nacimiento de la Conciencia Ambiental
En 1963, la doctora Rachel Carson publicó el libro Primavera silenciosa, que denunciaba los efectos nocivos del uso masivo del plaguicida DDT. Carson observó la desaparición de la fauna y la aparición de malformaciones y nuevos tipos de cáncer, generando una gran polémica. Este evento se considera el punto de partida de la «Conciencia Ambiental». A finales de los años 60, surgieron importantes grupos ecologistas como ADENA (WWF fuera de España) y Greenpeace.
En España, en 1918, se declaró el primer parque nacional: La Montaña de Covadonga. En 1933, se protegieron las Lagunas de Ruidera. En la década de 1970, ya existía una conciencia ambiental, aunque minoritaria, en España, y se logró proteger el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. Desde entonces, se han producido catástrofes, han nacido asociaciones, se ha generalizado la conciencia ambiental, ha surgido legislación específica y se han protegido cientos de miles de hectáreas. Sin embargo, en algunos aspectos, la situación ha empeorado.
Los Espacios Naturales Protegidos en Castilla-La Mancha (CLM)
En CLM, concretamente en Ciudad Real, existen dos parques nacionales: el de las Tablas de Daimiel (1973) y el de Cabañeros (1996). Además, la región cuenta con una extensa red de espacios protegidos que abarca aproximadamente una cuarta parte de su territorio. Esta red incluye diversas figuras de protección, como:
- Parque Natural
- Paisaje Natural
- Monumento Natural
- Microrreserva
- Reserva Natural
- Reserva Fluvial
- Paisaje Protegido
- L.I.C. (Lugar de Importancia Comunitaria)
- Z.E.C. (Zonas de Especial Conservación)
- Reserva de la Biosfera
- Lugar del Convenio RAMSAR
- Patrimonio de la Humanidad
- Z.E.P.A. (Zona de Especial Protección para las Aves)
Algunas de estas figuras pueden acumularse. Por ejemplo, un parque nacional puede ser simultáneamente Sitio RAMSAR, Reserva de la Biosfera y Zona ZEPA. Otras comunidades autónomas pueden tener figuras de protección adicionales.
Juicio Crítico sobre los Espacios Naturales Protegidos
Hace años, algunos expertos señalaron el problema de crear «islas de naturaleza» y de la protección meramente formal, es decir, legislar sin implementar acciones concretas para la conservación efectiva. Algunos autores han propuesto «parquerizar» el territorio, lo que implica no declarar espacios naturales protegidos de forma aislada, sino seguir una política de protección integral de la naturaleza y Ordenación del Territorio.
El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel
El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, como muchos parques nacionales, ha tenido una historia conflictiva. Originalmente, este territorio se conservó como Cazadero Real y, en ocasiones, se explotó para la caza. Después de la Guerra Civil, el espacio siguió estando a disposición del Jefe del Estado para la caza. En 1956, se inició un proyecto de desecación que implicó el encauzamiento de los ríos para destinar las tierras inundables a cultivos.
En 1968, científicos y conservacionistas lograron frenar el proyecto, se prohibió la caza y, finalmente, se declaró el espacio como protegido. Las Tablas son zonas encharcables formadas por la confluencia de los ríos Gigüela, Guadiana y Azuer. La mezcla de aguas de estos tres ríos era la fuente de su gran diversidad. Sin embargo, los humedales manchegos ocupaban en esa época 25.000 hectáreas, mientras que el parque nacional solo tiene una extensión de 1.928 hectáreas. Para el caso de Daimiel, se acuñó el término «daimielización», que describe la explotación irracional de los recursos naturales hasta ponerlos en peligro.
Parque Nacional de Cabañeros
Cabañeros era un latifundio de unas 15.000 hectáreas situado al norte de la provincia de Ciudad Real. En 1983, se decidió instalar un campo de tiro para el ejército del aire. La gran riqueza ecológica de la comarca, los Montes de Toledo, representaba un obstáculo, ya que albergaba numerosas especies de grandes aves que suponían un peligro para los aviones de guerra. Allí se encuentra la segunda colonia más importante de Europa de buitre negro, además de una vegetación y fauna ricas y bien conservadas.
Surgió un movimiento vecinal, ecologista, académico y político en contra del proyecto, y el 11 de julio de 1988, Cabañeros fue declarado Parque Natural. El 20 de julio, Anchuras, a 20 km de Cabañeros, fue declarada zona de interés para la defensa. Anchuras inició su propia lucha, y en 1996, Cabañeros fue declarado Parque Nacional. Ese mismo año, se derogó el Real Decreto que amenazaba a Anchuras. El parque se amplió a más de 40.000 hectáreas.
Conclusión
En la actualidad, España cuenta con una red de Espacios Naturales Protegidos que abarca aproximadamente el 22% de su territorio. Esta red es fundamental para la conservación de la biodiversidad y el patrimonio natural del país.
Bibliografía
- Alonso Millán, Jesús (1995). Una tierra abierta. Materiales para una historia ecológica de España. Compañía literaria. Madrid, 355 pp.
- De Prada, Carlos (1995). Tierra quemada. Políticos y empresarios contra la naturaleza. El negocio verde. E. Temas de hoy, Madrid, 306 pp.
- Fernández, Joaquín; Pradas Regel, Rosa (1996). Los parques nacionales. (Una aproximación histórica). O.A. Parques Nacionales, Madrid, 482 pp.
- García Rayego, José Luis; Serrano de la Cruz, Manuel Antonio (2007). «Los Espacios Naturales Protegidos». En Pillet Cap de Pon, Félix (Coord.) Geografía de Castilla la Mancha, Almud Ediciones, Ciudad Real, pp. 119-138.
- Zamora Soria, Francisco (Coord.) (2008). En primera persona: apuntes para una historia necesaria de ecologismo, conservación y destrucción de la naturaleza en la provincia de Ciudad Real. Magpie editando, Ciudad Real, 198 pp.
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