30 Nov

La Transición Española (1975-1982)

Definición y Contexto

La transición democrática en España fue el proceso de restablecimiento de las instituciones democráticas entre 1975 y 1982. Comenzó con la muerte de Franco y la proclamación de Juan Carlos I como rey, y terminó con la victoria electoral del PSOE. Este periodo se desarrolló en un contexto internacional de crisis económica por la subida de los precios del crudo desde 1973, que afectó a España con inflación, déficit exterior, quiebras de empresas, paro y retorno de emigrantes. Al mismo tiempo, España era el único país de Europa bajo una dictadura, mientras que otras dictaduras en Europa caían.

La transición fue impulsada desde dentro del sistema mediante presión popular, oposición democrática y la voluntad de cambio de un sector del régimen franquista. Fue un pacto entre dirigentes del antiguo Estado franquista y políticos de la oposición, quienes acordaron integrar a la oposición a cambio de renunciar a aspectos conflictivos de sus programas, como el republicanismo, la revolución social y la independencia de Cataluña y el País Vasco.

El proceso no estuvo libre de violencia y conflictos, incluyendo manifestaciones, huelgas, un intento de golpe de Estado y terrorismo, con ETA responsable de la mayoría de los atentados.

Gobierno de Arias Navarro

En el gobierno de Arias Navarro, confirmado en su cargo tras el juramento del rey Juan Carlos I, se evidenció un enfrentamiento personal entre Arias Navarro, contrario a cualquier cambio, y el rey, partidario de una democratización plena. El clima social se volvía cada vez más tenso, y el gobierno respondía con dureza, como en los Sucesos de Vitoria en marzo de 1976. Finalmente, tras los sucesos de Montejurra, el rey reemplazó a Arias Navarro por Adolfo Suárez en julio de 1976.

Gobierno de Suárez

Adolfo Suárez fue elegido presidente del Gobierno y formó un gabinete con figuras moderadas del franquismo, pero con un enfoque reformista. Promovió la Ley para la Reforma Política, que abrió el camino hacia la democracia desde la legalidad franquista. Esta ley estableció nuevas Cortes bicamerales elegidas por sufragio universal y directo, recuperó la soberanía nacional, legalizó los partidos políticos y defendió los derechos de los ciudadanos. La ley fue aprobada por las Cortes franquistas y en referéndum.

A pesar de los intentos desestabilizadores del terrorismo, con atentados de grupos de extrema derecha, GRAPO y ETA, el programa de reformas continuó. Suárez promulgó una ley sobre el derecho de asociación política que facilitó la legalización de todos los partidos democráticos, excepto el Partido Comunista, que fue legalizado en abril de 1977.

El 15 de junio de 1977 se celebraron las primeras elecciones democráticas y plurales desde 1936. La Unión de Centro Democrático (UCD) ganó con el 34% de los votos, pero sin lograr la mayoría absoluta. El PSOE obtuvo el 29% y otras formaciones, como el PCE-PSUC, AP y los nacionalismos catalán y vasco, también estuvieron representados en las nuevas Cortes. El rey encargó a Adolfo Suárez formar su segundo Gobierno, el primero democrático.

Periodo Constituyente (1977-1979)

Tras las elecciones de 1977, la Unión de Centro Democrático (UCD) intentó gobernar en solitario, estableciendo pactos con otras fuerzas políticas. Esta política de consenso permitió la aprobación de varias medidas clave:

  • Ley de Amnistía (octubre de 1977): Incluyó todo acto de intencionalidad política y el Estado renunció a investigar responsabilidades de las autoridades franquistas.
  • Pactos de Moncloa (octubre de 1977): Un acuerdo económico que estableció un nuevo modelo de relaciones laborales, reforma fiscal, control del desempleo y salarios, reforma de la Seguridad Social y el código penal, y acuerdos en materia de enseñanza. Los Pactos lograron mejoras, pero su aplicación se vio limitada por la crisis mundial del petróleo en 1979.
  • Concesión de preautonomías: Se otorgaron en trece regiones españolas, siendo las primeras en Cataluña, con la vuelta de la Generalitat en septiembre de 1977, y el País Vasco en enero de 1978.
  • Elaboración y aprobación de la Constitución: El proceso culminó con la aprobación de la Constitución el 6 de diciembre de 1978, sentando las bases de la democracia en España.

La Consolidación Democrática y la Crisis de UCD (1979-1982)

Tras la etapa constituyente, se convocaron nuevas elecciones en marzo de 1979, en las que la Unión de Centro Democrático (UCD) ganó nuevamente y gobernó en minoría. Durante esta etapa, se desarrolló el Estado de las Autonomías con la aprobación de estatutos y la celebración de elecciones autonómicas. Se aprobaron el Estatuto de los Trabajadores en 1980 y la Ley del Divorcio en 1981. España ingresó en la OTAN en 1982. El liderazgo de Adolfo Suárez se debilitó debido a críticas internas en su partido, el aumento del paro y el terrorismo de ETA y GRAPO. Felipe González intentó una moción de censura, que no prosperó. Suárez dimitió en enero de 1981, siendo reemplazado por Leopoldo Calvo Sotelo.

El 23 de febrero de 1981, un grupo de guardias civiles liderados por el teniente coronel Tejero interrumpió la votación de investidura de Calvo Sotelo y tomó a los parlamentarios como rehenes. Sin embargo, el rey Juan Carlos I desautorizó a los golpistas y reafirmó la legitimidad de la Constitución y la obediencia de las fuerzas armadas. El fracaso del golpe afianzó la democracia.

Entre 1981 y 1982, la UCD se fue desintegrando debido a divergencias ideológicas y malos resultados en elecciones autonómicas. Ante esta situación, Calvo Sotelo disolvió las Cortes y convocó nuevas elecciones para octubre de 1982, en las que el PSOE obtuvo un triunfo arrollador y comenzó su mandato, marcando una nueva etapa política en España.

El Franquismo (1939-1975)

El franquismo, que abarcó desde 1939 hasta 1975, se erigió como una dictadura autoritaria bajo el liderazgo omnipresente de Francisco Franco. Esta forma de gobierno se gestó durante la Guerra Civil española, amalgamando los principios de la Falange Española, el corporativismo católico y el tradicionalismo. En la práctica, Franco acumuló en su persona los poderes políticos, militares y del partido único, configurando así una dictadura personal y vitalicia.

La legitimidad del régimen franquista se basó en una estrecha alianza con la Iglesia Católica, que otorgó a Franco el título de «Caudillo de España por la gracia de Dios», confiriéndole una justificación divina a su dominio. Este régimen, fuertemente antiliberal y anticomunista, promovió un Estado unitario y centralizado que rechazaba la autonomía regional y veía al Ejército como garante de la unidad nacional.

A nivel ideológico, el franquismo se caracterizó por la exaltación de los valores tradicionales, el nacionalismo español y el catolicismo. Se propagaron ideales de orden, familia y tradición, se enfatizó el patriotismo español, resaltando figuras como los Reyes Católicos, Carlos I y Felipe II, y se estableció la religión católica como la única oficial del país, otorgando un gran poder a la Iglesia Católica.

La represión fue una constante durante el régimen franquista, dirigida tanto hacia los vencidos en la Guerra Civil como hacia los opositores políticos, lo que generó un clima de temor y represión.

Para llenar el vacío jurídico dejado por la falta de una constitución, el régimen franquista promulgó las Siete Leyes Fundamentales entre 1938 y 1967, las cuales definieron la estructura política, institucional y administrativa de la dictadura. Estas leyes consolidaron los poderes de Franco, regularon las relaciones laborales, crearon el Consejo del Reino y las Cortes, y reconocieron derechos y libertades limitados.

En cuanto a las fuerzas políticas que apoyaron el régimen, se destacaron grupos como los falangistas, los monárquicos (carlistas y alfonsinos) y los católicos. Los falangistas, con planteamientos cercanos al fascismo italiano, fueron influyentes durante los primeros años del régimen. Los monárquicos estuvieron divididos entre los carlistas, partidarios de una monarquía autoritaria con un pretendiente carlista, y los alfonsinos, que respaldaron a Juan de Borbón. Por su parte, los católicos se organizaron en asociaciones como la Asociación Católica Nacional de Propagandistas (ACNP) y el Opus Dei, influyendo tanto en el ámbito político como en el social.

La evolución política del franquismo se puede dividir en cinco etapas:

  1. Cercanía a regímenes totalitarios (1936-1945): donde los falangistas tenían mayor protagonismo debido a su afinidad con Hitler y Mussolini.
  2. Aislamiento internacional (1945-1950): marcado por la exclusión de España de la comunidad internacional debido a su apoyo a Hitler.
  3. Apertura internacional (1950-1955): facilitada por la Guerra Fría y el cambio de estrategia de Estados Unidos, que buscaba aliados contra la URSS.
  4. Etapa tecnocrática (1955-1969): liderada por el Opus Dei, caracterizada por políticas económicas de apertura y desarrollo.
  5. Años finales del régimen (1969-1975): marcados por crecientes dificultades internas y externas, incluido el distanciamiento de la Iglesia Católica y el incremento de la oposición política.

Este período culminó con la muerte de Franco en noviembre de 1975, abriendo paso a la transición hacia la democracia en España.

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