05 Mar
La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
El malestar en España, debido al desprestigio del sistema de la Restauración, la crisis política y el desastre militar de Annual (1921), llevó al golpe de Estado del capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, en septiembre de 1923. Justificó su intervención como una solución temporal para regenerar el país, contando con el apoyo del Ejército, la Iglesia y la burguesía. Alfonso XIII respaldó la dictadura, vinculando su destino a ella.
El Directorio Militar (1923-1925)
En esta primera fase, el gobierno estuvo compuesto únicamente por militares y adoptó medidas autoritarias como la suspensión de la Constitución de 1876, la disolución de las Cortes y la prohibición de los partidos políticos. Se estableció una fuerte censura de prensa y se reprimió cualquier tipo de oposición. Además, se prohibió el uso del catalán en espacios públicos y se limitaron las libertades políticas y sindicales, lo que redujo drásticamente las huelgas y conflictos laborales.
Para consolidar su poder, Primo de Rivera creó en 1924 la Unión Patriótica, un partido único sin ideología definida que servía únicamente para respaldar la dictadura. En el ámbito laboral, intentó atraer a los sindicatos moderados como la UGT, incluyendo a su líder, Largo Caballero, en el Consejo Superior del Trabajo, aunque la CNT fue prohibida y los comunistas perseguidos.
Uno de los mayores éxitos del Directorio Militar fue el fin de la guerra de Marruecos, un conflicto que había desgastado tanto al Ejército como a la opinión pública. Primo de Rivera, inicialmente partidario de abandonar el Protectorado, cambió de postura ante la amenaza de Abd el-Krim y llevó a cabo, junto con Francia, el desembarco de Alhucemas (1925), que supuso la derrota de los rebeldes rifeños y la pacificación definitiva del territorio.
El Directorio Civil (1925-1930)
Con el objetivo de institucionalizar el régimen, Primo de Rivera sustituyó el Directorio Militar por un Directorio Civil en el que participaron tanto militares como civiles. Se creó la Asamblea Nacional Consultiva (1927) para sustituir a las Cortes, compuesta por miembros de la Unión Patriótica y funcionarios, aunque sus decisiones no eran vinculantes.
Económicamente, el régimen adoptó una política intervencionista y proteccionista, inspirada en el modelo fascista de Mussolini. Se impulsaron grandes obras públicas, como la electrificación de los ferrocarriles y la construcción de infraestructuras hidráulicas, y se crearon monopolios estatales como Telefónica y CAMPSA. Estas medidas estimularon la economía inicialmente, pero generaron un fuerte endeudamiento e inflación.
A medida que el régimen se consolidaba, su voluntad de perpetuarse en el poder generó un rechazo creciente en distintos sectores:
- Los partidos conservadores y liberales exigían el retorno a la legalidad constitucional.
- Los republicanos fundaron la Alianza Republicana (1926) e iniciaron campañas contra la dictadura.
- Los nacionalistas se oponían al centralismo del régimen.
- Los intelectuales, como Ortega y Gasset y Unamuno, criticaban la falta de libertades.
- El movimiento obrero, liderado por anarquistas y comunistas, impulsó la creación de la Federación Anarquista Ibérica (1927).
- El propio Ejército empezó a conspirar contra la dictadura debido a las irregularidades en los ascensos militares.
En 1930, la crisis económica internacional y el descontento generalizado forzaron la dimisión de Primo de Rivera (enero de 1930), quien se exilió en París.
El final del reinado de Alfonso XIII (1930-1931)
Tras la caída de Primo de Rivera, Alfonso XIII intentó restaurar el sistema constitucional nombrando jefe de Gobierno al general Berenguer, pero su gobierno fue incapaz de gestionar la crisis y restaurar la confianza en la monarquía. En este contexto, los republicanos, nacionalistas y socialistas firmaron el Pacto de San Sebastián (agosto de 1930), comprometiéndose a instaurar la República.
El primer intento de derrocar la monarquía fue el pronunciamiento de Jaca (diciembre de 1930), liderado por los capitanes Galán y García, pero fracasó y sus líderes fueron fusilados. Sin embargo, la oposición republicana siguió ganando fuerza, con el respaldo de intelectuales como Ortega y Gasset, Pérez de Ayala y Marañón, quienes fundaron la Asociación al Servicio de la República (1931).
En febrero de 1931, el almirante Aznar sustituyó a Berenguer y convocó elecciones municipales el 12 de abril de 1931. Aunque en el cómputo general los monárquicos obtuvieron más votos, los republicanos ganaron en las principales ciudades, lo que fue interpretado como un rechazo popular a la monarquía. Ante la presión, Alfonso XIII abdicó y partió al exilio el 14 de abril de 1931, fecha en la que se proclamó la Segunda República.
Guerra Civil Española (1936-1939)
Evolución política y económica en las dos zonas
La España republicana
Durante la guerra, la República tuvo tres gobiernos, marcados por conflictos internos y dificultades económicas.
- Gobierno de Giral (julio – septiembre 1936): Para frenar el golpe, se armó a los obreros, lo que llevó a la formación de milicias y comités revolucionarios. El desorden interno favoreció el avance franquista.
- Gobierno de Largo Caballero (septiembre 1936 – mayo 1937): Se creó el Ejército Popular, se restauró la legalidad y se aprobó el Estatuto Vasco. En mayo de 1937, comunistas y republicanos derrotaron a anarquistas y trotskistas en los Sucesos de Mayo en Barcelona. La división interna y las derrotas militares debilitaron su gobierno.
- Gobierno de Negrín (mayo 1937 – marzo 1939): Bajo influencia comunista y con apoyo soviético, defendió la resistencia a la espera de la Segunda Guerra Mundial. Intentó negociar la paz, pero Franco rechazó su propuesta. La caída de Barcelona (febrero 1939) y el golpe del general Casado (marzo 1939) precipitaron la derrota republicana.
La España nacional
Desde el inicio, los sublevados consolidaron un régimen militar y autoritario.
- Junta de Defensa Nacional (julio 1936): Formada en Burgos, dirigió la zona sublevada y estableció medidas represivas.
- Franco, Jefe del Estado (octubre 1936): Su liderazgo se consolidó tras la victoria en el Alcázar de Toledo.
- Decreto de Unificación (abril 1937): Se creó un partido único (FET y de las JONS), con el respaldo de la Iglesia, que presentó la guerra como una «cruzada» contra el comunismo.
- Primer gobierno franquista (enero 1938): Sentó las bases del Estado franquista con la Ley de Administración del Estado y el Fuero del Trabajo, estableciendo sindicatos verticales y regulaciones laborales.
La dimensión internacional del conflicto
El conflicto tuvo gran impacto internacional, con potencias extranjeras apoyando a ambos bandos.
No intervención: Francia y Reino Unido promovieron el Comité de No Intervención (1936), pero fracasó, ya que ambos bandos recibieron apoyo externo.
Apoyo a Franco
- Alemania: Legión Cóndor, responsable del bombardeo de Guernica (1937).
- Italia: Tropas del Corpo di Truppe Volontarie, participando en varias batallas.
- Portugal: Envío de la Legión Viriato y apoyo logístico.
- EE.UU. (empresas privadas): Suministraron petróleo y vehículos.
- Voluntarios católicos: Brigadas extranjeras de Irlanda, Francia y Polonia.
Apoyo a la República
- URSS: Material bélico y asesores, financiados con el «oro de Moscú».
- México: Apoyo diplomático y militar limitado.
- Brigadas Internacionales: 40.000 voluntarios extranjeros participaron en la guerra, destacando en la defensa de Madrid y la batalla del Ebro, antes de ser retirados en 1938.
En definitiva, la Guerra Civil Española no solo fue un conflicto interno, sino un anticipo de la Segunda Guerra Mundial, con la participación indirecta de las grandes potencias.
Hispania romana
Roma conquistó la península Ibérica en tres fases:
- Primera etapa (219-197 a.C.): Derrota de los cartagineses en la Segunda Guerra Púnica y conquista del Levante y el valle del Guadalquivir.
- Segunda fase (157-133 a.C.): Conquista de la Meseta y Lusitania tras vencer a los lusitanos de Viriato y a los celtíberos en Numancia.
- Tercera fase (27-19 a.C.): Dominio de la Cordillera Cantábrica tras someter a astures, cántabros y vascones.
Roma denominó Hispania a la península, organizándola en tres divisiones administrativas con el tiempo:
- Citerior y Ulterior (197-19 a.C.).
- Tarraconensis, Baetica y Lusitania (19 a.C.-284 d.C.).
- Seis provincias: Tarraconensis, Cartaginensis, Baetica, Lusitania, Gallaecia y Balearica (284-476 d.C.).
La romanización transformó profundamente la sociedad:
- Se impuso el modelo social romano (libres y esclavos). En 212, el emperador Caracalla otorgó la ciudadanía romana a todos los súbditos.
- La economía se basó en el latifundio agrícola y el trabajo esclavo. La minería fue clave (oro en León, plomo en Cartagena, mercurio en Almadén). Se usaba el denario como moneda.
- Se difundió la cultura romana con la construcción de ciudades (Tarraco) y grandes obras públicas (calzadas, acueductos, puentes, pantanos, teatros). Se impusieron el derecho romano, el latín y las religiones oficiales, primero el culto al emperador y luego el cristianismo.
En Hispania nacieron personajes destacados como los emperadores Trajano y Adriano, el filósofo Séneca y el poeta Marcial.
Los reinos cristianos: evolución de la conquista de la Península
La Reconquista fue el proceso por el cual los reinos cristianos recuperaron el territorio del Reino visigodo entre los siglos VIII a XV. Pasó por las etapas siguientes:
- Siglos VIII-X. Los cristianos conquistaron el valle del Duero (Simancas (939)), alto valle del Ebro (Calahorra (918)) y la plana de Vic (Vic (878)).
- Siglos XI-XIII. La etapa de mayor expansión: Castilla se extendió hasta el valle del Guadalquivir (Toledo (1085), Navas de Tolosa (1212) y Sevilla (1248)) y la Corona de Aragón hasta Valencia (1238).
- Finales del siglo XV. Los Reyes Católicos reconquistaron Granada (1482-1492).
Los reinos cristianos: organización política
El rey era la máxima autoridad, pero su poder solo era efectivo en las tierras de realengo.
Los órganos de gobierno más importantes eran:
- Curia Real. Asesoraba al rey.
- Cortes. Representaban a clero, nobleza y ciudades. Las convocaba el rey para hacer consultas y votar impuestos.
- Concejo. Gobernaba villas y ciudades. Sin apenas poder si pertenecían a un señorío.
Los Austrias del siglo XVII: Política interior y exterior
Durante el siglo XVII reinaron Felipe III (1598-1621), Felipe IV (1621-1665) y Carlos II (1665-1700).
Felipe III
- Introdujo la figura del valido, siendo el duque de Lerma el primero (1598-1618).
- En política interior, promovió el favoritismo y expulsó a los moriscos (Valencia 1609, Aragón y Castilla 1610).
- En política exterior, adoptó una política pacifista (Pax hispánica), firmando la Paz de Londres (1604) con Inglaterra y la Tregua de los Doce Años (1609) con las Provincias Unidas. No se involucró en el inicio de la Guerra de los Treinta Años (1618).
Felipe IV
- Su primer valido fue el conde-duque de Olivares (1621-1643).
- Intentó una monarquía unitaria con el Gran Memorial (1624) y la Unión de Armas (1625), pero fracasó debido a la oposición de Aragón.
- En política exterior, se unió a Austria en la Guerra de los Treinta Años (1621) contra los protestantes. Aunque hubo victorias españolas, la derrota en Recroi (1643) marcó un giro.
- La Paz de Münster (1648) reconoció la independencia de las Provincias Unidas, y la Paz de los Pirineos (1659) puso fin a la guerra con Francia, cediendo territorios como Rosellón y Cerdaña.
Carlos II
- La falta de descendencia generó el problema sucesorio, resolviéndose con la elección de Felipe de Anjou como heredero, lo que originó la Guerra de Sucesión (1701-1713).
- En política exterior, se reconoció la independencia de Portugal (1668) y se perdieron territorios ante Francia (Franco-Condado, Paz de Nimega 1678), aunque Francia devolvió Cataluña y Luxemburgo (Paz de Ryswick 1697).
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