21 Dic

España en la Unión Europea

La integración española en Europa

España ingresó en la UE en 1986. Hasta entonces, no cumplía las condiciones políticas exigidas y su economía estaba más atrasada.

Factores de la integración

  • Políticamente: la instauración de la democracia, con elecciones libres en 1977 y la Constitución en 1978, permitió el inicio de las negociaciones. La integración era vista por Europa como una manera de afianzar la democracia y cumplir con el ideal de una Europa unida.
  • Económicamente: la integración de España permitía paliar los efectos de la crisis de 1975 y acelerar el crecimiento económico. Desde 1977, España inició reformas económicas, como los “Pactos de la Moncloa”, para facilitar la entrada en la UE. Esta última, que tenía que competir con EE. UU. y Japón en la globalización económica, necesitaba nuevos miembros que diversificaran la producción y aumentaran la capacidad de consumo. Las negociaciones fueron difíciles porque la producción agrícola y pesquera nacional era muy competitiva frente a la de los países comunitarios.

Consecuencias de la integración

  • En el terreno político, reforzó la democracia y el Estado de derecho.
  • En el terreno económico, España estaba más atrasada. La tasa de paro duplicaba a la europea, el PIB per cápita era inferior y la economía era poco productiva y poco competitiva. En este campo hubo consecuencias:
    • Acabó con el aislamiento y permitió el acceso al mercado único.
    • Obligó a realizar reformas para adaptarse a la economía y políticas comunitarias, sobre todo en agricultura, pesca, industria, transportes, comercio, etc. El objetivo era modernizar la producción y aumentar la competitividad y la productividad.
    • En este esfuerzo se contó con importantes ayudas económicas. Hasta 2006, España ha sido la nación más beneficiada por los fondos europeos, lo que ha favorecido su desarrollo, sobre todo en las redes transeuropeas de transporte, I+D y cooperación industrial.
    • El resultado ha sido un importante crecimiento económico y de convergencia. Desde 2008 superamos la media comunitaria, quizás solo por la ampliación al Este.
  • En el terreno social, España amplió las prestaciones sociales.

La posición actual de España en la UE y retos de futuro

La posición geográfica y demográfica

  • Su localización geográfica en el extremo suroeste del continente, en la periferia del centro de la Unión, lo que se ha acentuado con la ampliación al Este.
  • Su situación geoestratégica en una encrucijada de mares y continentes favorece su papel mediador entre la UE y los ámbitos atlántico y mediterráneo.
  • Su superficie y población la sitúan como el segundo Estado más extenso, tras Francia, y el quinto más poblado tras Alemania, Reino Unido, Francia e Italia, aunque su densidad es inferior a la media europea.

La posición política y sus retos

La posición socioeconómica y sus retos

a) La posición socioeconómica coloca a España en una posición intermedia entre los países más avanzados y los últimos en ingresar. Esta posición es el resultado del descenso de la media europea tras las dos últimas ampliaciones y del crecimiento de nuestro PIB por encima de la media en los últimos años. Pero España está por debajo de la media europea en competitividad y productividad. La razón es el retraso en I+D, en la implantación de TIC, en innovación y en formación. Con respecto a los países más adelantados, el PIB es el quinto de la UE y la renta per cápita supera a la media. La baja productividad y desarrollo tecnológico es un lastre, sobre todo en los momentos de crisis. Respecto a los países menos desarrollados, se sufre la competencia de ellos en los productos industriales de tecnología media y baja, y desde 2014 es el este el que se lleva la mayoría de los fondos europeos.

b) Posición social: las migraciones y el turismo han potenciado la presencia española en Europa. Entre los aspectos negativos, el elevado porcentaje de paro.

c) El reto socioeconómico: el incremento de la productividad y de la competitividad es imprescindible. Para ello hay que aumentar el contenido tecnológico, la calidad, el diseño y la diferenciación de los productos; participar en las redes comerciales exteriores; mejorar las infraestructuras de transporte y comunicaciones; aumentar la formación de la mano de obra, y mantener la estabilidad económica, lo que favorece a las inversiones (Estrategia Europa 2020).

Anexo: El funcionamiento de la Unión Europea

Las instituciones de la Unión Europea tras los tratados de Niza y Lisboa quedan así:

  • El Consejo Europeo: máximo órgano político de la Unión. Formado por los Jefes de Estado (solo Francia) y de Gobierno (resto), por el Presidente de la Comisión Europea, y por un Presidente elegido por 2,5 años, renovable una sola vez. Su función es determinar los objetivos y prioridades de la UE en las reuniones que se celebran dos veces por semestre. Las decisiones se toman por consenso (en Exteriores, Defensa, Fiscalidad, Asilo e inmigración y tratados por unanimidad).
  • El Consejo de la Unión Europea: representa a los Estados miembros. Está formado por un ministro de cada uno de ellos (varía según el tema a tratar). Su presidencia es rotatoria y de seis meses. Comparte funciones con el Parlamento (“codecisión”, el Consejo decide por mayoría y luego se somete el asunto al Parlamento en “tres lecturas”; si no hay acuerdo, una “comisión de conciliación” presenta un texto de consenso). Aprueba las leyes y el presupuesto. Trata la política económica, la exterior y de seguridad común, de justicia… Adopta las decisiones por “mayoría cualificada” (equivale al 55 % de los miembros del Consejo, que debían representar al 65 % de la población; en la actualidad, el 62 %).
  • El Parlamento Europeo: representa a la ciudadanía de la UE. Formado por parlamentarios, electos por sufragio universal cada cinco años. Los 751 diputados se agrupan por grupos ideológicos. Se eligen en proporción a la población de cada nación (mínimo de 6 y máximo de 96). Sus funciones son las mismas que las del Consejo Europeo y además controla al Consejo y a la Comisión y ratifica los acuerdos internacionales más importantes.
  • La Comisión Europea: representa a los intereses de la UE. Compuesta por Presidente, Vicepresidente (representante de la UE para Asuntos Exteriores, Política de Seguridad) y Comisarios encargados de las diferentes áreas. Tiene un mandato de cinco años. Está formado por un número de Comisarios equivalente a dos tercios del número de países miembros elegidos por turno rotatorio. Sus funciones son proponer las leyes, supervisar su cumplimiento y el de los tratados, gestionar el presupuesto y los programas europeos. Adopta las decisiones por mayoría simple. Es responsable ante el Parlamento.
  • El Tribunal de Justicia: formado por un juez por cada Estado miembro, con un mandato de seis años. Interpreta, garantiza y aplica la legislación europea, resuelve las disputas sobre las leyes de la UE. Sus decisiones son vinculantes.
  • El Tribunal de Cuentas: formado por un miembro por cada Estado miembro, mandato de seis años. Controla las inversiones de dinero para que se cumpla el presupuesto.
  • El Banco Central Europeo: dirigido por Presidente, Vicepresidente y los gobernadores de los Bancos Centrales de todos los miembros de la UE. Diseña y ejecuta la política monetaria de la Unión.
  • Además, la UE cuenta con diversos organismos y cargos para ámbitos especializados como el Banco Europeo de Inversiones (BEI), para prestar dinero a las regiones más desfavorecidas y cooperar con el exterior; el Comité Económico y Social (consultivo); el Comité de las Regiones, y el Defensor del Pueblo Europeo.

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