27 Jun

Estándares de Evaluación de Programas

Estándares de Evaluación de Programas: Son reglas del “buen hacer”, principios que orientan a las personas evaluadoras a la hora de llevar a cabo una evaluación de programas. Se concretan en 4 categorías:

  • UTILIDAD (Asegurar que la evaluación ofrezca información útil y adecuada para cada parte interesada).
  • VIABILIDAD (promover una evaluación realista, prudente, diplomática y moderada).
  • HONRADEZ (asegurar que la evaluación se lleve a cabo según normas legales y principios éticos),
  • PRECISIÓN (normas técnicas para asegurar que la evaluación ofrezca información de calidad sobre la realidad estudiada).

Estándares de Utilidad

Son normas para asegurar que la evaluación ofrezca información necesaria y adecuada para cada parte implicada. 7 NORMAS:

  1. Descripción de la audiencia (personas implicadas).
  2. Credibilidad del evaluador (personas de confianza y competentes).
  3. Alcance y selección de la información.
  4. Interpretación de la información.
  5. Claridad del informe de evaluación.
  6. Difusión del informe, dándolo a conocer.
  7. Impacto de la evaluación: estimular el seguimiento de las evaluaciones por parte de las personas afectadas.

Estándares de Viabilidad

Normas para promover una evaluación realista, prudente, diplomática y moderada. Integrado por 3 NORMAS:

  1. Procedimientos prácticos: deben ser adecuados y realistas para conseguir la información necesaria creando el mínimo de problemas posibles.
  2. Viabilidad política: evitando cualquier intento de intervenir en su desarrollo o resultados.
  3. Eficacia en los costes (coste-efectividad): la evaluación debe intentar conseguir la información necesaria utilizando sólo los recursos precisos, con moderación y prudencia. Para lograr la eficiencia, debe elegirse la metodología que ofrezca mejores prestaciones a menor coste (de tiempo, económico y personal).

Estándares de Honradez o Probidad

Son normas para asegurar que la evaluación se lleve a cabo de acuerdo a las normas legales y principios éticos, respetando al máximo el bienestar de los implicados y partes interesadas en la evaluación. Integrados por 8 NORMAS:

  1. Orientación al servicio: diseñar las evaluaciones con intención de atender y satisfacer las necesidades de los participantes.
  2. Acuerdos formales: plasmar en un documento las condiciones en las que se llevará a cabo la evaluación y las obligaciones de las partes implicadas.
  3. Respeto a los Derechos Humanos: la evaluación se diseña respetando los derechos y bienestar de las personas a las que pueda afectar.
  4. Relaciones humanas: respetar la dignidad e integridad de las personas relacionadas con la evaluación.
  5. Informes claros y completos.
  6. Derecho a saber: asegurar que los resultados de la evaluación (y sus limitaciones) sean accesibles a las personas/grupos afectados.
  7. Conflicto de intereses (entre clientes y partes interesadas o afectadas). Debe afrontarse de abierta y honestamente, de forma que no interfieran ni en el proceso ni en los resultados de la evaluación.
  8. Responsabilidad fiscal: debe asegurarse el uso de procedimientos económicos, siendo prudentes y éticamente responsables.

Estándares de Precisión

Normas técnicas que aseguran que la evaluación ofrezca información de calidad sobre la realidad estudiada, para que sea posible determinar el valor y mérito del programa. 12 NORMAS:

  1. Documentación del programa: debe describirse y documentarse clara y adecuadamente.
  2. Análisis del contexto: para identificar su influencia en el desarrollo y resultados del programa.
  3. Descripción de intenciones y procedimientos de la evaluación con detalle y asegurar así la transparencia del proceso.
  4. Fuentes de información diferentes: describirlas detalladamente (su identificación y selección, técnicas utilizadas y forma de analizarla) para poder valorar si la información que ofrecen es adecuada o no.
  5. Información válida: debe elegirse asegurando la validez en las interpretaciones.
  6. Información fiable: deben elegirse procedimientos de recogida de información capaces de asegurar que ésta es suficientemente fiable para el uso al que se destina.
  7. Información sistemática: la información debe revisarse sistemáticamente para poder detectar y corregir los posibles errores.
  8. Análisis de la información cuantitativa, adecuada y sistemáticamente, para poder responder adecuadamente a las preguntas formuladas al inicio de la evaluación.
  9. Análisis de la información cualitativa, adecuada y sistemáticamente, para poder responder adecuadamente a las preguntas formuladas al inicio de la evaluación.
  10. Conclusiones justificadas explícitamente para que las partes implicadas y afectadas puedan someterlas a valoración.
  11. Objetividad del informe: debe reflejar con claridad los resultados de la evaluación, evitando toda distorsión debida a las posiciones personales.
  12. Metaevaluación: debe evaluarse la evaluación en sí misma, tanto de forma procesual como sumativa, poniéndola en relación con los estándares anteriores.

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