17 Ene

Negociar y Debatir el Proyecto de Intervención

El trabajador comunitario debe negociar su proyecto con la entidad o institución de la que depende y establecer un acuerdo tácito. Esta necesidad de negociación, o mejor aún, de transacción, se debe a que los proyectos que prevén la participación no siempre reciben la misma consideración por parte del trabajador comunitario, las organizaciones populares o la administración. Rebollo subraya cómo las expectativas ante los proyectos que pretenden la participación no tienen por qué coincidir: lo que se plantea en el fondo desde el Estado, o desde la administración local, no es la estructura de poder en la sociedad, sino el fortalecimiento de la legitimidad con la que opera uno de los poderes que se bate en la realidad social: el poder político. El otro sostén de los discursos político-institucionales de fomento de la participación ciudadana es el de la eficacia.

Ganar a tu administración para que promueva o apoye una posible intervención comunitaria requiere esfuerzos importantes. Hay que pensar y actuar en términos de adaptación o adecuación gradual a las propuestas de participación que prevé el proyecto. No se puede esperar una aceptación automática. La explicación racional de las nuevas propuestas, de sus conceptos clave y de sus ventajas previsibles debe ser parte de un esfuerzo de transición. El uso de sesiones de trabajo con formato grupal puede ser aconsejable. Ese ganar voluntades dentro de la entidad por parte del trabajador comunitario no debe entenderse como una actividad a desarrollar sólo en un momento dado. La forma más adecuada de comprenderla sería considerar que el trabajador comunitario debería formar parte de un equipo y que este equipo es, como todo grupo, una realidad comunicativa: unas formas de comprender compartidas que se han ido construyendo a lo largo del tiempo (reuniones, trabajo cooperativo, etc.). Si es así, el proyecto de intervención será considerado un proyecto propio del equipo y tendrá mucho apoyo en tu entidad.

A. Twelvetrees propone planteárselo como un reto estratégico:

Con objeto de influir en una organización para que se interese por una cuestión debes establecer una alianza, comenzando con los más cercanos, y gradualmente convirtiendo a más gente de dentro y de fuera de la organización.

La Actuación Estratégica en la Intervención Comunitaria

En el pensamiento actual se extiende la idea de que un proyecto debe ir acompañado de la certeza de que lo que se acaba imponiendo es una actuación estratégica que intenta sacar el mejor partido del encuentro entre los desarrollos ideales (lo planeado) y las posibilidades que ofrecen las situaciones concretas. La intervención social se desarrolla en el seno de sistemas de interacción complejos en los que las prácticas efectivas emergen como resultado de múltiples relaciones, transacciones e influencias que se producen entre agentes diversos. Por eso, el trabajo comunitario efectivo debe ser comprendido como un abordaje inductivo y ascendente cuya dinamización se apoya en el análisis de los retos y de los resultados de los procesos colectivos que se ponen en marcha.

Cembranos propone dos sentidos al concepto de planificación:

  • Planificación estática: es el marco de referencia global diseñado inicialmente.
  • Planificación dinámica: es la que rectifica el proceso de intervención en función de los nuevos datos que se van incorporando.

La clave de esta doble conceptualización está en la capacidad de flexibilizar los procesos de acción lo suficiente como para evitar que la planificación se convierta en un corsé que limita permanentemente el avance, en lugar de ser una herramienta imprescindible. Se trata de comprender que, una vez se pone en marcha la intervención, lo que se impone es la actuación estratégica. En parte, esa actuación estratégica aparece como un aprovechamiento de las oportunidades que surgen en el proceso de acción. Además, esa actuación estratégica es la posibilidad realista que se nos presenta cuando la situación que se aborda es compleja (está atravesada de múltiples dimensiones, diversos actores y se da variedad de posibilidades de acción). Esa actuación estratégica toma en consideración la propia naturaleza dinámica del procedimiento de la intervención social, que prevé el desarrollo o redefinición permanente de conocimientos y planes como fruto del desarrollo de los acontecimientos. En esa actuación estratégica se inscribe la evaluación y los instrumentos de reflexión permanente.

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