Saduceos: Pertenecían a la clase alta del país. Políticamente colaboraban con el poder romano, intentando mantener el poder público. Religiosamente eran muy conservadores, se atenían a la ley antigua y no creían ni en el reino venidero ni en la resurrección.

En Israel: El sacerdocio era hereditario y se adquiría por nacer en la tribu de Levi. Unos 7000 sacerdotes se encargaban de atender el templo. En general, era gente pobre que vivía de las ofrendas y de oficios que se buscaban por su cuenta.

Escribas: La mayoría eran laicos. Su misión consistía en explicar y actualizar la ley en función de los nuevos tiempos y de los problemas que se planteaban.

Fariseos: «Fariseo» significa «separado». Eran hombres piadosos que conocían bien la ley y la cumplían a rajatabla. Ejercían una enorme influencia entre el pueblo, hasta el punto de que los jefes religiosos seguían siempre sus consejos. Pertenecían a una clase media y querían estar separados de los impuros.

MARGINADOS: Los publicanos eran marginados porque cobraban por arriendo de los romanos los tributos de la mercancía importante. Cometían muchos abusos y el pueblo los tenía por ladrones.

Algunos enfermos: Sobre todo de la piel (leprosos) y endemoniados, se veían excluidos de toda vida social, incluso religiosa.

Los gentiles: (los que no son judíos) y los pecadores públicos (prostitutas, adúlteras) eran discriminados por motivos morales y religiosos.

El Templo: El templo de Jerusalén era el otro polo de la vida judía. En él se celebraba a diario el culto a Yahvé y los sacerdotes ofrecían los sacrificios. El templo significaba la presencia permanente del Señor en medio de su pueblo.

El Sanedrín: El Sanedrín («consejo» o «sentarse juntos») era la institución más importante de la sociedad judía, una especie de parlamento con poder legislativo, ejecutivo y judicial. Solo estaba limitado en sus funciones por los ocupantes romanos.

En la época de Jesús: El Sanedrín constaba de 71 miembros. El presidente del Sanedrín era el sumo sacerdote. Su cometido era gobernar el país bajo la tutela romana. Los sumos sacerdotes de la época de Jesús fueron Anás y Caifás.

Ejercía la justicia: Según las leyes judías. Su competencia se extendía a todas las cuestiones religiosas y a todo lo que se derivaba de la ley judía. No tenía poder para condenar a muerte.

La Fiesta de Pascua: Sobre la liberación del Éxodo.

Pentecostés: Primero la fiesta de la cosecha, pero pasó a ser luego, en la época de Jesús, la celebración del don de la ley en el Sinaí.

La Fiesta de las Tiendas o de las Chozas: Es la más especial, recordando la estancia en el desierto. Se celebra a mediados de octubre.

Roma gobernó Palestina: El judío Herodes Grande es uno de esos hombres. Roma utilizó para gobernar la Palestina ocupada. Fue puesto por el Senado romano como rey vasallo para toda Palestina. Gobernó desde el año 37 a.C. al 4 a.C.

El Templo: El templo de Jerusalén era el otro polo de la vida judía. En él se celebraba a diario el culto a Yahvé y los sacerdotes ofrecían los sacrificios. El templo significaba la presencia permanente del Señor en medio de su pueblo.

La Ley: Debía ser explicada y adaptada a las circunstancias cambiantes de la vida. El trabajo de interpretación y adaptación de la ley fue realizado por los escribas o doctores. En tiempos de Jesús, muchos pertenecían al partido y gozaban de una gran autoridad ante el pueblo.