25 Mar
El Reinado de Isabel II (1833-1868): Un Periodo de Transformaciones
El reinado de Isabel II, marcado por la inestabilidad política y social, abarca desde la muerte de Fernando VII en 1833 hasta la Revolución Gloriosa de 1868. Este periodo se divide en varias etapas clave:
- Minoría de edad y Regencia de María Cristina (1833-1840)
- Regencia de Espartero (1840-1843)
- Mayoría de edad y Década Moderada (1843-1854)
- Bienio Progresista (1854-1856)
- Gobierno de la Unión Liberal (1856-1868)
Minoría de Edad y Regencia de María Cristina (1833-1840)
Durante la regencia de María Cristina, se desencadenó la Primera Guerra Carlista (1833-1839), una guerra civil que estalló tras la muerte de Fernando VII. Carlos María Isidro, hermano del difunto rey, reclamó sus derechos dinásticos desde Portugal, dando inicio al conflicto en octubre de 1833. No fue solo una disputa dinástica, sino un enfrentamiento con un profundo trasfondo social.
El bando carlista, defensor del absolutismo, contó con el apoyo de:
- Absolutistas reaccionarios.
- Campesinos del norte.
- Artesanos.
- Bajo clero.
- Militares de bajo rango.
Uno de sus principios fundamentales era la defensa de los fueros. Obtuvieron victorias principalmente en las zonas rurales del norte.
El bando isabelino o cristino, liderado por el jefe de gobierno Cea Bermúdez, reunió a:
- Alto clero.
- Alto ejército.
- Burguesía.
Contaron con el apoyo diplomático y militar de Portugal, Francia e Inglaterra.
La guerra se prolongó, a pesar de la superioridad del ejército cristino, debido a las dificultades del gobierno para financiar la contienda.
El ejército carlista, bajo el mando de Zumalacárregui, logró importantes victorias. Sin embargo, la muerte de Zumalacárregui durante el sitio de Bilbao supuso una gran pérdida. La victoria cristina se debió a su superioridad material, el escaso apoyo carlista al sur del Ebro y la falta de respaldo internacional a Don Carlos. Su derrota y exilio marcaron el fin del absolutismo.
Durante la regencia, Cea Bermúdez, como jefe de gobierno, manifestó su intención de realizar solo reformas administrativas para defender el régimen. María Cristina lo sustituyó por Martínez de la Rosa, antiguo jefe de gobierno moderado del Trienio Liberal.
El cambio más significativo fue la aprobación del Estatuto Real de 1834, una carta otorgada que establecía unas Cortes bicamerales:
- Estamento de Próceres (elegidos por el rey).
- Estamento de Procuradores (elegidos por sufragio censitario).
Los disturbios de 1835 llevaron a la formación de Juntas Revolucionarias. María Cristina aceptó la dimisión de Toreno y nombró a Mendizábal jefe de gobierno en septiembre. Con Mendizábal, se inició la revolución liberal. Su programa incluía:
- Reforma de la ley electoral.
- Libertad de imprenta.
- Reforma de la Hacienda.
En 1834 se creó la Guardia Nacional y en 1836 comenzó la desamortización. Meses después, la regente rechazó los cambios y Mendizábal dimitió. La división entre moderados y progresistas se hizo definitiva.
El 12 de agosto se produjo el Motín de la Granja, la «Sargentada», que restableció la Constitución de 1812.
La regente encargó formar gobierno a los progresistas, quienes buscaban:
- Instaurar un régimen liberal.
- Ganar la guerra carlista.
- Elaborar una nueva Constitución.
Se entregó el mando del ejército a Espartero.
En 1837 se promulgó una nueva Constitución que reconocía:
- Soberanía nacional.
- Separación de poderes (ejecutivo y legislativo).
- Cortes bicamerales (Diputados y Senado).
La caída de María Cristina se debió, en parte, a la Ley de Municipios. En 1840, María Cristina se negó a firmar un programa de gobierno revolucionario presentado por Espartero, dimitió y el general Espartero asumió la regencia unipersonal.
Regencia de Espartero (1840-1843)
El general Espartero asumió la regencia en mayo de 1841. Su fracaso se debió a:
- División del partido progresista.
- Su política económica.
- Su carácter personalista y militarista.
Figuras importantes de este periodo fueron Narváez y Olózaga. En 1843 se firmó una nueva Ley de Ayuntamientos, donde los alcaldes eran elegidos por el rey.
Espartero ordenó bombardear Barcelona tras una sublevación provocada por su intento de llevar al país hacia el librecambismo. Ese mismo año, se produjo un pronunciamiento contra Espartero, quien fue destituido por la reina. Espartero dimitió y se exilió.
Mayoría de Edad y Década Moderada (1843-1854)
Isabel II fue declarada mayor de edad a los 13 años y nombró jefe de gobierno a Narváez, líder del partido moderado. Con Narváez comenzó la Década Moderada. Se convocaron Cortes para crear la Constitución de 1845, de carácter moderado, que establecía:
- Soberanía compartida (Rey y Cortes).
- Eliminación de los límites al poder del rey.
- Senado de miembros vitalicios nombrados por la Corona.
- Supresión de la Milicia Nacional.
En 1844 se fundó la Guardia Civil.
En 1851 se firmó un Concordato con la Iglesia, por el cual esta aceptaba las ventas de bienes desamortizados ya realizadas y reconocía la monarquía isabelina. El Estado devolvía a la Iglesia el resto de sus bienes.
En 1846 se produjo la Segunda Guerra Carlista y el matrimonio de Isabel II.
En 1848, España, como el resto de Europa, experimentó levantamientos y revoluciones. El fracaso de la acción revolucionaria llevó a la división de los progresistas, y una parte formó el Partido Demócrata.
Bravo Murillo, jefe de gobierno, intentó reformar la Constitución, pero tuvo que dimitir.
Bienio Progresista (1854-1856)
El Bienio Progresista comenzó con la revolución de 1854. El pronunciamiento de O’Donnell (moderado, que buscaba el acceso al poder de los progresistas) fracasó inicialmente tras un enfrentamiento en Vicálvaro (la Vicalvarada). Los rebeldes se reagruparon y publicaron el Manifiesto de Manzanares, que prometía:
- Cumplimiento de la Constitución.
- Cambios en la ley electoral y de imprenta.
- Reducción de impuestos.
- Restauración de la Milicia Nacional.
El golpe triunfó e Isabel II encargó formar gobierno a Espartero. Las medidas tomadas fueron:
- Constitución de 1856 (non nata).
- Ley de Desamortización.
- Ley General de Ferrocarriles.
- Ley de Sociedades Bancarias.
Gobierno de la Unión Liberal (1856-1868)
La Unión Liberal fue el partido más importante entre 1856 y 1868, con diputados como O’Donnell y Serrano.
Tras un breve gobierno de O’Donnell, Isabel II encargó formar gobierno a Narváez, quien suspendió la desamortización y anuló la libertad de imprenta.
En 1857 se realizó el primer censo demográfico.
En 1858, la reina llamó a O’Donnell para formar gobierno, dando lugar al «gobierno largo» de la Unión Liberal. Se emprendió una activa política exterior.
En el siglo XIX, España carecía de una política exterior definida. Se intervinieron en varias expediciones junto con Francia.
La crisis final del reinado se debió a varias causas:
- Matanza de la Noche de San Daniel (1865): El gobierno destituyó a Castelar por un artículo crítico con la Corona y ordenó al rector Montalbán que le retirara su cátedra. Montalbán dimitió en solidaridad. Se produjo un enfrentamiento entre estudiantes y fuerzas del orden, con varios muertos de familias influyentes. La reina encargó un nuevo gobierno a O’Donnell.
- Sublevación del Cuartel de San Gil (1866): Un millar de artilleros se amotinaron e intentaron controlar Madrid. O’Donnell y Serrano dirigieron la respuesta, que terminó con decenas de muertos.
- Dos meses después, progresistas, demócratas y republicanos firmaron el Pacto de Ostende para destronar a la reina, a quien consideraban culpable de la situación, y convocar Cortes por sufragio universal.
En 1867, tras la muerte de O’Donnell, la Unión Liberal se sumó al pacto. La Revolución Gloriosa de 1868 puso fin al reinado de Isabel II.
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