04 Feb
Teoría Ontológica de Nietzsche
Paúl Ricoeur denominó a Nietzsche, Marx y Freud como “La Escuela de la Sospecha”, debido a que fueron los primeros en introducir la duda sobre la conciencia. Nietzsche utilizó el método genealógico, consistente en el rastreo de los orígenes de los conceptos básicos de la cultura occidental, para denunciar los instintos que subyacen en ellos. Su teoría ontológica nace con la crítica a la filosofía iniciada con Sócrates, y en especial a la afianzada por Platón. Considera que la metafísica nos aleja de la auténtica realidad, y lo único que existe es la apariencia logrando mayor afinidad con la filosofía presocrática.Nietzsche definíó la metafísica como la “ciencia que trata de los errores fundamentales del hombre, pero lo hace como si estos fueran las verdades fundamentales”, con el objetivo de dar a su existencia un significado infinito. Tuvo su origen en la distinción entre mundo inteligible, formado por las ideas que constituyen la esencia de las cosas y la auténtica realidad, y el mundo sensible, que es son aquellas cosas físicas fruto de la copia del mundo inteligible. Además, el cristianismo que rechaza lo relacionado con el mundo sensible, se ha encargado de extenderlo hasta la época de Kant y Hegel. Esta concepción del mundo supuso la eliminación de la visión trágica de la existencia, tal como aparece reflejada en la filosofía presocrática y en la tragedia griega, la cual se compone de lo dionisíaco y lo apolíneo. Dionisos representa lo obsceno, el Dios de la embriaguez, de las fuerzas musicales, de la verdad, la unidad de todo, lo ilimitado y caótico, y la voluntad según Schopenhauer. En la tragedia griega, estaba representado por el coro. Por otro lado, Apolo representa la escena, el ensueño, las formas visuales y representativas, el principio de individuación, y la representación según Schopenhauer. En la tragedia griega, estaba representado por la belleza a través de la forma. Para Nietzsche era fundamental en la tragedia el coro dionisíaco. Comienza a decaer cuando Eurípides racionalizó los diálogos y la estructura de la obra, quitando importancia al coro y manteniendo solo los elementos socráticos. Esta misma operación es realizada en Filosofía por Sócrates, que impone un modo de pensar racional y moralizante. Sin embargo, el giro definitivo lo lleva a cabo Platón con su distinción entre mundo sensible y mundo inteligible. A partir de ahí, el instinto pasa a un segundo plano y surge la época de la razón y del hombre teórico. Sin embargo, a Nietzsche le parece contrario, pues la felicidad es equivalente a instinto en una vida de plenitud ascendente. A partir de ahí, expone los errores más graves de la metafísica. Por un lado entiende la minusvaloración de la realidad de lo cambiante, del devenir, y el consecuente rechazo el mundo real espacio – temporal. En su lugar aparece un mundo imaginario llamado mundo verdadero, de donde deriva el desprestigio del conocimiento sensible. Por otro lado, la confusión entre lo último y lo primero, significa que la filosofía se guía por los conceptos supremos y generales. Esta crítica, solo cabe entenderla a la luz de su interpretación de la metafísica como visión que contrapone un mundo verdadero y uno aparente. Sin embargo, expone cuatro tesis que argumentan la condición ilusoria de la distinción entre estos dos mundos.Estas críticas se resumen a las ideas conceptualizadas que han quedado en la cultura occidental. Esta decadencia de los valores griegos es lo que Nietzsche denominó Nihilismo. Lo definíó como la enfermedad que recorre la historia de la cultura occidental, pero caracteriza de modo específico la situación del hombre contemporáneo. Es fruto de la experiencia del cansancio, donde nada vale la pena, falta la meta y la razón, producíéndose una pérdida de sentido y de los valores supremos. El derrumbamiento de todos estos valores quedaría recogida en la expresión “Dios ha muerto”, haciendo referencia al Dios de la metafísica, fundamento de la distribución bueno/malo, mundo verdadero/aparente que organizaba y daba sentido a la existencia. Solo la transvaloración de los valores que el superhombre está en condiciones de realizar, permitiría la superación de este Nihilismo, tal como describe “De las tres transformaciones” en Así habló Zaratustra. Para que el hombre llegue al superhombre, es necesario la transformación en camello, posteriormente en león , y por último, en niño.Por ello, Nietzsche da su propuesta ontológica, que implica salir del espacio de la metafísica y lo realiza a través de estas figuras. Primeramente, la voluntad del poder para no someter a otros, que es la lucha de la vida que tiene que superarse a sí misma continuamente. Tiene dos caminos, la superación que comprende una voluntad de poder fuerte (afirmativas), y la degeneración que comprende una voluntad del poder descendente (negativas), y cada uno de ellos genera una serie de valores. Luego, el superhombre, que no es un tipo de hombre actualmente existente sino una meta o un tipo de hombre que existirá en el futuro. Su profeta es Zaratustra, y lo entiende como la expresión máxima de la voluntad de poder afirmativo, y el único capaz de aceptar el eterno retorno y crear nuevos valores. Por último, el eterno retorno el cual es un concepto fundamental en la filosofía de Nietzsche, y que tiene como función invertir la noción de devenir de la metafísica. Responde al problema del odio y venganza que pesa sobre el tiempo. Se trata de una doctrina cosmológica presocrática que entiende que todo vuelve, reflejada en la expresión “obra de tal manera que quiera la eterna repetición de lo que haces”.
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