05 Mar

Introducción

La evaluación de las funciones cognoscitivas es crucial tanto para el diagnóstico como para el manejo médico y conductual de los pacientes, especialmente en enfermedades neurológicas, psiquiátricas y médicas generales. Las alteraciones en el funcionamiento cognoscitivo pueden ser un indicio temprano de condiciones neuropatológicas, lo que subraya la importancia de contar con instrumentos de medición objetivos y confiables. Sin estos, hasta un 87% de los trastornos cognoscitivos pueden pasar desapercibidos.

Problemas de atención y memoria son los trastornos cognoscitivos más comunes tras alteraciones del sistema nervioso central, afectando a niños, adultos y ancianos. Estos procesos son fundamentales para el funcionamiento de otros procesos cognitivos y la vida diaria, lo que hace necesario desarrollar herramientas específicas para evaluarlos.

En Latinoamérica, existe una necesidad urgente de pruebas neuropsicológicas adaptadas a la población hispanohablante, ya que factores socioculturales, como el nivel educativo y el analfabetismo, influyen significativamente en el desempeño cognitivo. La simple traducción de instrumentos desarrollados en otros países es insuficiente, pues las normas utilizadas no son válidas para esta población. Por ello, las pruebas deben incluir criterios de ejecución para diferentes niveles de escolaridad, incluidas personas analfabetas, para garantizar una evaluación precisa y representativa.

Propósito del Estudio

El propósito de este trabajo fue desarrollar, estandarizar y probar la confiabilidad y validez de un Instrumento de Evaluación Neuropsicológica para la evaluación de las funciones de atención y memoria (NEUROPSI ATENCIÓN Y MEMORIA). El objetivo fue contar con índices confiables que permitan hacer un diagnóstico temprano y/o predictivo de alteraciones en estas funciones. Se obtuvieron índices independientes del funcionamiento en pruebas de:

  1. Atención
  2. Memoria
  3. Una Puntuación Total de Atención y Memoria

Este instrumento fue diseñado para evaluar en detalle tipos de atención, entre los que se encuentran la atención selectiva, sostenida y el control atencional; así como tipos y etapas de memoria, incluyendo memoria de trabajo, y memoria a corto y largo plazo para material verbal y visoespacial.

Fundamentos de la Evaluación Neuropsicológica

La evaluación de las funciones cognitivas incorpora técnicas específicas para cada función y se basa en avances recientes de la neuroanatomía y la neuropsicología cognitiva. En el caso de la memoria, se evalúan no solo la repetición y evocación de palabras, sino también aspectos como la memoria semántica y episódica, las etapas de codificación y evocación, y el reconocimiento espontáneo y por claves. Además, se cuantifican errores como intrusiones y perseveraciones para identificar patrones específicos.

Distinción entre Alteraciones Corticales y Subcorticales

Estas evaluaciones permiten distinguir entre alteraciones corticales y subcorticales. Los pacientes con compromiso subcortical presentan mayor dificultad en la evocación, un patrón de ejecución inconsistente y mejoras con claves verbales. Por otro lado, los pacientes con compromiso cortical muestran problemas significativos en el registro de nueva información y una marcada anomia.

Áreas Cognoscitivas y Procesos Evaluados

1. Orientación

Permite establecer el nivel de conciencia y estado general de activación.

2. Atención y Concentración

En la evaluación de la integridad de las funciones cognoscitivas, es necesario primero establecer la habilidad del paciente para enfocar y sostener la atención antes de evaluar funciones más complejas como la memoria, el lenguaje o la capacidad de abstracción. La atención es un proceso selectivo que surge de las limitaciones en la capacidad de procesamiento humano, permitiendo filtrar y priorizar información relevante para una tarea. Actúa como una compuerta que regula el flujo de estímulos externos e internos hacia el cerebro, facilitando el funcionamiento de procesos como el aprendizaje y la memoria.

A nivel neuroanatómico, la atención se divide en dos tipos principales:

  • Atención tónica: Regula los lapsos de vigilia y concentración, mediada por el sistema reticular activador.
  • Atención selectiva: Relacionada con la corteza cerebral, dirige el foco hacia estímulos biológicamente relevantes en el espacio sensorial extrapersonal.

Alteraciones en la atención, como la negligencia contralateral, pueden surgir en pacientes con lesiones en el hemisferio derecho, afectando la capacidad de dirigir la atención hacia un lado del espacio sensorial. Estos mecanismos son esenciales para el adecuado procesamiento cognitivo y conductual.

En la evaluación de los procesos atencionales es necesario identificar:

a) Deficiencias en el nivel de conciencia o estado de activación: El decir que un paciente despierto está alerta se refiere al hecho de que sus mecanismos de activación más básicos le permiten responder a los estímulos medioambientales. El paciente alerta, pero con deficiente atención o inatento, no es capaz de filtrar los estímulos irrelevantes y, por lo tanto, se distrae ante los estímulos externos.

b) Atención selectiva: La selección es el proceso por el cual se le da prioridad a algunos elementos sobre otros. La atención selectiva se refiere a la habilidad para elegir los estímulos relevantes para una tarea, evitando la distracción por estímulos irrelevantes. Cuando escuchamos en la radio una canción en particular, exhibimos atención selectiva.

c) Atención sostenida: La atención sostenida es un término que se refiere a la habilidad para mantener la atención durante períodos prolongados. Esta capacidad es necesaria para poder realizar cualquier tarea intelectual y puede alterarse por causas orgánicas o emocionales. Las alteraciones en la atención sostenida frecuentemente reflejan alteraciones frontales o encefalopatía tóxico-metabólica.

d) Control atencional: Además de los aspectos anteriores, existen otros aspectos importantes de la atención, los cuales están estrechamente ligados con lo que se ha denominado funciones ejecutivas. Las funciones ejecutivas incluyen procesos como la capacidad de planear y organizar la conducta, la inhibición de conductas inapropiadas para la realización de una tarea y el mantenimiento de un pensamiento flexible durante la resolución de problemas.

3. Memoria

La memoria es un mecanismo o proceso que permite conservar la información transmitida por una señal después de que se ha suspendido la acción de dicha señal. La memoria nos permite almacenar experiencias y percepciones para evocarlas posteriormente. La memoria ha sido considerada como uno de los aspectos más importantes para la vida diaria del ser humano, ya que refleja nuestras experiencias pasadas, nos permite, momento a momento, adaptarnos a las situaciones presentes y nos guía hacia el futuro.

La memoria es uno de los procesos cognoscitivos más complejos y, al igual que la atención, interviene en el adecuado funcionamiento de muchos procesos cognoscitivos, por ejemplo, la adquisición del lenguaje.

Diversos Modelos de Memoria

  • Memoria sensorial: En este almacén, una gran cantidad de información que llega a un órgano sensorial particular se retiene por breves instantes.
  • Memoria a corto plazo: Se relaciona con la evocación de la información inmediatamente después de su presentación. El almacén a corto plazo se distingue de la memoria sensorial en virtud de su capacidad limitada y por el descubrimiento de que la información se pierde principalmente.
  • Memoria a largo plazo: La memoria a largo plazo se refiere a la evocación de la información después de un intervalo durante el cual la atención del paciente se ha enfocado en otras tareas. Las diferencias entre el almacén a corto y largo plazo están bien documentadas.
  • Memoria de trabajo: Esta memoria está formada por tres componentes: el ciclo fonológico, el boceto visoespacial y el ejecutivo central. Los primeros dos componentes, el ciclo fonológico y el boceto visoespacial, fueron caracterizados como «sistemas esclavos» que están especializados en el procesamiento y manipulación de cantidades limitadas de información dentro de modalidades altamente específicas.

En el caso de la memoria a largo plazo, una de las clasificaciones importantes es la que hace una distinción entre la memoria semántica y la memoria episódica. La memoria semántica se refiere al conocimiento casi permanente que tenemos acerca del mundo.

La capacidad de codificar y evocar información puede estar influida por el uso de estrategias de memoria. Se ha demostrado que sujetos normales son capaces de retener y de evocar más información cuando la organizan semánticamente que cuando lo hacen en orden serial. El análisis del orden en el cual el sujeto recuerda las palabras permite analizar el uso de una estrategia de organización de tipo semántico o serial.

La recuperación del material mediante diferentes métodos nos da también información sobre el funcionamiento de la memoria. Cuando a sujetos neurológicamente intactos se les pide evocar en forma inmediata una lista de palabras, existe una tendencia a recordar con más facilidad las primeras y últimas palabras de la lista y a olvidar las palabras intermedias. Se ha postulado que las primeras palabras de la lista están codificadas en la memoria a largo plazo, mientras que las últimas palabras pueden repetirse fácilmente porque están en la memoria a corto plazo. Se ha reportado que pacientes con enfermedad de Alzheimer tienden a mostrar trastornos severos en la evocación de la información inicial (efecto de primacía), tanto en estímulos verbales como no verbales, mientras que logran repetir sin dificultad los últimos estímulos (efecto de recencia).

Este concepto de una serie de etapas de procesamiento es conocido como «profundidad del conocimiento», donde una mayor profundidad implica un mayor grado de análisis cognitivo o semántico.

La persistencia de una huella de memoria es una función de la profundidad del análisis, donde los niveles más profundos de análisis están asociados con huellas de memoria más elaboradas y duraderas. La retención es una función de la profundidad y de varios factores, tales como la cantidad de atención dirigida a un estímulo, su compatibilidad con las estructuras cognoscitivas ya existentes y el tiempo de procesamiento disponible.

Administración y Datos Normativos del NEUROPSI

  • Duración de la administración: 50 a 60 minutos (población general) y 80 a 90 minutos (población con trastornos cognoscitivos).
  • Datos normativos: Se administró el instrumento a un total de 950 sujetos normales de entre 6 y 85 años de edad. La muestra se dividió en nueve grupos de edad: 6-7, 8-9, 10-11, 12-13, 14-15, 16-30, 31-55, 56-64 y 65-85. Cada grupo estuvo integrado por 55 sujetos.
  • Evaluación de población analfabeta: Se estratificó la muestra de adultos de acuerdo a 3 niveles educativos: bajo (0 a 3 años de estudios), medio (4 a 9 años de estudio) y alto (10 a 24 años de escolaridad).

Criterios de Inclusión

  1. No tener antecedentes de alteraciones neurológicas ni psiquiátricas de acuerdo a una historia clínica.
  2. No tener antecedentes de alcoholismo ni fármacodependencia.
  3. No tener limitaciones físicas que impidieran la ejecución en las pruebas.
  4. Tener una agudeza visual y auditiva normal o corregida.
  5. En el caso de los niños, no tener antecedentes de repetición escolar y un promedio escolar mínimo de ocho.
  6. En el caso de los adultos, ser funcionalmente independientes.

Validez, Aplicaciones y Utilidad del NEUROPSI

  • Validez de discriminación: El NEUROPSI ATENCIÓN Y MEMORIA detecta alteraciones cognoscitivas en trastornos como déficit de atención, depresión, esquizofrenia, efectos de sustancias tóxicas, menopausia y terapia hormonal.
  • Áreas de aplicación: Herramienta neuropsicológica objetiva y confiable para evaluar procesos cognitivos en pacientes psiquiátricos, neurológicos y médicos.
  • Importancia clínica: Detecta alteraciones cognitivas sutiles que pueden ser indicios tempranos de neuropatologías, mejorando el cuidado del paciente.
  • Datos normativos: Basados en una población hispanohablante sana de 6 a 85 años, útiles para diagnóstico temprano y estudios en poblaciones patológicas.
  • Utilidad profesional: Aplicable a la evaluación de atención y memoria, útil para especialistas en salud mental y física, como neurólogos, médicos generales, psicólogos y neuropsicólogos.

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