06 Feb
Prueba de Schwabach
Se coloca el diapasón vibrando sobre la apófisis mastoides para medir los segundos durante los cuales el paciente percibe el sonido. Si la percepción dura más de 20 segundos, se dice que la prueba está alargada, y si dura menos de 16 segundos, que está acortada. En la hipoacusia de conducción, la prueba de Schwabach estará alargada del lado afectado. Si es de percepción, estará acortada.
Audiometría
Deben evaluarse todas las intensidades y frecuencias de sonidos que pueden ser percibidos. En la hipoacusia de conducción suele objetivarse pérdida de la audición para los tonos bajos, entre 128 y 1.024 vibraciones. En la de percepción hay pérdida auditiva especialmente para los tonos altos, más allá de la frecuencia 1.024. Es habitual que a este examen se le agregue la logoaudiometría, mediante la cual se evalúa la capacidad de discriminación y comprensión de la palabra para cada intensidad.
Exploración de la Rama Vestibular
El interrogatorio debe estar dirigido a descartar el vértigo y los mareos. Se puede definir el vértigo como una sensación de giro o alucinación de movimiento. Cuando el paciente percibe que los objetos giran a su alrededor, se denomina vértigo objetivo, y cuando es el sujeto el que percibe su movimiento respecto del medio, vértigo subjetivo.
El término mareo es indefinido y poco preciso; los pacientes lo utilizan para describir una sensación displacentera de desequilibrio, tanto postural como en la marcha, en oportunidades acompañada por oscilopsias u oscilaciones de los objetos.
Las lesiones que comprometen el sistema vestibular pueden ser de carácter irritativo o destructivo. En ambas hay un incremento de la función de uno de los laberintos. En los procesos irritativos, el nistagmo se produce al llevar la mirada hacia el mismo lado de la lesión, y en los destructivos, al dirigirla hacia el lado sano.
También se pueden llevar a cabo pruebas para provocar el nistagmo creando un desequilibrio entre ambos laberintos, que, si se encuentran sometidos a estas pruebas, harán que el paciente experimente vértigo y alteraciones posturales.
Reflejos Vestibulooculares y Vestibuloespinales
Los reflejos vestibuloocular y vestibuloespinal ayudan a mantener la postura del cuerpo con respecto al medio circundante. El reflejo vestibuloocular se relaciona con la estabilización de los ojos en relación con el espacio. El vestibuloespinal interviene en la posición de la cabeza con respecto al medio.
Prueba de los Índices
Se solicita al paciente que, con los miembros superiores e índices extendidos hacia adelante, toque con la punta de los índices los índices del examinador. Deberá repetir esta maniobra subiendo y bajando los miembros superiores con los ojos cerrados.
Cuando existe compromiso laberíntico, los índices tienden a desviarse hacia el lado afectado. Estos hallazgos no son patognomónicos de la patología vestibular, ya que también pueden observarse en las lesiones cerebelosas.
Prueba de Romberg
Otra manera de evidenciar alteraciones vestibulares es realizar la prueba de Romberg. Se solicita al paciente que permanezca de pie, en posición de firme, con los ojos cerrados. Habitualmente, cuando existe una perturbación vestibular, el sujeto tiende a inclinarse hacia un lado (lateropulsión), e incluso puede caer. A este signo también se lo denomina Romberg laberíntico, y se diferencia del observado en las alteraciones cordonales posteriores porque en este último caso la oscilación se produce en todos los sentidos.
Exploración de la Marcha
Al explorar la marcha, los enfermos con patología vestibular suelen presentar una marcha en zigzag comúnmente lateralizada hacia el lado hipovalente. Si se la explora con los ojos cerrados, aparece la marcha en estrella de Babinski-Weil.
Prueba de Unterberger
Mediante la prueba de Unterberger, con el paciente de pie y con los ojos cerrados, se le solicita que, en el mismo lugar, «marque el paso” 30 veces; en caso de trastorno vestibular, se observa una rotación del cuerpo en el sentido del laberinto afectado.
Pruebas Calóricas
Después de haber constatado que el paciente no presenta patología timpánica, se inyecta en el oído, mediante una cánula, agua fría (28 °C) o caliente (44 °C) durante 40 segundos. De esta manera se estimulará el conducto semicircular horizontal, para lo cual, la cabeza del paciente deberá estar colocada a 30 grados por encima de la línea horizontal de apoyo. Al estimular con agua caliente se obtiene un nistagmo con su componente rápido dirigido hacia el oído irrigado (corriente ampulípeta); cuando se estimula con agua fría ocurre lo opuesto (alejándose del oído irrigado) (corriente ampulífuga).
Si el reflejo no existe o está muy disminuido en uno de los oídos irrigados, se conoce como signo de Bárány (indica compromiso del laberinto de ese lado). Se evalúa además la duración del componente lento y la frecuencia de las batidas nistágmicas.
Pruebas Rotatorias
Se utiliza un sillón giratorio en el cual el paciente deberá permanecer sentado con la cabeza inclinada 30 grados hacia adelante para estimular los conductos semicirculares horizontales. Se hace girar el sillón, a razón de 10 vueltas en 15 segundos. Después de haber girado un tiempo, se detiene bruscamente el sillón y se solicita al paciente que abra los ojos y mire el dedo del examinador colocado a 20 cm del ángulo externo de la órbita del lado opuesto al sentido de la rotación (p. ej., si el sentido rotatorio fue hacia la derecha, se coloca el índice frente al borde externo de la órbita izquierda). Habitualmente, el paciente presenta nístagmo y vértigo con lateropulsión hacia el lado opuesto al nistagmo.
Todo nistagmo provocado por la rotación que dura menos de 15 segundos se considera prueba de inexcitabilidad laberíntica, y si se prolonga más de 40 segundos, se habla de hiperexcitabilidad laberíntica. Si existen lesiones destructivas de ambos laberintos, faltará el nistagmo provocado en los dos lados; si la destrucción es unilateral, el nistagmo falta cuando se explora el lado lesionado.
Prueba de Adaptación Estática de Rademaker-Garcin
Se utiliza una camilla giratoria a nivel de su eje transversal o longitudinal; el paciente debe estar ubicado a gatas sobre ella y adaptarse a las diferentes inclinaciones que se le imprimen. Los pacientes con patología vestibular caen de la camilla cuando se la inclina con rapidez.
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