13 Dic

Ciudadanía: Concepto y Dimensiones

La ciudadanía se define como la condición jurídica que permite el ejercicio de derechos y el cumplimiento de deberes establecidos legalmente. Los individuos, como titulares de estos derechos, se convierten en ciudadanos. El Estado tiene la responsabilidad de garantizar que los ciudadanos puedan ejercer sus derechos, adoptando medidas como políticas públicas y la administración de justicia. Esto se conoce como la dimensión normativa (pasiva) de la ciudadanía.

Por otro lado, la dimensión sustantiva (activa) implica la participación en el espacio público, incluyendo debates, proyectos y decisiones compartidas. Esta participación activa asegura el cumplimiento de los derechos, impulsando la creación de nuevas leyes y la mejora de la democracia.

La Evolución de los Derechos según Marshall

Marshall analizó la ciudadanía a partir de la adquisición progresiva de derechos civiles, políticos y sociales. Según su teoría, la ampliación de estos derechos conduce a una sociedad más justa y democrática. Marshall clasificó los derechos en:

  • Derechos civiles: Incluyen la libertad individual, de expresión, de pensamiento, de religión y el derecho a la propiedad.
  • Derechos políticos: Se refieren a la participación en el ejercicio del poder político y la elección de representantes.

Posteriormente, los derechos civiles y políticos se agruparon como derechos de 1° generación. Los derechos sociales, que garantizan un mínimo bienestar económico y seguridad, se clasificaron como derechos de 2° generación. Es fundamental que todos los ciudadanos gocen de estos tres tipos de derechos simultáneamente, ya que los derechos humanos son indivisibles, integrales e interdependientes.

Más tarde, surgieron los derechos de 3° generación, influenciados por problemas globales. Estos incluyen el derecho a un ambiente sano, a la protección de los consumidores y al desarrollo independiente de los pueblos.

Derechos Civiles y la Revolución Gloriosa

Los derechos civiles se refieren a los derechos fundamentales, como el derecho a la existencia sin discriminación por color, nacionalidad, posición económica o género. Estos derechos, valorizados y defendidos por liberales como Mill, son inherentes a la naturaleza humana y requieren el reconocimiento del Estado para su cumplimiento y respeto. Según Marshall, los derechos civiles forman parte de la 1° generación.

La Revolución Gloriosa (Inglaterra, 1688) fue la primera revolución burguesa, marcada por la disputa entre el Parlamento y la Monarquía. La Declaración de Derechos y la Ley de Tolerancia consagraron derechos individuales que la Corona debía reconocer. El triunfo de la Revolución Gloriosa dio lugar a una monarquía parlamentaria, donde la burguesía y la aristocracia compartían el poder. Los tribunales de justicia jugaron un papel crucial en la protección de las libertades y derechos civiles.

Derechos Políticos y la Revolución Francesa

Los derechos políticos involucran la participación política de la gente, como votar en elecciones, deliberar pacíficamente, reclamar y opinar sobre las decisiones de los gobernantes, informarse y ser informado en asuntos públicos, y participar en manifestaciones.

La Revolución Francesa (1789) transformó la forma de pensar, construir y hacer política. En una Francia con monarquía absoluta y marcadas desigualdades sociales, la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano proclamó que todos los hombres nacen iguales y libres en derechos. Esto permitió el acceso a derechos políticos antes reservados a la nobleza. La declaración, que se puso en marcha en el siglo XIX, expresó las demandas del Tercer Estado y la burguesía, y más tarde se incorporaron a la ciudadanía los sectores populares y las mujeres. El Estado basó su legitimidad en la soberanía popular.

Revolución en EE.UU. y la Perspectiva de Arendt

La Revolución en EE.UU. buscó establecer un nuevo orden basado en la libertad política, un gobierno de leyes e instituciones duraderas y equilibradas. Mientras que los americanos priorizaban la libertad, los franceses buscaban la igualdad en el bienestar material. Para Arendt, los franceses cometieron el error de declarar que los hombres nacían libres y con derechos, instaurando una libertad en sentido negativo.

Derechos Sociales y la Revolución Industrial

Los derechos sociales garantizan condiciones de seguridad y bienestar, permitiendo a las personas satisfacer sus necesidades económicas, sociales y culturales, vivir dignamente y alcanzar su pleno desarrollo. Estos derechos incluyen el trabajo, la salud, la educación, la vivienda y la alimentación.

La Revolución Industrial trajo consigo la expansión de fábricas y la urbanización, pero también la cuestión social: explotación laboral y pésimas condiciones de vida para los trabajadores. Los Estados, inicialmente reacios a intervenir en el mercado y las relaciones laborales, entraron en conflicto con la clase obrera. Los derechos sociales surgieron como resultado de la lucha de los trabajadores por revertir sus condiciones de explotación, promover la igualdad y reclamar la intervención estatal. Los Estados se vieron obligados a sancionar leyes protectoras de los trabajadores y a implementar políticas de asistencia para cubrir las necesidades de los sectores populares. El goce de estos derechos requiere políticas públicas activas.

El Papel del Estado y los Sindicatos

Los trabajadores también reclamaban derechos civiles y políticos. Según Marshall, el Estado debe satisfacer las necesidades de las personas y crear condiciones de equidad para acceder a los derechos y compensar situaciones de desventaja. En los derechos sociales, el Estado asume un papel promotor para formar una ciudadanía social plena y universal. Los sindicatos, organizaciones estables de obreros y empleados, defienden los derechos e intereses comunes de sus miembros.

Ciudadanía de Baja y Alta Intensidad

La ciudadanía une a las personas entre sí y con el Estado, y necesita de la democracia. Se pueden distinguir diferentes formas y grados de ejercicio de la ciudadanía:

  • Ciudadanía de baja intensidad: Caracterizada por valores negativos como la inseguridad y la corrupción, predominan las libertades negativas y la desmovilización social. La participación se limita a la resolución de problemas específicos. En sociedades con pobreza y desigualdad, los sectores excluidos son asistidos por el Estado a través de políticas sociales básicas. Para evitar estos círculos negativos, se deben implementar políticas universales de educación y empleo.
  • Ciudadanía de alta intensidad: Se utiliza la palabra “nosotros” para conectar intereses particulares. Existe igualdad de posibilidades para acceder a bienes sociales y económicos necesarios para una vida digna, así como una alta participación comunitaria y respeto por los derechos y obligaciones. El Estado promueve propuestas inclusivas que aseguran la igualdad de oportunidades y el desarrollo humano, respetando la autonomía y libertad de las personas, quienes deben estar comprometidas socialmente.

Mecanismos de Exigibilidad de Derechos y Participación Política

Los Estados deben respetar los derechos y garantizar su ejercicio libre y pleno. Los medios para la realización y exigibilidad de los derechos son:

  • Mecanismos y herramientas jurídico-institucionales: Permiten exigir el libre ejercicio de derechos a través de demandas ante la justicia (ciudadanía normativa).
  • Mecanismos político-sociales: La ciudadanía puede accionar ante el incumplimiento estatal, promoviendo acciones de protección de derechos como marchas, manifestaciones y huelgas (ciudadanía sustantiva).

La participación política se remonta a la “polis” griega, donde los ciudadanos participaban en las decisiones comunitarias. La participación es el conjunto de acciones que la ciudadanía realiza para influir en las decisiones de interés colectivo. Los cambios sociales son resultado de luchas, demandas y conquistas sociales, producto de la participación política.

La Participación Política en la Democracia

Los asuntos políticos nos conciernen a todos. Aristóteles definía al humano como un “animal político” por naturaleza. La participación política es inseparable del desarrollo humano. En una democracia, las formas de participación son variadas: formal (reglamentada por leyes) e informal (espontánea). La participación puede ser individual o colectiva, donde los ciudadanos se asocian para hacerla más efectiva. Existen organizaciones que dan lugar a nuevas formas de participación y expresión política.

“En la democracia somos todos políticos; lo fastidioso de la democracia es que nos obliga a preocuparnos por la cuestión pública, y hay que aprender a participar y no dejar las cosas en manos de desconocidos”.

En Argentina, la democracia ha generado espacios de participación política para la gente, reflejados en la Constitución Nacional. Sin embargo, la participación ciudadana no siempre ha tenido las mismas características. Crear espacios para la participación política es fundamental para cualquier democracia.

Pactos Internacionales y Derechos de Solidaridad

El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (Europa, 1966) obligó a los Estados a respetar los derechos enmarcados en el pacto, asegurando la protección de la integridad física, la protección por motivos de género, religión y raza, y la libertad individual de creencia, expresión, asociación y prensa. Este pacto garantizó el respeto a todas las personas en términos políticos y civiles.

El Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Naciones Unidas, 1966) se originó en las políticas del Estado de bienestar, buscando garantizar el bienestar económico, el acceso al trabajo, la educación y la cultura para la dignidad humana. Los Estados se comprometieron a adoptar medidas para lograr el cumplimiento de estos derechos.

En 1986, se reconocieron nuevos derechos como el desarrollo y un ambiente sano, denominados “de solidaridad” o “de los pueblos”. El derecho al desarrollo sostiene que toda persona o pueblo es central en el desarrollo humano. El derecho a un medio ambiente sano es una extensión de los derechos a la vida y la salud, buscando una calidad de vida saludable que garantice el bienestar físico y mental, y una relación sostenible entre las sociedades y su ambiente.

Generaciones de Derechos

  • Derechos de 1° generación: Consecuencia de las revoluciones burguesas europeas y la independencia americana, incluyen los derechos civiles y políticos.
  • Derechos de 2° generación: Económicos, sociales y culturales, surgidos en el siglo XX.
  • Derechos de 3° generación: Desde 1980, se refieren a un ambiente sano, la ciencia y la tecnología en beneficio de todos, la paz, el desarrollo y la solidaridad.

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