17 Ene
A. Marco Literario: La Narrativa Hispanoamericana del Siglo XX
La trayectoria de la narrativa hispanoamericana puede entenderse como un proceso gradual de ampliación de sus fronteras temáticas y formales, que hunde sus raíces en la tradición realista del siglo XIX y ha alcanzado una brillante modernidad a nivel mundial. En dicha evolución pueden reconocerse una serie de etapas:
1. El Realismo Tradicional (Primeras Décadas del Siglo XX)
- Se desarrolla con cierto retraso con respecto a Europa.
- Caracterizado por su orientación localista y regional, reflejada en sus descripciones ambientales y en el empleo de un léxico plagado de vocablos dialectales.
- Son obras de denuncia social y testimonio político.
- Predominio del espacio rural.
- Sus personajes están al servicio de una finalidad demostrativa.
Variantes:
- Novela de la Revolución Mexicana: En títulos como Los de abajo, de Mariano Azuela, se ofrece en diversos cuadros una visión parcial del desarrollo de las campañas revolucionarias. En su condición de periodista, el narrador puede dar testimonio de los sucesos, pero no consigue ser objetivo.
- Novela de la Tierra: Desarrolla el conflicto entre civilización y barbarie, a través del enfrentamiento del hombre con una naturaleza que le supera y termina derrotándole. Se trata de obras que transcurren en escenarios majestuosos como la selva y la pampa, donde los personajes están condicionados por el medio: Doña Bárbara, de R. Gallegos, La vorágine, de J. E. Rivera, y Don Segundo Sombra, de R. Güiraldes.
- Novela Indigenista: Critica el dominio y la explotación de los blancos sobre los indios: El mundo es ancho y ajeno, de C. Alegría.
2. El Realismo Mágico o lo Real Maravilloso1
2.1 Años 1940-1960
- Las transformaciones socioeconómicas y determinadas influencias literarias (sobre todo, del surrealismo y la novelística europea y estadounidense) posibilitaron la ampliación del concepto tradicional de realismo.
- Frente al regionalismo precedente, el realismo mágico pretende una representación más compleja, donde se sitúan en un mismo nivel lo racional, lo mítico, lo legendario y lo fantástico. Es una búsqueda de las raíces autóctonas de la realidad americana, en la que se integran las influencias indígenas, pero también europeas y africanas.
- Temáticamente, adquieren gran importancia los escenarios urbanos, siendo la ciudad el lugar donde cobran vida problemas existenciales como la soledad y la incomunicación.
- A nivel formal, existe una mayor preocupación por la experimentación estilística y por el empleo de técnicas narrativas innovadoras (varias voces narrativas, saltos en el tiempo, etc.).
Autores
- Miguel Ángel Asturias: En El señor Presidente (1946), realiza una crítica mordaz y esperpéntica de la figura de un dictador sudamericano, recurriendo a las técnicas surrealistas.
- Jorge Luis Borges: Sobresalió por sus libros de relatos (Ficciones, El Aleph, El libro de arena), donde trataba mediante símbolos sus preocupaciones sobre la existencia y la condición humana.
- Juan Rulfo: El mexicano crea en Pedro Páramo un gran escenario mítico, Comala, en el que, a partir de las informaciones de unos narradores difuntos, se reconstruye la vida del cacique protagonista.
- Otros autores: Alejo Carpentier, El siglo de las luces; Ernesto Sábato, El túnel; Juan Carlos Onetti, El astillero.
1 Ambas denominaciones o etiquetas pueden considerarse sinónimas. La primera fue empleada, inicialmente, a propósito de la pintura por el crítico de arte alemán Franz Roth e incorporada a la literatura hispanoamericana por el escritor Arturo Úslar Pietri en el ensayo Letras y hombres de Venezuela (1948). Por su parte, Alejo Carpentier fue el inventor de la expresión «lo real maravilloso» en el prólogo a su novela El reino de este mundo (1949).
2.2 Años 60. La Novela del Boom
En opinión del escritor chileno J. Donoso, en el fenómeno bautizado como el boom (onomatopeya que significa «estallido») de la novela hispanoamericana de los 60 convergieron factores literarios y editoriales. En un periodo de poco menos de diez años, se publicaron novelas de gran calidad y originalidad, que se difundieron más allá de las fronteras del continente americano gracias a los premios literarios y a la labor editorial de empresas como Seix Barral.
- Los autores pertenecientes a este periodo de internacionalización coincidieron en su fe en la revolución cubana.
- Las novelas siguen consolidando el realismo mágico, a través de la creación de universos deslumbrantes, exóticos o fantásticos.
- Es una literatura comprometida con la compleja realidad de la época, que se amolda a las transformaciones ideológicas con nuevas formas de expresión.
- En estas novelas se acentúa la experimentación formal y estilística, mediante el empleo de diversos cambios en la voz narrativa (hasta llegar a la técnica del caleidoscopio), la ruptura de la linealidad argumental a partir de saltos temporales y la superposición de planos, etc.
Autores
- Julio Cortázar: Autor de Rayuela, novela que permite al lector la elección del orden de la lectura.
- Gabriel García Márquez: Narró en Cien años de soledad la extensa historia de siete generaciones de la familia Buendía, fundadores de la mítica Macondo. Novela característica del realismo mágico, maneja a la perfección la idea de la circularidad temporal.
- Mario Vargas Llosa: Se inició con La ciudad y los perros, pero desde su denuncia de la corrupción del universo de un colegio militar ha tratado diversos temas y manejado distintos registros en su larga trayectoria literaria.
- Otros autores: Carlos Fuentes, La muerte de Artemio Cruz; J. Lezama Lima, Paradiso; Guillermo Cabrera Infante, Tres tristes tigres.
3. Los Nuevos Narradores o la Novela del Post-Boom2 (Mediados de la Década de los 70)
- Tendencia a volver a planteamientos narrativos más realistas (como la linealidad temporal y el narrador omnisciente), prescindiendo del abuso en los experimentos formales («La nueva generación encuentra que la novela de los años sesenta es excesivamente literaria, y se dedica, como todas las vanguardias, a hacer una «anti-literatura», una «anti-novela»).
- Frente al interés de la etapa anterior por escribir una novela total que revele la esencia de lo americano, se prefieren estructuras más sencillas y contenidos más cotidianos y próximos a la experiencia del lector (Antonio Skármeta, El cartero de Neruda).
- Aprovechamiento de motivos procedentes de la cultura de masas y popular: cine, televisión, radionovelas, géneros musicales como el rock y el tango, etc. (Manuel Puig, La traición de Rita Hayworth; A. Bryce Echenique, La amigdalitis de Tarzán, etc.); y mezcla de distintos géneros narrativos: crónica periodística-ficción, ensayo-novela, etc.
- Mayor importancia de los temas amorosos, enfocados desde una perspectiva más optimista.
- Papel destacado de los escenarios urbanos, a través de los cuales se incorporan motivos como la marginalidad o las drogas.
- Notable presencia del humor, la burla y la ironía como motivos argumentales o como instrumento paródico transgresor.
- Reivindicación de lo femenino, gracias a la incorporación de un mayor número de escritoras (Elena Poniatowska, Daniela Eltit, etc.) y un mayor interés por las preocupaciones y sentimientos de los personajes de dicho sexo (Laura Esquivel, Como agua para chocolate).
2 Etiqueta acuñada por Juan Manuel Marcos en su ensayo Roa Bastos, precursor del post-boom (1983), y que no ha gozado de una total aceptación, ya que incorpora a esta nueva etapa a autores que despuntaron ya en la etapa precedente del boom y, poco a poco, le dan un nuevo rumbo a su producción narrativa. Asimismo, debe señalarse la gran heterogeneidad de los autores y obras englobadas por la crítica en este periodo, donde es posible que convivan tendencias antagónicas.
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