18 Dic
Narrativa del Siglo XX hasta 1939
Podemos distinguir a esta novela en dos grupos:
1. Generación del 98
Relativiza la novela. Cuatro obras de 1902 coinciden con el rechazo al realismo del siglo XIX y en la angustia vital propia de toda época de crisis. Estos huyen del costumbrismo y la retórica, por eso tienen un estilo sobrio. Hay otros temas como la preocupación por España y el de la historia; buscan las raíces del alma española.
Son comunes el uso de palabras tradicionales, la técnica impresionista y los diálogos densos. Pero cada autor tiene su individualidad.
- Valle-Inclán: Evoluciona desde el modernismo de sus Sonatas hasta el expresionismo degradante de sus esperpentos, en los que deforma grotescamente la realidad con personajes fantoches. En su obra Tirano Banderas critica a un dictador americano.
- Azorín: Sus novelas tienen mucho de ensayo y algunas de biografía. Es el que más atención presta al paisaje, a los clásicos como Cervantes y a la reinvención de personajes conocidos.
- Unamuno: Dará a sus novelas un nombre nuevo, nivola; son textos en los que cabe todo. Introduce al final un tratado de cocotología. Busca la intrahistoria. La angustia vital y los conflictos religiosos provienen de su imposibilidad de encontrar sentido a su existencia y a la de Dios. Él quiere creer, pero no puede.
- Baroja: Suele agrupar sus novelas en trilogías y otras veces en muchos volúmenes, como los de Memorias de un hombre de acción.
2. La Generación del 14
Integra a intelectuales que están entre el noventayochismo y las vanguardias. Son más vitales que los del 98, más europeístas y liberales. Destacan:
- La novela lírica: resalta Gabriel Miró, es el gran poeta en prosa. La melancolía y lo sensorial recuerdan la prosa modernista, pero su búsqueda de perfección formal es novecentista. Destaca por la sensibilidad hacia la luz, por la musicalidad y el lirismo, hasta el punto de hacer de la acción algo secundario. Nuestro padre San Daniel.
- La novela intelectual: en ella destaca Francisco Ayala. Este escribe novelas generacionales como A.M.D.G., donde critica a su colegio de jesuitas. También escribe novelas poéticas sobre la vida española a través de la técnica del contraste entre vida/muerte, como La caída de los limones.
- Novela humorística: como la de Wenceslao Fernández Flórez en Las siete columnas, ficción sobre qué pasaría si desaparecieran los siete pecados capitales.
- La novela corta: que había resucitado en revistas como El Cuento Semanal, que muere con los novecentistas.
A finales de los años 30, la novela se politiza y encontramos los llamados novelistas sociales de preguerra. Anderius aúna contenido social y recursos formales, como las asociaciones al modo de las greguerías. La novela del siglo XX hasta 1939 se opone a la copia de la realidad y al barroquismo del realismo decimonónico.
La Narrativa desde 1940 a los Años 70
1. Los Años 40: Novela Existencial
Son años de posguerra y de dictadura franquista, pobreza, hambre y represión. Se publica una novela de vencedores dividida en buenos y malos, es bastante triunfalista hasta que algunos escritores encuentran en el enfoque existencial su forma de expresión del desconcierto, el desequilibrio de fuerzas y la angustia vital.
- 1942, Cela: La familia de Pascual Duarte, con la que se inaugura el tremendismo por la descripción de lo más feo de la sociedad. La novela pasa por la picaresca, el drama rural y el determinismo de Baroja.
- Carmen Laforet publica Nada. Una muchacha va a estudiar a Barcelona y se aloja con unos parientes derrotados por la Guerra Civil. La joven retrata, con tristeza, una ciudad y unas gentes gobernadas por la nada.
- 1947, Delibes: La sombra del ciprés, recibe el premio Nadal.
Los temas predominantes son la soledad, la inadaptación, la frustración, la muerte. Los personajes son seres marginados, violentos u oprimidos. Los espacios son limitados y se observa una preferencia por la primera persona.
2. Años 50: Novela del Realismo Social
Durante estos años comienza un contacto con el exterior (ONU), además hay éxodo rural, conflictos de clase y protestas de universitarios y obreros contra el régimen franquista. Los autores encuentran en la novela social su forma de denuncia. Los antecedentes están en el realismo español decimonónico, con cierto costumbrismo en la generación del 98, con su denuncia del estancamiento nacional.
Hay dos tendencias. El objetivismo, que refleja finalmente la realidad y el diálogo de los personajes, y hay una crítica implícita. En el realismo crítico, la crítica es explícita.
En estas novelas sociales, hay personajes colectivos frente al individuo, el lenguaje es claro y sencillo, con diálogos directos llenos de coloquialismos, y una narración lineal en narrador omnisciente en 3ª persona. Destacan:
- Cela: La colmena
- Sánchez Ferlosio: Industrias y andanzas
- Miguel Delibes: El camino
- Goytisolo: Juego de manos
3. Años 60: Novela Experimental
Son los años del desarrollo económico, crecimiento del turismo y cambio de mentalidad. Aumenta la emigración y la oposición al régimen franquista. La novela social se desgasta. Se requiere una renovación lingüística y formal sin perder la intención crítica. Surge la novela experimental, donde la escritura se divide en secuencias, surge una ruptura temporal y el punto de vista es múltiple, que incluye el monólogo interior, el estilo es libre y, además, el lenguaje es culto y experimental. Destacan:
- Luis Martín Santos: Tiempo de silencio
- Juan Benet: Volverás a Región
- Juan Goytisolo: Publica Señas de identidad
- Miguel Delibes: Cinco horas con Mario (1966). Es un monólogo interior de una viuda velando el cadáver de su marido y refleja el enfrentamiento entre dos sectores: el suyo, tradicional, y el progresista.
La Narrativa desde los Años 70 a Nuestros Días
En los años 70, continúa escribiéndose novela experimental: de estructura en secuencias, con ruptura temporal y punto de vista múltiple con la técnica del contrapunto; con monólogo interior y digresiones; de lenguaje culto y sintaxis compleja. Pero a partir de 1975, con la muerte de Franco, la llegada de la democracia y el fin del aislamiento tradicional español, se abre un nuevo periodo para la narrativa. Torrente Ballester, La saga/fuga. Eduardo Mendoza, La verdad sobre el caso Savolta (1975). Las novelas de esta época vuelven al relato tradicional y la historia interesante en sí misma, en que predomina un sentido de desencanto, una visión irónica y distante y los problemas de temas más personales como la soledad. No se refleja la actualidad política, pero hay gran influencia de los medios de comunicación de masas y una vuelta al estilo realista.
Los autores más destacados: Camilo José Cela, Miguel Delibes, Gonzalo Torrente Ballester y Álvaro Cunqueiro.
Años 80 y 90
- Novela histórica: de intención paródica, Ballester en Crónica del rey pasmado (1989). Muñoz Molina, El jinete polaco (1991).
- La metanovela, novela especular: que consiste en incluir la narración misma como centro de atención del relato y reflexionar sobre la creación novelística. Beatus Ille, de Antonio Muñoz Molina. La gramática parda (1982), de García Hortelano.
- La novela intimista: vuelve a lo privado con el análisis psicológico de los personajes femeninos, como las de Rosa Montero, Te trataré como a una reina (1983).
- La novela lírica: también llamada poética por su parecido con el poema en prosa. Muy cercanas a esta novela están las narraciones intimistas, neoexistenciales, llamadas memorialismo narrativo o relato de formación. La lluvia amarilla, de Julio Llamazares.
- La novela neorrealista: situada en un espacio conocido. Aquí podemos incluir el grupo de escritores jóvenes conocidos a finales de los años 90 como Generación X, que se caracterizan por ofrecer una visión desencantada de la vida con protagonistas muy jóvenes y presencia de la violencia, con continuas referencias musicales y del mundo de la noche o las drogas. José Ángel Mañas, Historias del Kronen (1994).
- La novela policíaca: casi siempre influida por la novela y el cine negro americano. Arturo Pérez-Reverte, La tabla de Flandes.
- La novela de crítica política: refleja la desilusión de las décadas 80 y 90. Juan Madrid, Días contados (1993).
En la primera década del siglo XXI siguen las tendencias anteriores, si acaso se observa un auge del cuento. Los girasoles ciegos, de Alberto Méndez. Los microrrelatos de Luis Mateo Díez también tienen mucho éxito. En los últimos años hay eclecticismo, novela de todas las tendencias. Si acaso, una tendencia destacada sobre todas: la histórica, tanto del pasado remoto como reciente. A. Pérez-Reverte en Cabo Trafalgar (2004).
La Novela: Definición y Elementos
La novela es un género literario narrativo que comprende varios subgéneros. En ellos, un narrador desarrolla una historia o hechos ficticios que les suceden a unos personajes en un tiempo y espacio determinado. La novela es una narración extensa en prosa. Suele aparecer dividida en capítulos y abundan los diálogos y descripciones.
La novela presenta los elementos propios de la narración:
- El narrador: no coincide con el autor real. Es la voz que cuenta la historia y es tan imaginario como cualquiera de los personajes. El narrador puede enfocar la historia desde diferentes puntos de vista:
- Narrador interno: Participa en la historia que narra, bien viviéndola como protagonista o como personaje secundario. La historia es contada en primera persona. Suele ser el personaje protagonista, a veces es un personaje secundario que participa más o menos en la historia, pero no es el protagonista, se le llama también narrador testigo.
- Narrador externo: No participa en la historia que cuenta. El relato está contado desde fuera, en tercera persona. Suele ser un narrador omnisciente, ya que sabe todo sobre los personajes, hasta sus pensamientos y sentimientos más íntimos, y subjetivo, ya que valora y comenta lo que narra y describe, aunque en menos ocasiones, también, es un simple espectador de lo que ve y oye, y describe el comportamiento de los personajes sin saber lo que pasa por sus mentes; es el narrador limitado u objetivo.
También se suelen distinguir diferentes niveles narrativos como:
- Narración enmarcada: es una historia enmarcada en otra historia. Se produce cuando un personaje relata a su vez una historia.
- Narrador-editor: el narrador finge que no ha creado la historia, sino que la ha encontrado escrita y se limita a editarla o a traducirla.
Los personajes se clasifican según su presencia:
- Protagonista: es el personaje principal. El que se opone a él es el adversario. Hablamos de personaje colectivo si aparecen varios personajes sin destacar ninguno en particular.
- Secundarios
- Los redondos: descritos con muchos matices físicos y psicológicos que varían durante la obra, son propios de las novelas.
- Los planos o arquetípicos
Orden de la Narración y el Tiempo Narrativo
Según se organicen los elementos de la trama, puede ser:
- Un orden cronológico o lineal, si los acontecimientos se ordenan cronológicamente.
- Un orden no lineal: la narración comienza con el nudo, luego pasa al comienzo de la historia y vuelve al sitio donde ha empezado y acaba con el desenlace.
Podemos encontrarnos anticipaciones, sucesos que anticipa el narrador, o retrospecciones, saltos al pasado.
En el tiempo narrativo, la época en la que transcurre la historia; la Edad Media, la actualidad, el futuro o la duración de la acción: un día, un mes, etc.
La Novela Hispanoamericana
Años 40 y 50
La literatura hispanoamericana da las primeras muestras de superación de los modelos narrativos. El regionalismo de los años 20 y 30, más preocupado por la utilidad del mensaje literario que por cuestiones estéticas, comenzaba a agotarse. Las transformaciones en la vida social y la influencia que ejercerán los renovadores de la literatura europea y norteamericana favorecerán el nacimiento de la llamada nueva novela. A mediados de la década de los años 70 se observa en la literatura hispanoamericana un cambio de rumbo que predominará durante los años 80. A esta nueva tendencia se le ha llamado postboom.
Esta se vincula a la época de desilusión ante el fracaso de los proyectos democratizadores.
La temática destaca la denuncia social, ideológica o política. En este sentido, cabe señalar el auge de la literatura testimonial. El exilio interior y exterior fue también motivo inspirador de muchos autores, como es el caso de la literatura argentina. Destaca el aumento de las novelas de tema histórico que pretenden construir un discurso distanciador con respecto a la historiografía oficial. Otra característica es la cultura popular, las drogas, el sexo y el erotismo. La recuperación del tema del amor.
Por último, hay que señalar la presencia del humor.
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