29 Nov
Historia de la poesía española del siglo XX: De la posguerra a la actualidad
La poesía de la posguerra (década de 1940)
Durante la década de 1940, la poesía española estuvo marcada por las inquietudes existenciales y religiosas. Convivieron dos grandes tendencias de distinto signo:
Poesía arraigada
Se caracteriza por el optimismo y la presentación positiva de la realidad. Se agrupaban en torno a las revistas «Escorial» y «Garcilaso», subvencionadas por el régimen franquista. Predominaban los temas amorosos, familiares y patrióticos. Los poetas más importantes fueron Leopoldo Panero (Escrito a cada instante), Dionisio Ridruejo (Sonetos a la piedra) y Luis Rosales (La casa encendida).
Poesía desarraigada
En 1944, tras la publicación de Sombra del paraíso, de Vicente Aleixandre, y de Hijos de la ira, de Dámaso Alonso, y la fundación de la revista «Espadaña», surge una tendencia totalmente opuesta a la anterior: la poesía desarraigada. Los poetas desarraigados expresaban con un tono violento y amargo su dolor ante la fugacidad de la vida y la muerte, así como ante las consecuencias de la guerra (hambre, represión, miseria). También aparece el tema religioso: la búsqueda de Dios o su silencio, sus dudas y hasta su desesperación. Destacan Victoriano Crémer, Eugenio de Nora (Siempre) y, aunque con matices, las primeras obras de Blas de Otero (Ángel fieramente humano) y José Hierro (Tierra sin nosotros).
Otras dos tendencias minoritarias fueron:
- Postismo: que proponía continuar el espíritu de las vanguardias.
- Grupo Cántico: influenciado por la poesía del 27, compuesto, entre otros, por Ricardo Molina y Pablo García Baena.
La poesía social (década de 1950)
Casi todos los poetas desarraigados evolucionaron durante la década de 1950 hacia la poesía social. Se buscaba acercarse al hombre de la calle, reflejar sus problemas y denunciar las desigualdades, la injusticia social y la falta de libertad. La poesía se concibió como un vehículo de comunicación con un estilo sencillo y un lenguaje asequible. Los autores más representativos fueron:
- Blas de Otero (Pido la paz y la palabra)
- José Hierro (Quinta del 42), donde aborda las duras condiciones de vida de las clases desfavorecidas.
- Gabriel Celaya (Las cartas boca arriba), quien afirmaba que «la poesía es un arma cargada de futuro».
Entre el postismo y la poesía social se sitúan Gloria Fuertes (Isla ignorada) y Ángela Figuera (Belleza cruel).
La poesía desde la Transición hasta la actualidad
Desde la llegada de la democracia hasta la actualidad han aparecido multitud de poetas enmarcados en diferentes tendencias:
- Poesía de la experiencia: encabezada por Luis García Montero (Habitaciones separadas).
- Poesía del silencio o neopurista: caracterizada por la reflexión filosófica, con autores como Andrés Sánchez Robayna o Clara Janés.
- Neosurrealismo: de Blanca Andreu.
- Poesía erótica: de Ana Rossetti.
En definitiva, han convivido varias tendencias poéticas y estilos sin una línea predominante.
Generación de los 50 y Novísimos
Generación de los 50
Por las mismas fechas surge la “Generación de los 50” o “Generación del Medio Siglo”. Rompieron con la poesía social, buscando una poesía interior y autobiográfica con un lenguaje cuidado y cercano a lo conversacional. Los poetas más relevantes fueron:
- Ángel González (Tratado de urbanismo)
- Jaime Gil de Biedma (Las personas del verbo)
- Claudio Rodríguez (Conjuros)
- José Ángel Valente (Poemas a Lázaro)
- José Agustín Goytisolo (Algo sucede)
- Francisco Brines (Las brasas)
Novísimos
En la década de 1970, el libro Arde el mar (1966), de Pere Gimferrer, fue fundamental para el nacimiento de una nueva tendencia. Los nuevos poetas, denominados novísimos por la antología Nueve novísimos poetas españoles de José María Castellet, se caracterizaron por:
- Incorporación de la cultura de los medios de comunicación (cine, música, cómic, publicidad).
- Experimentación.
- Recuperación de las vanguardias y del lenguaje surrealista.
- Cosmopolitismo.
- Abandono de las formas tradicionales por la versificación libre.
Gimferrer y Guillermo Carnero (Libro de horas) abrieron el camino a Leopoldo María Panero (Canto personal) y Luis Alberto de Cuenca (Poesía), entre otros.
Análisis del texto
Adecuación
Se trata de un texto periodístico de información. La modalidad textual predominante es la exposición, ya que se pretende informar al receptor sobre la evolución de la poesía española del siglo XX. Está escrito con un tono formal; por tanto, la función del lenguaje que destaca es la referencial. La actitud del emisor es objetiva, aunque con un léxico connotativo en la descripción de las diferentes tendencias poéticas.
Coherencia
El tema del texto es la evolución de la poesía española en el siglo XX. Su estructura es inductiva, ya que parte de la descripción de las tendencias poéticas de la posguerra para llegar a las tendencias más contemporáneas. Podemos dividirlo en cuatro partes. En la primera, el autor describe la poesía de la posguerra. En la segunda, desarrolla la poesía social. En la tercera, describe las tendencias poéticas desde la Transición hasta la actualidad. Y en la cuarta, analiza la Generación del 50 y los Novísimos.
Cohesión
Se consigue mediante el uso de conectores temporales (durante, tras, desde, hasta), deícticos (los, ellos, estos), repeticiones de palabras clave (poesía, poetas), relaciones léxico-semánticas (campos semánticos de la poesía, la guerra, la sociedad), sinónimos (optimismo/positividad), antónimos (arraigada/desarraigada), hipónimos e hiperónimos (poesía social/poesía), y palabras de la misma familia léxica (arraigo/arraigado).
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