21 Ene
La Expresión Arqueológica del Ritual Funerario: Estructura y Ajuares
Las Estructuras Funerarias entre la Edad Oscura y el Helenismo
Ritos y estructuras funerarias durante la Edad Oscura
En el paso del II al I milenio a.C. hay cambios en el ámbito funerario, donde lo más característico es el abandono de sepulturas comunes del periodo micénico por tumbas individuales de tipo cista; otra característica será la cremación sobre la inhumación.
- Periodo Protogeométrico (1050-900 a.C.): Los hallazgos en el Cerámico de Atenas muestran un predominio de la cremación, salvo en los niños que siguen siendo inhumados en cistas o fosas. La estructura funeraria es de fosa cuadrada o rectangular de pequeñas dimensiones y con un orificio en el fondo donde colocar la urna. A veces también se depositaban los restos de la pira donde se había realizado la cremación (cremación secundaria) y se remataba la tumba con un túmulo. A finales del periodo, el túmulo se comienza a señalar a modo de estela con una piedra caliza.
Las ánforas donde se guardaban las cenizas tenían relación con el sexo: para los hombres se usaban con asas en el cuello y para las mujeres con las asas al hombro. Los ajuares de estos enterramientos son ricos y a menudo las lanzas y espadas de bronce o hierro, en los enterramientos masculinos, podían ir enrolladas en el cuello del ánfora, mientras que los femeninos tenían anillos, agujas… Las urnas iban cubiertas con vasos de bronce, lajas de piedra o con platos de cerámica.
- Periodo Geométrico (900-700 a.C.): Se refleja un mayor distanciamiento de las necrópolis del núcleo urbano. Dentro de Atenas, por ejemplo, se encuentran los espacios funerarios del Ágora y en el Areópago. El rito de la cremación secundaria sigue siendo predominante hasta final del periodo, donde reaparece la inhumación. La convivencia de ambos ritos se puede deber a una preferencia personal. La cremación sigue asociada a la tumba de fosa y se mantiene la distinción de urna por sexo. Las inhumaciones serán de tipo cista, a excepción de los niños que siguen estando en cementerios o bajo la casa.
Algo característico de este periodo será una mayor complejidad en los túmulos y en su señalización, donde las estelas de piedra aumentan de tamaño y se pone de moda la señalización mediante vasos cerámicos (ánforas para mujeres y cráteras para hombres) de grandes dimensiones y decoración del Geométrico tardío. En lo referente a ajuares no hay un gran aumento en las joyas, aunque se encuentran láminas de oro estrechas y alargadas decoradas con motivos animales o figuras geométricas repujadas sobre una matriz, se pueden encontrar enrolladas en las urnas o sobre el cuerpo del difunto. Fuera de Atenas se encontró la cista de Argos donde había un completo ajuar de casco y coraza de bronce, varios vasos, anillos y hachas de oro; también en la necrópolis de Eleftherna se encontró una tumba de cremación primaria con restos calcinados de un guerrero con un acompañante u otro esqueleto sin cabeza (que podría ser un sacrificio).
Ritos y estructuras durante el periodo arcaico
A finales del siglo VIII e inicios del VII a.C. hay una importante recesión en el número de tumbas e incluso se abandonan algunas necrópolis. Sigue observándose una separación del territorio de los vivos y los muertos y se eligen lugares cerca de caminos para facilitar el acceso y que las tumbas sean visibles. En este periodo conviven las cremaciones y las inhumaciones; las cremaciones serán de cremación primaria, lo que explica que sean de mayor tamaño para poder tener la pira y que contengan canales subterráneos para facilitar la combustión y la circulación del aire; las inhumaciones se realizan en fosas o excavadas en la roca, donde las infantiles siguen siendo las más frecuentes. Sobre los dos tipos de tumbas se usan túmulos de planta circular o cuadrangular que van aumentando progresivamente de tamaño, hasta casi ser un problema de espacio. A comienzos del siglo VI a.C. los túmulos van siendo sustituidos por tumbas rectangulares con paredes verticales de adobe que se agrupan en calles y pone orden al espacio; más tarde se levantarían con mampostería, lo que las dará una mayor monumentalidad. En la señalización externa, los grandes vasos dan paso a grandes estelas de piedra decoradas o incluso estatuas humanas de bulto redondo, llamadas korai. Este aumento de monumentalidad no va en conjunción con los ajuares, ya que las joyas y armas prácticamente desaparecen y sólo hay una copa, un vaso para verter y un ungüento; aunque también será característico de este periodo el desarrollo de depósitos de ofrendas en dos espacios, los lugares de ofrendas (de forma irregular contienen capas alternas de tierra quemada y limpia) y las zanjas de ofrendas (depósitos más elaborados, excavados y forrados de adobe que se utilizan una sola vez para quemar gran cantidad de ofrendas y se sellan).
La Arqueología de la Muerte en Grecia
El Concepto de la Muerte entre los Griegos y las Fuentes para su Estudio
El estudio de la ideología funeraria se mueve en dos direcciones: por un lado, se centra en el individuo y, por otro, en los actos realizados. Hay dos fuentes fundamentales de información: las referencias de los autores griegos y todo lo obtenido en las investigaciones arqueológicas; también la documentación epigráfica (epitafios).
Las Fases del Ritual Funerario
En las sociedades antiguas, la muerte provoca desequilibrio y tensión en la comunidad, y se sienten obligados a expresar su dolor y demostrar respeto al difunto. Las celebraciones permiten superar el duelo y mantendrán viva la memoria del difunto. El ritual funerario griego es familiar y el sacerdote no tiene función en él. El proceso ceremonial fúnebre comienza con los preparativos para la muerte y finaliza una vez perdida la memoria del difunto; los ritos se realizan desde la muerte y hasta la entrada del alma (psyché) del difunto en el Hades.
Ritos pre-deposicionales
- Prothesis: Es la exposición del cadáver para comprobar el fallecimiento y facilita la expresión del duelo para honrar al difunto en el momento clave en que su psyché vaga entre el mundo de los vivos y los muertos. El cadáver es preparado por las mujeres de la familia y se inicia con un baño tras el cual se viste al difunto con un traje específico funerario llamado kosmos. Los ojos se le cerraban y se sujetaba la barbilla. Una vez terminado este paso, se colocaba al difunto en una habitación de la casa sobre un kliné (especie de lecho) con los pies orientados a la puerta. En la puerta se colocaban lebetas (vaso de cuerpo profundo y base redondeada que necesitaba una base) y lutróforos (vaso de cuello abocinado muy largo y con asas) con agua como elemento purificador. En el transcurso de toda esta ceremonia, que podía durar desde dos días hasta diecisiete, se realizaban actos de demostración pública de dolor, como cánticos o lamentos (plañideras).
- Ekphora: Es el traslado del cadáver al cementerio, andando o en carro, durante la noche y acompañado de música en un desfile de acompañantes; los hombres van delante de las mujeres.
Ritos deposicionales
Apenas existen datos de este rito, pero es posible que se realizaran libaciones (probar algún tipo de licor y derramarlo sobre el ataúd o la urna de las cenizas).
Ritos post-deposicionales de carácter inmediato
- En el cementerio: Se realizaban ofrendas donde se sacrificaban pequeños animales que luego eran quemados junto a otros objetos.
- Fuera del cementerio: Se realizaba un banquete funerario (perideipon) en la casa de la familia donde el propio difunto, en representación del familiar más próximo, presidía la reunión. Este banquete se hacía el tercer día de la muerte y treinta días después se volvía a celebrarse, pero los asistentes se sentaban en la mesa en vez de reciclarse, y después se depositaba en la tumba parte de la basura acumulada en ese periodo en la casa (tenía carácter purificador).
Ritos posteriores al fin del duelo
Después de realizar todos los ritos funerarios, la memoria del difunto se mantenía viva mediante visitas a la tumba durante al menos una generación. A partir de estudios iconográficos encontrados en lécitos (vaso de cuerpo esbelto, con cuello alargado y un asa que contenía ungüentos o aceites) se sigue una secuencia que podía ser habitual y que se inicia con la decoración con flores y cintas de la estela funeraria, luego se colocan las ofrendas no alimenticias y se hacen las libaciones.
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