20 Dic
Evolución Histórica de la Lengua Española
La Península Ibérica antes de la Romanización
La Península Ibérica, antes de la romanización, presentaba una compleja situación lingüística caracterizada por una rica diversidad etnolingüística. Dos componentes principales definían este panorama: el preindoeuropeo, del cual solo el vasco sobrevive actualmente, y el indoeuropeo, que llegó posteriormente e influyó significativamente en las culturas nativas.
Durante el primer milenio antes de Cristo, diversos pueblos llegaron a la península buscando tierras para cultivar o metales para comerciar. Los celtas, que invadieron desde el norte, se establecieron principalmente en el centro y oeste peninsular, ocupando Portugal y la Baja Andalucía hacia el siglo VI a.C. Fenicios y griegos fundaron enclaves comerciales costeros, siendo destacables ciudades como Gadir (Cádiz) y Malaka (Málaga). Los cartagineses, herederos de los fenicios, posteriormente desplazarían a los griegos.
La Romanización y la Fragmentación Lingüística
La romanización, iniciada en 218 a.C. con el desembarco de tropas romanas en el nordeste peninsular, fue un proceso gradual que culminó en 19 a.C. con la conquista de la costa cantábrica. El latín se fue imponiendo progresivamente sobre las lenguas prerromanas, extendiéndose primero entre las élites y después generalizándose entre toda la población.
Tras la caída del Imperio Romano, el latín comenzó a fragmentarse y evolucionar de manera diferente en cada región. La invasión árabe en 711 y la posterior Reconquista cristiana marcaron profundamente este proceso lingüístico. Inicialmente, los diversos dialectos románicos (gallego, asturleonés, castellano, navarro-aragonés y catalán) se desarrollaron de manera independiente.
A partir del siglo XI, el castellano comenzó a ganar preponderancia, favorecido por la expansión del Reino de Castilla. En el siglo XIII, se consolidó como el modelo lingüístico dominante, mientras otras lenguas como el gallego y el catalán también se expandían hacia el sur.
Este complejo proceso de transformación lingüística sentó las bases de las lenguas que hoy conocemos en la Península Ibérica.
Las Lenguas de España: Evolución del Español
El desarrollo histórico del español se puede resumir en varias etapas clave. En el siglo IX, aparecen los primeros textos con rasgos del castellano, conocidos como los Cartularios de Valpuesta. Durante el siglo XIII, bajo el reinado de Alfonso X el Sabio, el castellano se consolida como lengua oficial y escrita.
En los siglos XV y XVI, se inicia la unificación lingüística de España con los Reyes Católicos. En 1492, Elio Antonio de Nebrija publica la primera gramática castellana, marcando un hito importante. Además, el español se expande por América con la llegada de los colonizadores.
Durante los siglos XVI y XVII, el idioma empieza a denominarse español, adquiriendo su pronunciación actual y alcanzando prestigio internacional durante el Siglo de Oro de la literatura en español.
En el siglo XVIII, el español presenta su configuración moderna y se funda la Real Academia Española en 1713 para preservar su pureza. En el siglo XIX, se convierte en lengua obligatoria en todos los niveles educativos. Finalmente, en los siglos XX y XXI, la lengua se consolida aún más gracias a los avances tecnológicos, la alfabetización de la población y el desarrollo de los medios de comunicación.
Lenguas Cooficiales de España
Catalán
Es lengua cooficial en Cataluña, Islas Baleares y Comunidad Valenciana. Los documentos más antiguos datan de los siglos XI-XII. El catalán experimentó un resurgimiento literario en el siglo XIX conocido como Renaixença y actualmente cuenta con un proceso de normalización lingüística bien desarrollado.
Gallego
Es lengua cooficial en Galicia y su primer documento conocido es el Fuero de Castro Caldelas, fechado en 1228. La Edad Media fue su periodo de esplendor literario, pero sufrió un declive hasta que resurgió en el siglo XIX con el movimiento Rexurdimento. A pesar de su estatus actual, enfrenta desafíos para su normalización y modernización.
Vasco (Euskera)
Esta lengua preindoeuropea tiene más de 3000 años de antigüedad. Se habla principalmente en el País Vasco y en zonas del norte de Navarra y Francia. En 1968 se implementó el euskera batúa (euskera unificado) para establecer un estándar lingüístico. El euskera ha influido también en algunas características del castellano, como la pérdida de la f- inicial latina.
En conjunto, estas lenguas cooficiales enriquecen la diversidad lingüística de España y reflejan su historia cultural y social.
El Romancero Viejo: Origen y Características
El Romancero español se divide en tres categorías principales. El Romancero viejo se refiere al conjunto de romances que se cantaban a finales de la Edad Media, conservados desde el siglo XV y recopilados en cancioneros y pliegos sueltos. Por otro lado, el Romancero nuevo incluye los romances escritos por poetas cultos de los siglos XVI y XVII, como Cervantes, Lope de Vega, Góngora y Quevedo. Además, existe el Romancero oral moderno, que abarca un extenso conjunto de romances de tradición oral recogidos desde finales del siglo XIX hasta la actualidad en la península ibérica, Canarias, Hispanoamérica y comunidades sefardíes.
En cuanto a su origen, los romances parecen haber surgido de la fragmentación de los cantares de gesta. Se consideran un género épico-lírico debido a su mezcla de elementos narrativos y líricos.
Sus características formales incluyen repeticiones, enumeraciones, lenguaje arcaizante y diálogos frecuentes. Los romances suelen tener estructuras narrativas abiertas, comenzando in medias res y con finales abruptos.
Temáticamente, los romances viejos se clasifican principalmente en cuatro grupos: primero, los romances de tema épico castellano, que incluyen figuras como el rey don Rodrigo y el Cid; segundo, los romances fronterizos y moriscos, que abordan escaramuzas entre moros y cristianos; tercero, los romances de tema épico francés, como los relacionados con Carlomagno; y cuarto, los romances novelescos y líricos, que tratan temas bíblicos, mitológicos o históricos.
En resumen, el Romancero es un género rico en diversidad temática y formal que ha evolucionado a lo largo del tiempo a través de la tradición oral y la creación literaria.
Coplas a la Muerte de su Padre de Jorge Manrique
Las Coplas a la muerte de su padre de Jorge Manrique son una elegía que reflexiona sobre la vida y la muerte a raíz del fallecimiento de Rodrigo Manrique. El poema presenta a su padre como un modelo de caballero cristiano, idealizando su figura.
Temas principales
- La vanidad del mundo
- El menosprecio de la vida terrenal
- El tópico del ubi sunt
- La inestabilidad de la Fortuna
- La muerte como igualadora
Estructura en tres partes
- Coplas I-XIV: Reflexión sobre la fugacidad de la vida y los bienes terrenales, introduciendo tópicos medievales como la vanidad del mundo y el «ubi sunt».
- Coplas XV-XXIV: Ejemplificación del carácter transitorio de lo mundano mediante personajes históricos, mostrando el poder igualatorio de la muerte.
- Coplas XXV-XL: Glorificación de Rodrigo Manrique como modelo de caballero cristiano, cambiando el tono hacia el optimismo y presentando la «vida de la fama» como forma de trascendencia.
Métrica: Coplas de pie quebrado (8a, 8b, 4c, 8a, 8b, 4c)
Estilo: Naturalidad y lenguaje llano
El poema combina la tradición medieval con elementos renacentistas, ofreciendo una visión que va desde la amargura inicial hasta un cierto optimismo al final.
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