17 Ene

El Teatro Español hasta la Guerra Civil: Entre la Tradición y la Innovación

El teatro que se representó durante la primera mitad del siglo XX en España viene determinado por dos premisas básicas: ignoró las tendencias experimentales y renovadoras que triunfaban en Europa y presenta una dicotomía clara, una escisión tajante entre el teatro comercial que triunfa en los escenarios y el teatro más innovador en cuanto a enfoques ideológicos, temas o aspectos técnicos, que cosecha el rechazo del público.

Factores que influyeron en esta situación

  • Público burgués: Imponía una tiranía ideológica y una estética conservadora.
  • Empresarios privados: Exigían que los autores respetaran los gustos y deseos del público burgués.
  • Críticos: Se sometieron también a los deseos del público y no promovieron el gusto hacia propuestas más innovadoras.

Estos factores provocaron un determinismo estético, es decir, una fuerte resistencia a las experiencias innovadoras. La consecuencia es la pobreza del teatro español en este período. Es un teatro inmovilista que da la espalda a los movimientos renovadores del teatro europeo y mundial. Solo algunos autores menos conformistas tratarán de romper esta tendencia, rebelándose contra el teatro comercial, lo que hará que surja esa dicotomía clara.

Tendencias Teatrales

A) Teatro Comercial de Éxito

Es un teatro conservador en lo ideológico y en lo formal. Presenta tres rasgos:

  • Explota la estética realista del teatro del siglo XIX.
  • Se acomoda a los ideales conservadores de la burguesía.
  • Cosechó un gran éxito entre el público más conservador.

Jacinto Benavente fue el encargado de dar forma a este teatro. Dentro de esta corriente, encontramos las siguientes tendencias:

  • Comedia Benaventina: Se caracteriza por sus lujosas puestas en escena, una suave crítica de los conflictos morales y familiares de la burguesía, el lenguaje cuidado y elegante, con gran calidad en sus diálogos, y por la falta de profundidad psicológica de los personajes y la ausencia de crítica. Autores destacados: Jacinto Benavente (Rosas de Otoño, El Nido ajeno), Luca de Tena, López Rubio y Calvo Sotelo.
  • Teatro poético en verso: Heredero de los dramas románticos y seguidor de la moda francesa de Cyrano de Rostand. Tiene una estética modernista y una ideología tradicionalista. Presenta un gran virtuosismo formal y sus temas son históricos o fantásticos. Autores destacados: Francisco Villaespesa (Doña María de Padilla, Abén Humeya), Eduardo Marquina (En Flandes se ha puesto el sol) y los hermanos Machado (Juan de Mañara).
  • El teatro costumbrista: Pretende reflejar idílicamente la vida. Sus argumentos son sencillos, sin profundidad psicológica y sin crítica, con lenguaje expresivo que imita la expresión popular, buscando el salero y la gracia. Se desarrolla bajo la forma de sainetes y comedias costumbristas. Autores destacados: Carlos Arniches (sainetes madrileños) y los hermanos Álvarez Quintero (comedias costumbristas andaluzas).
  • El teatro cómico: Son obras de trama fácil, con tipos populares y castizos, situaciones sociales estereotipadas, con finalidad lúdica y de entretenimiento. Usa un lenguaje popular y humorístico. Puede aparecer en obras con música (opereta, revista, vodevil) y en obras sin música (juguete cómico, astracán, tragedia grotesca). Autor destacado: Pedro Muñoz Seca (creador del astracán con La venganza de Don Mendo).

B) Teatro Renovador

Es renovador porque:

  • Reacciona contra el convencionalismo del teatro realista.
  • No solo propone nuevas formas dramáticas, sino que quiere plantear problemas, existenciales o sociales, para sacudir la conciencia burguesa.

No triunfa por:

  • Teatro irrepresentable.
  • El público que lo acepta es minoritario.
  • Ningún empresario se arriesga con él.

Intentos renovadores

  • Teatro renovador en la Generación del 98: Varios de los autores del 98 intentaron la renovación del teatro mediante fórmulas novedosas que se alejaban de la estética realista y que planteaban conflictos existenciales al espectador. Fracasa comercialmente por esa falta de adecuación a las pautas del lenguaje teatral convencional. Tiene voluntad de transmitir un mensaje filosófico e ideológico profundo y complejo.
    • Valle-Inclán: Autor más importante del 98.
    • Unamuno: Aboga por un teatro desnudo (teatro filosófico e intelectual, cercano al ensayo) que son dramas de ideas que se vierten en un lenguaje muy denso y en ellos prima la palabra sobre la acción. Obras destacadas: El otro, La esfinge, Fedra.
    • Azorín: Su teatro es antirrealista, con una estética llamada superrealismo, irracional y simbólico. Se fundamenta en el diálogo, destacando los efectos de iluminación. Los temas son la búsqueda de la felicidad, el tiempo y la muerte. Obras destacadas: Old Spain, Lo invisible.
    • Jacinto Grau: Busca la restauración de la tragedia clásica, aunque no triunfó. Su mayor logro lo alcanzó con la farsa: teatro denso y culto que recrea los grandes mitos de la literatura. Obras destacadas: El señor de Pigmalión, Don Juan de Carillana.
  • Teatro renovador en el período vanguardista:
    • Ramón Gómez de la Serna: Su ideal de un arte arbitrario le lleva a escribir algunas piezas totalmente distantes de lo que se solía ver en las tablas y que se quedarían sin representar. Es un teatro muerto para el que no quiere ir al teatro, con anhelo antiteatral, que rompe con cualquier convención escénica o dramática. Obras irrepresentables. Obras destacadas: El laberinto, Teatro en soledad, Los medios seres.
  • Teatro renovador de la Generación del 27:
    • Aspectos:
      • Depuración del teatro poético a través de una profunda investigación sobre las posibilidades lingüísticas de la palabra.
      • Incorporación de las formas de vanguardia (simbolismo) que triunfaban en Europa, autores como Maeterlinck y directores como Nijinski.
      • El propósito de acercar el teatro al pueblo (creación de compañías teatrales itinerantes, como La Barraca de Lorca).
    • Autores:
      • Federico García Lorca: Se tratará más adelante.
      • Pedro Salinas: Escribe un teatro humanista que plantea conflictos éticos, escrito desde el exilio. Obras destacadas: Judith y el tirano, El dictador.
      • Rafael Alberti: Evoluciona desde un teatro vanguardista de corte surrealista hacia un teatro de compromiso político. En vanguardia destaca El hombre deshabitado y en político Noche de guerra en el Museo del Prado, Fermín Galán.
      • Miguel Hernández: Evoluciona desde un teatro social que tiene ecos de Lope de Vega a un teatro de compromiso político y de combate, sin metas literarias. En teatro social destaca El labrador de más aire y en teatro de combate Pastor de la muerte.
  • Otros autores:
    • Alejandro Casona: Escribe un teatro de tono lírico, alegórico y simbólico, donde se mezcla la realidad y la fantasía, con gran éxito. Obras destacadas: La dama del alba, La barca sin pescador.
    • Max Aub: Evoluciona desde un teatro vanguardista y antirrealista (Espejo de avaricia) hasta un teatro centrado en los horrores de la guerra (San Juan).

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