21 Ene

El Teatro Español en la Posguerra

La situación del teatro después de la Guerra Civil es catastrófica. Autores fallecidos durante la guerra (Antonio Machado), otros muchos parten al exilio (Casona) y los que quedan en España o bien abandonan su obra teatral o apenas estrenarán dos obras en los años 40 y 50. En la inmensa posguerra, la tradición barroca del teatro alegórico fue el modelo para el nuevo sistema. Cultivarán un teatro heroico-patriótico. Cultiva la alta comedia o benaventina autores como Calvo Sotelo. Y el teatro humorístico Miguel Mihura, aunque tuvieron que abandonar su originalidad inicial y acomodarse a los gustos del público.

Hacia finales de los años 40, la obra inicial de Antonio Buero Vallejo y Alfonso Sastre aportará al teatro nuevos planteamientos, existenciales y sociales, y un lenguaje más depurado. Tras ellos surgirá un grupo de autores realistas que durante los años 50 y 60 desarrollarán su labor en condiciones muy difíciles.

A partir de la transición democrática, el panorama teatral español comienza a cambiar. Se rescatan textos dramáticos de autores fallecidos o en el exilio. Por otro lado, los grupos de teatro independiente se profesionalizan, formando compañías estables y surgen nuevos autores. A partir de los años 80 crece el apoyo institucional al teatro.

Líneas del Teatro en los Años 40 y 50

  • El drama burgués: Los temas son los propios de la comedia burguesa y los autores más destacados escriben lo que se ha llamado la ‘comedia de ilusión’ por el buen tono, elegancia y suavidad.
  • El teatro cómico: En él encontramos una de las facetas más interesantes de aquellos años. Jardiel, desde antes de la guerra, se había propuesto ‘renovar la risa’ utilizando el inverosímil. Semejante es el caso de Mihura, ambos presentan facetas que se han considerado procedentes del teatro absurdo.
  • El nacimiento de un teatro grave, preocupado, inconformista: que se inserta en una corriente existencial.

Etapas de Buero Vallejo

  1. Etapa realista: Pertenecen a esta etapa una serie de obras cuyo tema central lo constituye la realidad contemporánea. La acción se sitúa en un tiempo real y un espacio escénico que reproduce lugares concretos.
  2. Etapa de reflexión histórica: Reúne una serie de obras de tema histórico en las que se sirve del pasado para reflexionar sobre el presente.
  3. Última etapa: Se caracteriza por el punto de vista subjetivo. La acción llega al espectador a través de la visión personal de uno de los personajes.

La fecha de 1955 vuelve a ser un hito. Pasamos a una nueva etapa orientada hacia el teatro social o de protesta y denuncia. Tiene como pioneros a Buero y a Sastre. Hacia 1970, sigue siendo un teatro de protesta y denuncia. Su temática gira en torno a la dictadura, a la falta de libertad, etc. Pero lo nuevo es el tratamiento dramático.

La Novela Española en la Posguerra

El ambiente literario de los años 40 refleja el difícil momento por el que están pasando los españoles tras la Guerra Civil. La única tradición a la que tienen acceso los autores de estos años es a la novela de la generación del 98, principalmente Unamuno y Baroja.

Algunos autores que habían publicado ya antes de la guerra, cultivaron una novela heroica y épica que defiende los principios de quienes habían ganado la guerra. Tras la Guerra Civil, Francisco Ayala, Arturo Barea, Ramón J. Sender y Max Aub se exiliaron y cada uno emprendió su rumbo, son los escritores transterrados.

La Novela de Posguerra: Reflejo de la Amargura

Los que quedaron reflejaron la amargura de la vida cotidiana. Sus temas son comunes con la poesía desarraigada: la soledad, la frustración y la muerte. Sin embargo, los autores traspasan al ámbito de lo personal los problemas sociales, porque estaba prohibida cualquier crítica social.

Cuatro Novelas Clave de la Época

  • La familia de Pascual Duarte (Cela)
  • Historia de una conversación (Gonzalo Torrente)
  • Nada (Carmen Laforet)
  • La sombra del ciprés es alargada (Miguel Delibes)

La Novela Social (1951-1962)

La novela social (la sociedad como tema) será la corriente dominante entre 1951 (La colmena) y 1962 (Tiempo de silencio). La colmena es la precursora de la novela social, en ella se da cuenta de la vida de varios personajes de distinta visión del mundo, que viven en el Madrid de 1942. El eje temático es la vida colectiva marcada por la miseria económica y moral de la posguerra. La noria también de personaje colectivo, pero con Barcelona como marco. El camino y Mi idolatrado hijo Sisí ambas critican parcelas concretas de la realidad española, un pueblo castellano o una familia burguesa.

La Generación del 55

1954, año inaugural, es el conjunto de autores nacidos entre 1925 y 1931, se denomina generación del 55. Entre ellos hay evidentes rasgos comunes: la solidaridad con los humildes y oprimidos, la disconformidad entre la sociedad española y el anhelo de cambios sociales. Dentro del realismo dominante, pueden señalarse varias actitudes o enfoques como el objetivismo y el realismo crítico. La estructura suele ser concisa y sencilla, prefiere la narración lineal. Son muchas las novelas que concentran la acción en un corto espacio de tiempo. El narrador no bucea en el interior de los personajes y los diálogos son una muestra del empeño de los autores por recoger el habla viva, ya sean campesinos, obreros o señoríos. El lenguaje adopta el estilo de la crónica, desnudo y directo.

La Experimentación Narrativa (A partir de 1962)

En 1962, surge Tiempo de silencio de Luis Martín Santos. Es considerada la obra que inicia la experimentación en la narrativa. En su estilo renovador destaca la mezcla de registros lingüísticos. Ha desaparecido el protagonista colectivo del realismo social y aparece el personaje intelectual.

Innovaciones en la Narrativa

Juan Benet en Volverás a la Región introduce largos monólogos de diversas voces, descripciones en las que alterna el lenguaje científico de la Geografía con el lirismo y el humor, refiere diversas anécdotas sin orden cronológico, sin facilitar la identificación de los personajes o las relaciones existentes entre ellos. Juan Marsé en Últimas tardes con Teresa supera el objetivismo y retorna al autor omnisciente, con intervenciones sarcásticas, uno abundante del monólogo interior e incorpora originales elementos paródicos.

La Novela en los Años 70

Otros autores de la misma generación tardarán en sumarse a los nuevos horizontes, habrá que esperar a los años 70 para asistir a los nuevos rumbos de novelistas. En los años 70 prosigue la búsqueda de nuevas formas de narrar, y la efervescencia experimental alcanzada durante unos años, extremos insospechados. La presencia de lo imaginativo, lo onírico, nos indica que seguimos lejos del realismo.

Deja un comentario