15 Ene

Evolución del PIB per cápita: Países Desarrollados vs. Países Menos Desarrollados

El siguiente cuadro muestra la evolución del PIB per cápita en dólares para países desarrollados y menos desarrollados a lo largo de varios años:

Cuadro 22. PIB per cápita (dólares)

Países desarrollados / Países menos desarrollados

1800a / 198 / 188

1860a / 324 / 174

1913a / 662 / 192

1950a / 1 050 / 200

1990a / 3 460 / 430

2022b / 51 568 / 11 151

El Cuadro 22 muestra que las economías menos desarrolladas no han convergido con las desarrolladas. En 1800, la diferencia en PIB per cápita era mínima, pero para 2022 la brecha se ha ampliado significativamente: los países desarrollados alcanzan $51.568, mientras que los menos desarrollados solo $11.151. Aunque ambos grupos experimentaron crecimiento, los países desarrollados lo hicieron de manera mucho más rápida, sobre todo a partir de 1950. Factores como el colonialismo, la acumulación de capital y la asimetría de la globalización explican por qué las economías menos desarrolladas no han logrado cerrar la brecha.

América Latina y el Crecimiento Agroexportador a Principios del Siglo XX

A pesar del crecimiento agroexportador de América Latina a principios del siglo XX, la región no logró incorporarse al grupo de economías desarrolladas por varias razones. Su economía dependía excesivamente de las exportaciones de productos primarios, lo que limitaba la industrialización y diversificación. Además, las desigualdades estructurales, como la concentración de tierras y riqueza, impidieron un desarrollo más inclusivo. La falta de industrialización interna y la dependencia de inversiones extranjeras también frenaron su crecimiento autónomo. Finalmente, la inestabilidad política y social dificultó un desarrollo económico sostenido.

Crecimiento Smithiano vs. Crecimiento Schumpeteriano

La diferencia entre el crecimiento Smithiano y el Schumpeteriano radica principalmente en cómo se entiende el motor del crecimiento económico:

  1. Crecimiento Smithiano (Adam Smith): Se basa en la división del trabajo y en la especialización. Smith argumentaba que el crecimiento económico es impulsado por el aumento de la productividad gracias a la división del trabajo, el comercio y la acumulación de capital. En este modelo, el crecimiento es principalmente incremental y se logra mediante la expansión del mercado y la eficiencia de los recursos.
  2. Crecimiento Schumpeteriano (Joseph Schumpeter): Se centra en la innovación y el cambio tecnológico. Schumpeter veía al crecimiento económico como un proceso dinámico que surge de la destrucción creativa: las nuevas tecnologías, productos e industrias reemplazan a las viejas. El emprendimiento y la innovación son los principales impulsores del crecimiento, lo que genera una transformación más profunda y disruptiva de la economía.

Causas de la Gran Depresión de 1929

Las dos grandes causas de la Gran Depresión que comenzó en Estados Unidos en 1929 fueron:

  1. El colapso de la bolsa de valores de Nueva York (La caída de la bolsa en 1929): En octubre de 1929, la especulación excesiva en el mercado de acciones llevó a una burbuja financiera que estalló, provocando la quiebra de bancos y la pérdida de enormes cantidades de ahorros. Esto generó una crisis de confianza en la economía, reduciendo la inversión y el consumo.
  2. La sobreproducción y la caída de la demanda: Durante la década de 1920, la industria y la agricultura en Estados Unidos produjeron más bienes de los que podían ser consumidos, lo que resultó en exceso de inventarios y bajos precios. La disminución de la demanda interna, combinada con restricciones comerciales (como los aranceles altos), agravó la crisis económica.

Estas dos causas principales desencadenaron un desplome económico global, llevando al desempleo masivo y a la contracción de las economías en todo el mundo.

Política como Factor Clave en la Economía del Siglo XX

La política fue el factor clave que explica el contraste entre la desintegración económica del periodo de guerras y entreguerras (1914-1945) y la reintegración posterior en la segunda mitad del siglo XX. Durante el periodo de entreguerras, el nacionalismo económico, el proteccionismo (como el arancel Smoot-Hawley) y la falta de cooperación internacional profundizaron las crisis y fragmentaron la economía global.

Por el contrario, tras la Segunda Guerra Mundial, un nuevo consenso político basado en la cooperación internacional permitió la reconstrucción y reintegración económica. Decisiones como los acuerdos de Bretton Woods (1944), la creación del GATT (1947), el Plan Marshall, y la construcción de bloques económicos como la CEE impulsaron la estabilidad y el crecimiento global. La diferencia entre ambos periodos radica en que, mientras las políticas del primer periodo desintegraron el comercio, las de la posguerra promovieron la liberalización y cooperación económica.

El Ascenso de Japón y la Excepción a la Gran Divergencia

Japón escapó de la Gran Divergencia, el proceso en el que las economías occidentales comenzaron a alejarse de las asiáticas a partir de la Revolución Industrial, debido a una combinación de factores clave:

  1. Apertura económica (Restauración Meiji): A mediados del siglo XIX, Japón, que había permanecido aislado bajo el régimen Tokugawa, se abrió al mundo tras la llegada de las flotas estadounidenses en 1853. Este evento llevó a la Restauración Meiji en 1868, un proceso de modernización rápida en el que Japón adoptó tecnologías y métodos de producción occidentales para acelerar su desarrollo.

  2. Industrialización y reforma: El gobierno Meiji promovió un proceso de industrialización masiva, construyendo infraestructura (ferrocarriles, puertos, fábricas), adoptando tecnologías modernas, y estableciendo políticas que favorecían el desarrollo del capitalismo y el fortalecimiento del sector militar. Además, promovió un sistema educativo para formar capital humano altamente cualificado.

  3. Desarrollo de un Estado fuerte y cohesionado: El gobierno centralizado del período Meiji permitió implementar políticas de modernización y de cambio social de forma eficaz. Japón también favoreció el control de su economía mediante el apoyo a grandes conglomerados empresariales (zaibatsu) que contribuyeron al crecimiento económico.

Gracias a estas reformas, Japón pudo industrializarse rápidamente, incorporándose a las economías más avanzadas del mundo y escapando de la Gran Divergencia, desarrollándose en un periodo de tiempo relativamente corto y alcanzando un nivel de progreso económico comparable al de las potencias occidentales.

La Economía de la Unión Soviética: Del Ascenso a la Caída

Entre 1917 y 1991, Rusia abandonó el capitalismo y adoptó un sistema comunista con planificación estatal y propiedad pública. En 1928, bajo Stalin, se instauró una economía de planificación centralizada, donde el Estado controlaba la industria y la agricultura, imponiendo cuotas de producción. La colectivización forzosa en el campo reemplazó la propiedad privada por la pública. A partir de la década de 1950, se introdujeron algunas reformas para flexibilizar el sistema, pero el control seguía siendo fuerte. Durante la Guerra Fría, la Unión Soviética expandió su modelo a Europa oriental, donde también se instauró un sistema planificado. Sin embargo, en 1985, Mijaíl Gorbachov introdujo reformas económicas y políticas que buscaron mejorar el sistema, pero estas fueron insuficientes y el régimen soviético colapsó en 1991.

El modelo económico de la Unión Soviética pasó de un ascenso a una caída debido a su sistema de planificación centralizada. En sus primeras décadas, el crecimiento fue notable, impulsado por inversiones públicas en industrias pesadas y avances tecnológicos importados de economías capitalistas. Este modelo permitió a la URSS superar la Gran Depresión y seguir creciendo a buen ritmo. Sin embargo, a partir de 1970, la falta de innovación interna, la crisis del petróleo y el agotamiento de los avances tecnológicos limitó su desarrollo. Las reformas de los años 80 intentaron modernizar la economía con un enfoque mixto, pero las barreras políticas impidieron un cambio efectivo, llevando al colapso del sistema.

Balance Social y Ambiental del Siglo XX en la Unión Soviética

El balance social y ambiental del siglo XX en la Unión Soviética muestra progresos, pero también importantes deficiencias. A partir de 1945, se consolidó un modelo de consumo masivo, mejorando los niveles de vida con una mayor variedad de bienes y avances en alimentación, salud, educación y vivienda. Sin embargo, esta mejora fue limitada en relación al crecimiento económico. La planificación soviética priorizó la industrialización, sacrificando el bienestar del consumidor y generando problemas como la hambruna en los años 30 y la insatisfacción social en décadas posteriores.

Aunque los niveles de vida aumentaron, las carencias en la calidad y diversidad de bienes fueron evidentes, especialmente en comparación con Occidente, lo que contribuyó a descontentos populares que, junto con el autoritarismo, llevaron al colapso del sistema. Además, el modelo de industrialización agresiva tuvo efectos medioambientales devastadores, como el desastre de Chernóbil, y contribuyó a una degradación ambiental generalizada por el uso masivo de combustibles fósiles y la falta de conciencia ecológica.

Deja un comentario