18 Nov

La Prehistoria y la Edad Antigua

El Proceso de Hominización en la Península Ibérica: Nuevos Hallazgos

Los primeros restos humanos en la Península Ibérica tienen 1,4 millones de años de antigüedad y corresponden al diente de leche de un niño de 10 años hallado en Orce (Granada) en 2002 y dado a conocer en 2013. En la sierra de Atapuerca (Burgos), concretamente en el yacimiento de la Sima del Elefante (2008), apareció la mandíbula de un Homo sin identificar y herramientas de sílex de 1,3 millones.

También en Atapuerca, en la Gran Dolina (1994), aparecen restos de 800.000 años de antigüedad que pertenecen a una nueva especie del género Homo denominada Homo Antecesor.

Otros restos hallados en Atapuerca en la Sima de los Huesos (1976), tienen unos 300.000 años y pertenecen a poblaciones pre-neandertales emparentadas con el Homo heidelbergensis, probablemente llegadas desde África.

Las dos últimas especies del género Homo que aparecen son el Homo neandertalensis, con una antigüedad de unos 95.000 años y el Homo sapiens, de unos 35.000 años, ya un ser humano con rasgos semejantes a los actuales.

Pueblos Prerromanos. Colonizaciones Históricas: Fenicios, Griegos y Cartagineses

Los pueblos celtas (1100 a.C.) de origen indoeuropeo tenían una economía basada en la agricultura y la ganadería, trajeron la metalurgia del hierro. Los íberos (S. VII a.C.) fueron influidos por griegos y fenicios; Tartessos (S. IX a.C.) cultura conocida por fuentes griegas con un alto conocimiento del trabajo de los metales.

Los fenicios (S. IX a.C.) y los griegos (S. VII a.C.) se establecieron en las costas del sur y este peninsular procedentes del Mediterráneo oriental, influyeron en las culturas indígenas (iberos) enseñándoles el torno de alfarero, la técnica de salar el pescado, la escritura alfabética, y la moneda, fundaron ciudades comerciales como Gadir y Emporion.

Los cartagineses (S. VII a.C.) ocuparon el lugar de los fenicios y se disputaron con griegos y romanos el dominio comercial del Mediterráneo.

Conquista y Romanización: La Pervivencia del Legado Cultural Romano en la Cultura Hispánica

Hispania se incorporó al Imperio Romano, lo que supuso la romanización en todos los órdenes de la vida social.

El latín hizo desaparecer las lenguas prerromanas, fue la lengua oficial y el vehículo de expresión entre los intelectuales hispanos como Quintiliano o Séneca.

El derecho reguló la convivencia y las relaciones entre los habitantes y el Estado, hoy en día es la base de nuestro ordenamiento jurídico aunque con muchas modificaciones.

En el terreno religioso los romanos respetaron los cultos indígenas y los fusionaron con los suyos, la única imposición de Roma fue el culto al emperador como elemento de unión para los habitantes del Imperio. El rechazo a este culto por parte del cristianismo, que era monoteísta, motivó su persecución aunque acabó difundiéndose por todo el Imperio y siendo la religión oficial del mismo en el S. IV d. C.

Las Invasiones Bárbaras. El Reino Visigodo: Instituciones y Cultura

Los primeros pueblos germánicos que se instalaron en Hispania fueron los suevos, alanos y vándalos que llegaron en el año 409; los visigodos entraron en la península como federados en el 415 arrinconaron a los suevos en Gallaecia, acabaron con los alanos y obligaron a los vándalos a refugiarse en África, después se instalaron en la Galia (reino de Tolosa). En el 507, derrotados por los francos, se trasladaron a la península y fundaron el reino de Toledo.

La monarquía visigoda tenía poderes casi absolutos, no era hereditaria sino electiva, los reyes gobernaban con ayuda del Officium Palatinum, que estaba formado por el Aula Regia, formada por nobles que aconsejaban al rey, y por los Concilios de Toledo, reuniones periódicas de obispos y abades convocadas por el rey para tratar asuntos religiosos.

La cultura sufrió un retroceso debido a la decadencia de las ciudades, la figura más destacada fue San Isidoro de Sevilla, cuya obra, Etimologías, resumía todo el saber de su tiempo.

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