20 Mar
Evolución Política del Régimen Franquista en su Segunda Época
El año 1956 marca un cambio de rumbo en el desarrollo político del régimen. Se produce una crisis de gobierno como consecuencia de enfrentamientos callejeros entre estudiantes liberales y falangistas. De la mano de Carrero Blanco, los católicos del Opus Dei ocuparon los ministerios. Este equipo, con López Rodó, diseñó una nueva política económica y una definitiva institucionalización del régimen, organizando la burocracia a través de la Ley de Procedimiento Administrativo.
No se abandonó la prohibición de partidos políticos y la «democracia orgánica». Esta ideología se plasmó en la Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958), en la que se definía al régimen como una «monarquía tradicional, católica, social y representativa».
La Tecnocracia y el Dominio del Opus Dei (1957-1969)
El régimen adquirió una apariencia más moderna. En 1962, Franco remodeló el equipo ministerial y nombró vicepresidente a Agustín Muñoz Grandes. El peso «tecnocrático» fue cada vez mayor. Se promulgó una nueva Ley Orgánica del Estado (1967), que diseñaba en líneas generales la España posterior a la muerte de Franco.
Junto a algunos tímidos intentos de apertura, como la Ley de Prensa de 1966, con la que, al menos formalmente, desaparecía la censura previa, se llevó a cabo una línea continuista, como se pone de manifiesto con la sustitución en 1967 de Muñoz Grandes por Luis Carrero Blanco.
En julio de 1969, Franco presentó la designación de don Juan Carlos como sucesor al trono de la nación ante el Consejo del Reino, y un día después a las Cortes. Dos días más tarde, don Juan Carlos juró lealtad a los Principios del Movimiento y a las Leyes Fundamentales.
Las notas dominantes del último periodo franquista fueron: la oposición iniciada por la Iglesia y la universidad, y la crisis del petróleo de 1973. El régimen endureció su represión a partir de 1967. Comenzaron a abundar civiles y militares que consideraban que se estaba yendo por una línea excesivamente «liberal».
Desde 1957, la política exterior franquista se fijó como objetivos el acercamiento a Europa, el mantenimiento de una estrecha relación con los EEUU y la recuperación de Gibraltar. España alcanzó durante este tiempo la mayor aceptación internacional dentro del régimen. Se mantuvieron los acuerdos con Estados Unidos y se solicitó el ingreso en la CEE. Se produjo el proceso de descolonización de las posesiones españolas en África: se produjo la independencia de Guinea Ecuatorial.
El Declive del Régimen (1969-1973)
Tras el nombramiento de Juan Carlos como sucesor en la Jefatura del Estado en julio de 1969, Carrero Blanco se esforzó en sentar las bases de una transición pacífica hacia la Monarquía. Después del escándalo político-financiero originado por el caso Matesa, Franco separó del gobierno a los ministros responsables, y a Fraga, que dio publicidad al delito. Carrero Blanco, en 1969, se hizo cargo del nuevo gobierno, que trazó un amplio programa político tendente a relanzar la economía y la apertura al exterior. Los intentos de mejorar sus relaciones con la Iglesia y resolver el problema obrero con la nueva Ley Sindical fracasaron. El malestar laboral fue creciendo y ETA se mostró especialmente activa. La respuesta del gobierno fue endurecer la Ley de Orden Público de 1959.
En 1973, Carrero Blanco es asesinado por un comando de ETA. Franco nombró presidente del Gobierno a Carlos Arias Navarro, que había sido Director General de Seguridad.
La Agonía del Régimen (1973-1975)
Arias Navarro defraudó cualquier esperanza de apertura. López Rodó y los tecnócratas fueron apartados del poder. El nuevo Gobierno fue incapaz de conciliar unos propósitos aperturistas teóricos con una represión práctica que decepcionó a los franquistas conservadores.
El régimen se desintegraba; la incertidumbre del gobierno era clara, la crisis económica desembocó en un malestar social. Al final del franquismo aparecieron nuevamente dos de las claves de sus orígenes: la represión política y el aislamiento propiciado por los países democráticos, después de las ejecuciones de cinco acusados de actividades violentas.
Finalmente, en 1975, fallecía Franco. Dos días después, don Juan Carlos era nombrado rey de España, comenzando de esta forma la delicada y difícil marcha hacia la democracia.
Deja un comentario