25 Nov
La Unión Europea: Política Agrícola Común (PAC)
España se integró en 1986 a un mercado de más de 300 millones de consumidores (actualmente cerca de 500 millones), regulado desde 1957 (Tratado de Roma) por las siguientes normas generales:
- Unión aduanera: libre circulación de productos entre países miembros y arancel común frente a terceros.
- Libre circulación de trabajadores, servicios y capitales.
Desde la fundación de la CEE, se consideró un tratamiento especial para el sector agrícola, concretándose en 1962 en la 1ª PAC.
Evolución de la PAC
Los planteamientos de la PAC han evolucionado significativamente. Las reformas sucesivas en sus objetivos y medidas han transformado la política comunitaria respecto a sus inicios con los seis miembros originales de la CEE. La política ultra proteccionista inicial, que aislaba al sector agrícola del mercado mundial y mantenía altos precios para la producción agraria, buscando aumentar rendimientos y productividad, se ha moderado. Se han añadido nuevos objetivos como el mantenimiento de la población rural y medidas medioambientales, inexistentes en los primeros años.
España ingresó a la Unión Europea en un periodo de cambio. Hasta la Agenda 2000, el país se vio afectado por una política de «cuotas» para reducir excedentes y de «ayudas directas» destinadas a objetivos específicos como la potenciación de ciertos cultivos, cabañas ganaderas o métodos de trabajo de la tierra (ej., el barbecho), que también ha sido modificada en años recientes.
Objetivos Actuales de la PAC
Los objetivos principales de la PAC hoy son: garantizar una agricultura europea competitiva, asegurar el aprovisionamiento de alimentos sanos y asequibles a la población de la UE, proporcionar un nivel de vida digno a los agricultores comunitarios y preservar el medio ambiente rural.
Medidas Implementadas
Para alcanzar estos objetivos, se contemplan diversas medidas, entre las que destacan:
Ayudas Directas
Las ayudas directas a los agricultores buscan mantener su nivel de rentas, compensando la caída de precios de los productos agrarios mediante subvenciones. Hasta 2003, estas subvenciones dependían de la superficie cultivada. Posteriormente, se eliminó el vínculo (desacoplamiento) entre producción y subvención, otorgando al agricultor un pago único anual, independientemente de su producción. La percepción de ayudas está condicionada al cumplimiento de normas medioambientales (condicionalidad).
Inicialmente, las ayudas estaban ligadas al tamaño de la explotación, generando una distribución desigual: el 20% de las explotaciones recibía el 80% de las ayudas, beneficiando a grandes terratenientes y empresas agrarias. Para mitigar esta disparidad, las ayudas se modulan según el tamaño de la explotación, reduciendo un 5% a las que reciben más de 5000 euros (modulación).
Las ayudas de la PAC han sido criticadas por generar proteccionismo en el mercado europeo, limitando el desarrollo agrícola de países del Tercer Mundo.
Medidas de Desarrollo Rural
La política de desarrollo rural se basa en tres ejes: mejorar la competitividad del sector agrícola, proteger el medio ambiente y mejorar la calidad de vida y diversificar la economía en zonas rurales. Se otorgan ayudas para jubilaciones anticipadas, instalación de jóvenes agricultores, creación de industrias agroalimentarias, promoción del turismo rural y conservación del medio ambiente.
Financiamiento de la PAC
La PAC se financia con dos fondos: el Fondo Europeo Agrícola de Garantía (FEAGA), que financia los pagos directos a agricultores y las medidas de regulación de mercados agrarios, y el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER), que financia los programas de desarrollo rural. Ambos forman parte del FEOGA (Fondo Europeo de Orientación y Garantía Agrícola), pilar de la política agraria de la UE.
Consecuencias de la PAC en España
Las consecuencias de la PAC para la actividad agraria española han sido positivas en términos de incremento de las rentas de los agricultores. España es el segundo país más beneficiado por las ayudas agrarias de la UE, después de Francia. La ampliación de mercados ha impulsado el crecimiento de la producción global y las inversiones en la modernización del campo.
La PAC ha beneficiado especialmente a las regiones con producciones deficitarias en la UE (litoral mediterráneo y andaluz hortofrutícola) y menos a aquellas con producciones excedentarias (franja cantábrica y zonas del interior con producción láctea, viñedo, remolacha).
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