EL TEATRO DEL 1935 AL 1975:

El teatro fue el género más desfavorecido durante la posguerra. La renovación dramática se vio truncada por la contienda, ya que los grandes dramaturgos habían muerto i se habían exiliado. A la ausencia de figuras innovadoras se sumaron la férrea censura, el control político, los intereses de los empresarios y los gustos del público burgués.

El teatro del exilio

Está representado por los escritores Jacinto Grau, Max Aub, Rafael Alberti y Alejandro Casona. Alejandro Casona abandonó España siendo un dramaturgo estimado y consagrado. Antes de la guerra había escrito piezas como «Otra vez el diablo», «Nuestra Natacha» o «La sirena varada», premiada en 1933. Al exilio pertenecen algunas de sus piezas más celebradas y representadas: La barca sin pescador, La dama del alba y Los árboles mueren de pie.

El teatro de los años 40 y principios de los 50

Triunfan en España el teatro de evasión, ajeno a la realidad de la posguerra y destinado a un público burgués, que quería olidarse de los problemas y divertirse. Existen 2 tipos 

– la comedia burguesas: que está protagonizada por las clases sociales acomodadas y ambientadas en espacios interiores refinados. Las tramas se articulan en torno al adulterio, la infidelidad o el matrimonio. El mayor representante de la comedia burguesa es Jacinto Benavente (Los intereses creados, Gente conocida, La noche del sábado, La malquerida),

– el teatro de humor: Enrique Jardiel Poncela, y Miguel Mihura, en los años 40 y 50, emprenden la renovación del teatro cómico; sin embargo, sus piezas, basadas en situaciones absurdas, no son bien aceptadas y chocan con los gustos del público.

– Enrique Jardiel Poncela: apuesta por un teatro donde lo inverso símil, lo original y lo absurdo se opone a lo cotidiano y lo convencional. Algunas de sus mejores obras son: Cuatro corazones con freno y marcha atrás, Eloisa está debajo de un almendro, Los ladrones somos gente honrada.

– Miguel Mihura: evidencia la incomprensión de empresarios, directores y público hacia este nuevo concepto de teatro. Su obra mas famosa «Tres sombreros de copa», escrita en 1936, pero, no pudo ser estrenada hasta 1952

El teatro comprometido

En 1949 se estrena «Historia de una escalera», de Antonio Buero Vallejo, obra que inaugura una línea de teatro preocupado e inconformista que lleva a escena los problemas existenciales. 

Poco después surge otra corriente de teatro realista y social cuya intención es dar testimonio de las injusticias sociales. Los principales dramaturgos del teatro comprometido son: Antonio Buero Valle- jo, Alfonso Sastre, Lauro Olmo, Carlos Muñiz y Rodríguez Méndez.

Antonio Buero Vallejo

La producción dramática de Buero Vallejo se organiza en tres etapas:

1 época: está caracterizada por el enfoque existencial y la estética rea- lista. 

2 época,: Buero Vallejo adopta un enfoque social y cultiva el drama histórico 

3 época: el autor participa de la experimentación de los años 70 y aborda contenidos sociales y políticos de forma más explícita 

Hacía un nuevo teatro

A mediados de los años 60, los dramaturgos adoptan los principios renovadores y vanguardistas de las corrientes experimentales del teatro europeo.

La complejidad de las innovaciones técnicas y el atrevimiento critico alejó a los dramaturgos de los escenarios convencionales. Las figuras más destacadas son: 

-Fernando Arrabal, que fue uno de los fundadores del «teatro pánico», que pretendía conciliar lo absurdo con lo cruel e irónico y la adopción de la ceremonia como forma de expresión. Algunas de sus mejores piezas son: Pic-Nic, El triciclo, El cementerio de automóviles y Oye, patria, mi aflicción. 

-Francisco Nieva, cuya dramaturgia viene determinada por la ironía, la agudeza de ingenio y la brillantez léxica. Su desbordante imaginación le permite crear situaciones dramáticas donde se funden la farsa, la furia, el absurdo. Entre sus obras sobresalen: La carroza de plomo candente, Pelo de tormenta, Malditas sean Coronada y sus hijas

EL TEATRO Después DE 1975

José Luis Alonso de Santos: Es un dramaturgo que procede del teatro independiente y que se consagra a raíz del éxito de «La estanquera de Vallecas», obra sobre un atraco de unos delincuentes a un estanco. «Bajarse al moro» es una comedia urbana que versa sobre un grupo de jóvenes marginales. Otros títulos son Trampa para pájaros, La sombra del Tenorio, Amor liquido o La semana cultural 

 Fermín Cabal Comienza su trayectoria dramática en grupos de teatro independiente como Los Goliardos o Tábano, Su teatro evidencia un compromiso político y social, a la vez que ofrece una mirada crítica de la realidad española, Su primera obra «Tu estás loco, Briones» es una farsa que trata sobre un funcionario que no puede vivir sin Franco y enloquece. 

Ana Diosdado Su primera obra de teatro, «Olvida los tambores», obtuvo varios premios y con El okapi confirma su calidad dramática. A partir de los ochenta compagina la creación y adaptación (Los ochenta son nuestros: La importancia de llamarse Wilde: Trescientos veintiuno, trescientos veintidós) con los guiones: Anillos de oro, Segunda enseñanza.

José Sanchis Sinisterra Su primer éxito comercial fue «Ñaque o de piojos y actores», sobre las precarias condiciones de la vida del actor. «¡Ay, Carmela!» ofrece una mezcla de ficción y fantasía de la mano de Paulino y el fantasma de Carmela, su compañera muerta Otras obras suyas son «El cerco de Leningrado» o «El lector por horas.»

Jordi Galceran: Autor de gran éxito, combina una problemática muy actual con diálogos llenos de humor. Su primer éxito fue El método Grönholm, al que han seguido otros como Cancún, Burundanga o El crédito.

 Paloma Pedrero Su primera obra fue La llamada de Lauren. Le sigue Resguardo personal, que mues- tra los conflictos de la incomunicación y del egoísmo profesional. Otras obras suyas son El pasamanos, Juego de noches, En la otra habitación o Caídos del cielo.