25 Nov
1. Síntesis de las Ideas Centrales del Texto
El texto, extraído del libro VII de ‘La República’ de Platón, presenta las conclusiones de Sócrates (tras la exposición del Mito de la Caverna) a Glaucón sobre la alegoría. Sócrates introduce la distinción entre el mundo sensible y el inteligible. El mundo sensible se compara con el interior de la caverna (la “morada-prisión”), mientras que el “ascenso y contemplación de las cosas de arriba” representa el proceso educativo hacia el ámbito inteligible. De esta manera, el texto establece el dualismo ontológico platónico.
Sócrates se enfoca en la percepción del alma en el ámbito inteligible, donde se percibe, aunque con dificultad, la Idea de Bien. Esta Idea es suprema, la idea de las ideas, y la causa de que las demás ideas sean lo que son. La visión de la Idea de Bien se presenta como la causa de la verdad (“las cosas rectas y bellas”) tanto en el mundo sensible (causa de la luz) como en el inteligible (causa del conocimiento verdadero). Aquí se presenta la esencia del Símil del Sol platónico.
Finalmente, el texto alude al intelectualismo moral, herencia de Sócrates, al afirmar que la Idea de Bien es esencial para obrar con sabiduría tanto en el ámbito privado (moral) como en el público (política). Quien conoce la Idea de Bien, no puede obrar injustamente.
2. Definición de “causa de todas las cosas rectas y bellas”
La expresión “causa de todas las cosas rectas y bellas” define la cúspide del conocimiento filosófico para Platón: la Idea de Bien. En el proceso educativo (dialéctica) del Mito de la Caverna, el conocimiento de la Idea de Bien es el nivel epistemológico más alto. Se accede a él tras un largo camino (“lo que se ve al final y con dificultad”) que transforma a los ignorantes en individuos aptos para gobernar la Polis y educar a futuros gobernantes (los Filósofos).
El conocimiento de la Idea de Bien es patrimonio exclusivo de las almas educadas. Su “visión” es un proceso extenso y la condición para comprender la realidad de las ideas y del conocimiento. Solo quien conoce la Idea de Bien entiende que las demás ideas existen gracias a ella. Esto se explica a través del Símil del Sol.
La Idea de Bien tiene una función doble: es productora del ser (ontológica) y del conocimiento (epistemológica).
2.1. Dimensión Ontológica
Las ideas, entidades del mundo inteligible, poseen su esencia eterna, inmutable y universal debido a su participación en la Idea de Bien. La Idea de Bien (identificada en otros diálogos con la Belleza o la Justicia) es la causa de lo “recto y bello” en las demás ideas. Esta es la dimensión ontológica del Símil del Sol.
2.2. Dimensión Epistemológica
La Idea de Bien también es la causa de que el conocimiento del mundo inteligible sea verdadero o científico, a diferencia de la opinión o doxa del mundo sensible. El conocimiento de la Idea de Bien permite al filósofo deducir que ella es la causa de la verdad en el ámbito inteligible (“señora y productora de la verdad y el conocimiento”). Esta es la dimensión epistemológica del Símil del Sol.
Finalmente, el conocimiento de las ideas y, sobre todo, de la Idea de Bien, es la condición para que el filósofo gobierne con justicia. El intelectualismo moral socrático (conocer el bien es obrar bien) se manifiesta aquí, como se mencionó anteriormente.
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