23 Nov

Antropología

Los seres humanos, al igual que el resto del mundo, son resultado de una creación ex nihilo por Dios. Santo Tomás de Aquino concuerda con el principio aristotélico del hilemorfismo, afirmando que el ser humano está compuesto por cuerpo (la materia, lo que le individualiza) y alma (la forma que le define como persona, la esencia y principio de vida que hace que el cuerpo pueda vivir). No obstante, el cristianismo defiende la existencia del alma independientemente del cuerpo. Para conciliar ambas ideas, el filósofo defiende la inmortalidad del alma y su resurrección. Afirma que el alma es creada por Dios y tiene una tendencia natural a la unión con un cuerpo, ya que solo así podría alcanzar todas sus capacidades. De acuerdo con Aristóteles, Santo Tomás considera que en el ser humano hay tres tipos de capacidades:

  • Vegetativa (para nutrirse, crecer y reproducirse)
  • Sensitiva (para tener conocimiento sensitivo y moverse)
  • Intelectual (pensamiento discursivo y deliberativo)

Conocimiento

Para Santo Tomás, la razón es una facultad natural del ser humano. Nuestro conocimiento parte de los sentidos y se alcanza a través de la abstracción (conocimiento de lo universal a lo esencial). La fe, por otro lado, es la aceptación de lo revelado por Dios, proporcionando conocimiento más allá de los límites de la razón. Su finalidad es perfeccionar la razón, no suprimirla. El filósofo niega la teoría averroísta de la doble verdad, pero considera que pueden distinguirse tres tipos de verdades:

  • Artículos de fe: Provienen de la autoridad de Dios y se obtienen por medio de la fe (ej., Dios es uno y trino).
  • Verdades naturales: Dominio exclusivo de la razón en el mundo natural (ej., las verdades de la geometría).
  • Preámbulos de la fe: Verdades que se pueden conocer tanto por la fe como por la razón (ej., Dios existe y el alma humana es inmortal).

Si las conclusiones de la razón difieren de las de la fe, se debe considerar que las argumentaciones de la razón son erróneas. De acuerdo con Aristóteles, piensa que el conocimiento humano comienza con los sentidos y su objetivo es el saber de lo universal. Explicar el conocimiento humano es explicar la relación entre sentidos (aspecto material) y entendimiento (aspecto inmaterial). El proceso del conocimiento es el siguiente: primero, las cosas captadas por nuestros sentidos se almacenan en la memoria o la imaginación en forma de imagen particular. El entendimiento agente abstrae esa esencia y la hace universal, y el entendimiento paciente produce el concepto aplicado a las imágenes, formando juicios. Santo Tomás formula la teoría de la verdad como adecuación de un juicio a un sujeto de atribución (cuando una proposición coincide con lo que sucede en el sujeto de atribución).

Metafísica

La mayoría de los principios metafísicos que defiende Santo Tomás provienen de Aristóteles:

  • Teoría de la sustancia (distinción entre sustancia primera y sustancia segunda)
  • Hilemorfismo (distinción entre materia y forma)
  • Teoría del ser en potencia y el ser en acto
  • Teoría de las cuatro causas (material, formal, eficiente y final)
  • Teoría de la analogía (todas las criaturas existentes imitan la perfección de Dios)

Los principios no aristotélicos que utiliza son:

  • Distinción entre esencia y existencia
  • Principio platónico de la participación
  • Principio neoplatónico de los grados del ser y la perfección

Dios

Santo Tomás se sirve de principios no aristotélicos para hablar de la contingencia del mundo y su creación por Dios, ya que, según él, el mundo no puede explicarse por sí mismo. La distinción entre esencia y existencia se encuentra también en filósofos anteriores. Para Santo Tomás, la esencia es aquello por lo cual algo es lo que es y no otra cosa (independientemente de que exista o no). En términos aristotélicos, es la sustancia segunda, está en potencia respecto a la existencia, ya que es mera posibilidad. La existencia, sin embargo, es el acto por el cual la esencia tiene que ser. Dios es la causa de la existencia de todos los seres. Contingentes son aquellas cosas que existen y pueden no hacerlo. Solo en un ser necesario, al que llamamos Dios, coinciden la esencia y la existencia.

El principio platónico de la participación es la relación entre la criatura y el creador. Participar es tener un ser propio, pero recibido de otro ser (la participación es limitada y finita). La distinción entre criaturas es la distinción de lo que existe per se y lo que existe por otro. Los seres creados participan del ser en grados distintos según la capacidad de ser de sus respectivas esencias. Por esto, el principio neoplatónico de los grados del ser y la perfección traza una imagen jerárquica del universo con diferentes grados (Dios, los ángeles, los seres humanos, los seres orgánicos, los inorgánicos y los cuatro elementos). El principio platónico de la causalidad ejemplar habla de Dios como ser supremo y ejemplo o modelo que imitan imperfectamente las demás criaturas.

Santo Tomás no está de acuerdo con la prueba de la existencia de Dios a partir de la idea misma de Dios (este argumento ontológico sostiene que, al pensar los seres humanos a Dios como ser máximo, es obligatorio que no solo esté en nuestro pensamiento, sino también en la realidad, porque si no, seríamos capaces de pensar algo mayor que él y caeríamos en contradicción). Ante esta falta de una explicación sobre la existencia de Dios, Santo Tomás pretende explicarlo a través de cinco vías que parten con una estructura común (un hecho de experiencia, principio metafísico de que las causas no pueden ser infinitas y la necesidad de existencia de un motor inmóvil). Las cinco vías son:

  • Vía del movimiento: Ya que todo movimiento se genera a través de un motor y éste a través de otro, y así sucesivamente, y entendemos que no existe una serie infinita de causas eficientes, debemos admitir que hay una primera causa eficiente.
  • Vía de la causa eficiente: Al tener todo una causa eficiente y no poder ser cada cual la de sí misma, hay que entender la existencia de una primera causa eficiente.
  • Vía de lo necesario como causa de lo contingente: Al ser todos los seres de este mundo contingentes, es necesario aquello que existía cuando nada lo hacía y a partir de lo cual surgió el mundo.
  • Vía de los grados jerárquicos de la perfección: Ya que en el mundo sensible constatamos distintos grados de perfección y esta cadena no puede extenderse infinitamente, entendemos que hay un ser que tiene la perfección absoluta.
  • Vía del gobierno del mundo: Existencia de una presencia ordenadora causante de todo el universo.

Ética

:El ser humano tiene una naturaleza orientada a fines, al bien. Pero hay que distinguir entre lo objetivamente bueno (es lo que perfecciona a la persona humana. Sería el conocimiento de Dios) y lo subjetivamente bueno (es aquello que responde a un deseo particular de la persona. Con este pensamiento, Santo Tomás, llega al problema del mal). El filósofo considera el mal como la ausencia de bien. El mal físico es consecuencia de la naturaleza sensitiva que lleva consigo la posibilidad del dolor. El mal moral sin embargo es debido al libre albedrío ocasionado por el mal uso de la libertad y crea el pecado. Frente al pecado está la virtud (hábito de actuar de una determinada manera) que se distingue en tres tipos: las intelectuales (práctica de las ciencias), las morales (justicia, fortaleza y templanza) y teologales (voluntad y gracia divina).    Santo Tomás distingue las tendencias humanas según la participación de estas. Separa la ley eterna (el orden con el que Dios ha creado el mundo), la ley natural (del ser humano como único ser natural capaz de razonar y guiar sus propias tendencias hacia lo adecuado) y la ley positiva (la aplicación de la ley natural a la vida social). En cuanto a las normas generales de la vida humana, Santo Tomás saca unas normas generales que han de seguirse: Como sustancia el ser humano debe preservar su existencia, como animal debe propagar su especie, como ser racional tiene una tendencia natural de búsqueda de la verdad y otra que es la de vivir en sociedad en búsqueda de la justicia.

Política:Inspirado en Aristóteles, señala que el ser humano es naturalmente sociable. La tarea de estado es la producción de buenas condiciones de vida que fomenten la vida plena. También comparte con Aristóteles el análisis de las formas de gobierno, prefiriendo la monarquía. Igualmente concibe la iglesia como sociedad superior al estado y a la que éste debe subordinarse.

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