07 Feb

El Mito de la Caverna de Platón: Realidad y Apariencia

«Imagina una caverna subterránea abierta a la luz, y unos hombres que están en ella desde niños». Platón, en su alegoría de la caverna, presenta una metáfora poderosa sobre la naturaleza de la realidad y el conocimiento. La caverna simboliza el mundo físico, perceptible a través de los sentidos, un mundo de opinión, temporal y cambiante. En contraste, el exterior representa el mundo de las ideas, accesible solo a través de la razón, un mundo eterno, permanente y fuente de la verdadera ciencia.

Dualismo Platónico: Mundo Sensible vs. Mundo Inteligible

  • Mundo Sensible (Caverna): Conocimiento a través de los sentidos (opinión), temporal, cambiante, material.
  • Mundo Inteligible (Exterior): Conocimiento a través de la razón (ciencia), eterno, inmutable, inmaterial.

La frase «atados con ligaduras…» simboliza el cuerpo como prisión del alma. Para Platón, la liberación del alma se logra a través de la virtud y el conocimiento, superando las limitaciones de los sentidos. Las «cosas fabricadas de madera y de piedra» representan las imágenes de las cosas sensibles, copias imperfectas creadas por el Demiurgo, quien moldea la materia basándose en las ideas.

El Ascenso al Conocimiento Verdadero

El conocimiento del mundo de las ideas es la ciencia (verdadero conocimiento), mientras que el conocimiento de las sombras y objetos fabricados es opinión, un conocimiento erróneo e inestable. La transición de la ignorancia a la verdad es un proceso gradual y doloroso. «Cuando uno de ellos fuera desatado y obligado… le dijera que es ahora cuando se encuentra más cerca de la realidad?». El prisionero liberado inicialmente rechazaría la nueva realidad, aferrándose a sus antiguas creencias.

«¿No crees que sufriría y llevaría a mal el ser arrastrado, y que, una vez llegado a la luz, no sería capaz de ver ni una sola de las cosas a las que ahora llamamos verdaderas?». Este pasaje ilustra la dificultad de aceptar la verdad y la resistencia al cambio. Se conecta con la teoría política de Platón: la necesidad de un gobierno guiado por aquellos que han alcanzado el conocimiento de las ideas (filósofos-reyes) para guiar a la sociedad hacia la verdad.

La Dialéctica y la Idea de Bien

La «dialéctica o ascenso» representa la salida de la caverna, el paso del mundo sensible al inteligible. «Necesitaría acostumbrarse… último, estaría en condiciones de mirar y contemplar el propio sol en su propio dominio y tal cual es en sí mismo». Platón describe una jerarquía de ideas, culminando en la Idea de Bien, representada por el sol, la fuente de toda verdad y realidad.

El Empirismo de Hume: Impresiones e Ideas

«Divide nuestras percepciones en dos clases, a saber, las impresiones y las ideas. Cuando sentimos las imágenes de los objetos externos nos son traídas por nuestros sentidos, la percepción de la mente es lo que él llama impresión». David Hume distingue entre dos tipos de percepciones: impresiones e ideas. Las impresiones son datos inmediatos de la experiencia sensible, incluyendo pasiones, emociones e imágenes de objetos. No se limita a la percepción de objetos presentes, sino que incluye también los sentimientos.

La Relación entre Impresiones e Ideas

«Cuando reflexionamos sobre una pasión o sobre un objeto que no está presente, esta percepción es una idea». Las ideas son copias debilitadas de las impresiones, surgidas en la memoria o la imaginación cuando el objeto ya no está presente. Son como la «huella ‘desgastada'» de la impresión original.

  • Impresiones: Percepciones vivas y fuertes, datos inmediatos de la experiencia.
  • Ideas: Percepciones débiles, copias de las impresiones en la memoria o imaginación.

El Principio Empirista y la Crítica a las Ideas Innatas

«Todas nuestras ideas, o percepciones débiles, son derivadas de nuestras impresiones o percepciones fuertes… no hay ideas innatas». Hume rechaza la existencia de ideas innatas. Todo conocimiento se origina en la experiencia. El límite del conocimiento es la propia experiencia. Solo podemos afirmar como verdadero aquello que ha sido experimentado.

«Las impresiones siempre son anteriores a las ideas… en una impresión correspondiente». La prioridad de las impresiones sobre las ideas es fundamental en el empirismo de Hume. «Estas últimas percepciones son todas tan claras y evidentes…decir exactamente su naturaleza y su composición». Las impresiones son claras y evidentes, mientras que algunas ideas pueden ser confusas.

La Crítica a la Causalidad

«De acuerdo con ello, cuando alguna idea es ambigua, el autor siempre ha recurrido a la impresión… carece absolutamente de significación». Ante ideas ambiguas, se debe buscar la impresión de la que derivan. Si no se encuentra, la idea carece de significado. Esto se aplica a la crítica de la causalidad: observamos la contigüidad temporal entre dos fenómenos (causa y efecto), pero no percibimos una conexión necesaria entre ellos.

El Racionalismo de Descartes: Duda Metódica y Cogito

El texto resume el proceso de duda metódica de René Descartes. «Cerraré los ojos…». Descartes aplica el método cartesiano, comenzando con la duda: cuestiona todo lo que le rodea, incluso su propio cuerpo, considerándolo potencialmente una creación de su propia mente. No es una duda escéptica, sino metódica y provisional, universal y voluntaria.

El Cogito como Primera Verdad Indudable

Descartes duda de todo, excepto de su propia duda. La duda es un pensamiento, y el pensamiento requiere un ser pensante. De ahí surge su famosa frase: «Pienso, luego existo» (Cogito, ergo sum). Esta es la primera verdad indudable, el fundamento de su filosofía.

Análisis del Cogito y la Naturaleza del Yo

Una vez establecida la existencia del yo pensante, Descartes analiza el cogito: consta de sentimientos («ama, odia»), voliciones («quiere, no quiere») e ideas («duda, afirma, niega, conoce unas pocas cosas, ignora otras muchas»). La filosofía se convierte en un análisis del sujeto: «en coloquio sólo conmigo y examinando mis adentros, procuraré ir conociéndome mejor y hacerme más familiar a mí propio».

«Lo que siento e imagino acaso no sea nada fuera de mí y en sí mismo, con todo estoy seguro de que esos modos de pensar residen y se hallan en mí, sin duda.»: Aunque el contenido de sus pensamientos pueda ser falso, la existencia de esos pensamientos es indudable. «Aunque lo que siento e imagino acaso no sea nada fuera de mí y en sí mismo, con todo estoy seguro de que esos modos de pensar residen y se hallan en mí, sin duda». Lo único seguro es la existencia de un ser pensante que desarrolla pensamientos.

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