04 Dic

La Ética de Hume

Hume aboga por aplicar el método experimental al estudio de la naturaleza humana. Para ello, critica la moral racionalista. Las concepciones racionalistas vigentes en la época defendían que el bien y el mal dependían de la razón, por lo que los razonamientos perdían su fuerza. Sostenían que todos los seres racionales tenían en sí unos principios, y el acuerdo o desacuerdo con ellos hacía que unas acciones fueran buenas y otras malas. Hume decía que la razón no puede influir en la conducta, ya que sirve para descubrir verdades. Esta crítica no se encontraba en cuestiones de hecho, ya que no hay hecho que indique que depende de la razón.

Por otro lado, Hume critica también la moral racionalista porque en ella se da un salto ilegítimo del “ser” al “deber ser”. Es lo que se denomina falacia naturalista. Quien defiende que de la relación del “es” no se deduce en modo alguno “debe ser”. Además, defiende el emotivimo moral, ya que, como lo bueno y lo malo no proceden de la conformidad con la razón, solo cabe que dependan del sentimiento. La aprobación se halla en el placer inmediato que experimenta el ser humano al completar la acción, por lo que, si hace una acción buena, siente algo agradable.

Hume dice que, además del sentimiento, se necesita de la intervención de la razón en la vida moral, ya que guía y arbitra ciertas cuestiones. En el análisis de esas cualidades, Hume llega a la conclusión de que los comportamientos que desencadenan actitudes aprobatorias tienen todos en común la utilidad para la sociedad. En estas acciones se aprueba lo útil y se reprueba lo que es pernicioso. Dando lugar al egoísmo, que nos ayuda a sobrevivir; y a emociones positivas, las cuales consisten en ayudas desinteresadas. Dentro de las emociones positivas se encuentra la simpatía, donde se sintoniza con las emociones de los demás poniéndonos en su lugar (empatía). Por otro lado, está la benevolencia, que es el deseo de ser útiles a los demás.

El Problema de Dios en Hume

Hume defiende el argumento ontológico como la existencia de Dios que se deriva de la misma definición de la divinidad. En este argumento, las únicas verdades realmente necesarias son las relaciones de ideas. Es decir, que Dios no exista no es contradictorio. Por otro lado, se encuentra la divinidad como causa creadora de la realidad, dando lugar al origen causal del universo. En ella se diferencian la causa-efecto, que es aquella creencia probable basada en el hábito; y la de que no tenemos una experiencia empírica de Dios, ya que no resulta legítimo aplicar un razonamiento causal al origen del universo. La religión es una creencia ampliamente extendida porque sirve para ofrecer respuestas ante temores y esperanzas. En ella se encuentra el problema del fanatismo.

El Problema de la Sociedad o la Política en Hume

Hume defiende que la vida en sociedad se justifica por su utilidad, ya que es más provechoso convivir con los demás que vivir de manera individual. No resulta creíble imaginar que haya existido un estado de naturaleza primigenio, ni tampoco un contrato originario para fundar la sociedad, porque todos los seres humanos nacen ya dentro de una sociedad determinada de la que no pueden desvincularse. Hume nos cuenta que el origen del poder político viene de la guerra, usurpación o herencia dinástica y tiene una única utilidad, que es el criterio de legitimación.

El Problema del Conocimiento en Nietzsche

Nietzsche nos habla de que, para la cultura europea, conocer consiste en alcanzar la realidad verdadera que se esconde detrás de las apariencias. A partir de Platón conocemos el mundo sensible, el cual perciben nuestros sentidos y es cambiante, y el mundo inteligible, que concebimos a través de la razón y en él se encuentra la auténtica realidad. Platón afirma que el conocimiento genuino únicamente se capta con la razón. Este conocimiento es una búsqueda de conceptos que nos permiten entender y manejar la realidad. Lo usaron, entre otros, Platón, Aristóteles, Descartes… Gracias a esta búsqueda se crea la ciencia moderna, que proporciona fórmulas matemáticas.

Nietzsche negaba la existencia real de un ámbito supremo en el que residen los conceptos. Para ello, nos habla de la intuición, que nos permite percibir de forma directa la realidad sensible. En ella, los individuos particulares inconcretos están en continua transformación. Por otro lado, determina que el origen de los conceptos está ligado al uso de la metáfora, dando lugar a la creatividad poética. Gracias al repetido uso de la metáfora conseguimos describir un ámbito de verdades inmutables y una dimensión trascendente de la realidad, y nos olvidamos de su origen poético, dando lugar a la verdad absoluta.

Por otro lado, los filósofos y científicos pretendían confundir las metáforas e imágenes que emplean con una supuesta descripción objetiva de la realidad verdadera, creando así el positivismo, con una ciencia que se basa en los experimentos. Nietzsche dice que la ciencia no es un camino privilegiado hacia el saber, sino que aspira a mejorar y potenciar la vida.

El perspectivismo nietzscheano pretende conocer con el fin de proponer una forma imaginativa y poética de recrear el mundo circundante. En él, el arte es una forma de conocimiento mucho más rica y valiosa que la ciencia, porque nos proporciona imágenes continuamente renovadas para expresar el perpetuo devenir de la realidad. Nada es, solo un punto de vista sobre la realidad que genera una perspectiva. Finalmente, nos habla del perspectivismo gnoseológico, donde es imposible encontrar una verdad absoluta porque el conocimiento depende del punto de vista.

El Problema del Ser Humano en Nietzsche

Nietzsche nos habla del eterno retorno, en el cual los acontecimientos de nuestra vida han de regresar eternamente para volver a vivirlos de forma idéntica. En el eterno retorno, cada decisión personal y cada instante vital tiene un valor extraordinario porque son decisiones e instantes que van a repetirse hasta el infinito.

Por otro lado, nos habla del superhombre, el cual tiene fuerza, voluntad de poder y afirmación de la vida por encima de las posibilidades humanas. Este superhombre aún no ha aparecido en la Tierra. El superhombre es aquella transformación interior que nos hará capaces de tomar las riendas de nuestra propia vida con plena consciencia y firme decisión. Por otro lado, Nietzsche nos habla de las tres transformaciones del espíritu, diciendo que “así habló Zaratustra”. La primera transformación es el camello, donde el espíritu humano es sometido por los valores contrarios a la vida impuestos por el cristianismo, dando lugar al “tú debes”. Más adelante, el camello se convierte en león y busca la libertad destruyendo los viejos valores, generando el “yo quiero”. Por último, el león se convierte en niño, que tiene un desconocimiento del bien y del mal y una capacidad de inventar una nueva manera de vivir, libre de cargas y ataduras, capaz de proponer valores nuevos basados en la afirmación de la vida.

El Problema de la Moral o la Ética en Nietzsche

Nietzsche define la vida como algo insondable, que no se puede definir porque se escapa de todo concepto. En la vida se encuentra la naturaleza (con el método genealógico), el ser humano y la cultura, que Nietzsche define como símbolos. La naturaleza son aquellos instintos espontáneos que se dan en una constante lucha de energías contrarias. La vida, según Nietzsche, es un acontecimiento trágico donde hay un dominio de unos sobre otros. Afirman la vida tal y como es: trágica y paradójica. La vida también es la voluntad de poder, que es la fuerza creadora íntima de cada viviente. Por otro lado, Nietzsche hace una negación de la vida, donde Sócrates fue el primero en introducir la razón fría y calculadora; se opone al instinto, identifica la razón, la virtud y la felicidad. Lo que pretendía Sócrates era transformar la felicidad y la virtud en ideas, por lo que se escapa de este mundo inventándose otro mundo. Por otro lado, Platón completa esta obra definiendo otro mundo verdadero con el fin de elevar la mirada hasta el insípido mundo de la abstracción. Estos dos filósofos fueron los iniciadores de la decadencia que el cristianismo universalizó y ha llegado hasta nuestros días.

El método genealógico se define como los orígenes de nuestros valores y creencias, analizando las fuerzas y los motivos ocultos que explican su aparición. “La genealogía de la moral” es aquella en la que se encuentran héroes de la Ilíada (fuerza, valor, belleza, astucia, orgullo, éxito y vigor). Estos héroes viven una vida intensa y apasionada. Por lo que Nietzsche nos dice que hay que vivir de esta manera, aceptando los momentos de plenitud como la dimensión trágica y sombría de la vida, con una moral de señores, donde lo bueno es noble, fuerte y vigoroso, y lo malo es débil, enfermizo, impotente o cobarde. Estos señores son solo unos pocos. La mayor parte de la población está por debajo de ellos y condenada a una existencia baja y vulgar, denominada moral de esclavos. Con esta moral de señores hay un predominio de los fuertes, nobles y orgullosos, que genera un resentimiento entre los débiles, que intentan modificar los valores que les perjudican. En tiempos de Sócrates, la antigua forma de vida heroica comenzó a analizarse con desconfianza. En estos tiempos se encuentran la prudencia, moderación, inteligencia y control de pasiones. Sin embargo, Platón condena los rasgos de los héroes. La inversión de valores que ha configurado la moral de Occidente durante cerca de 2000 años ha generado en el cristianismo que los débiles consiguieran finalmente imponerse a los fuertes y quisieran destruir el cristianismo afirmando la importancia de la vida con una transvaloración de los valores.

Por otro lado, Nietzsche nos habla de la muerte de Dios con una escala de valores que es el producto de la envidia y el resentimiento. Esta escala dice: “lo que ha sucedido es que Dios ha muerto porque los seres humanos lo hemos matado”. Según esta oración, el creyente se siente gravemente perdido y desorientado, generando el nihilismo, que es aquella etapa de pérdida y de confusión en la que parece que nuestra vida ha perdido su sentido. El nihilismo es una fase necesaria para poder desprenderse de las antiguas mentiras y emprender un nuevo rumbo vital.

El Problema del Ser Humano en Marx

Marx no comparte la idea tradicional de que la esencia de lo humano es lo racional, ya que tenemos una capacidad para transformar la realidad de forma creativa. Según Marx, el trabajo consiste en actuar creativamente en la modificación de sus condiciones de vida. Además, nos habla de una dimensión práctica, la cual consiste en la capacidad de relacionarse con el entorno y con los demás individuos de forma creativa y transformadora. Por otro lado, define al sistema capitalista como la imposibilidad que tiene el obrero de expresar su creatividad dentro del mundo laboral existente. En este sistema, los medios de producción están en manos privadas. El capitalista es el dueño de la fábrica y es el que obtiene el beneficio económico. Los obreros son aquellos que proporcionan la fuerza de trabajo a cambio de un salario. La alienación es aquella situación de extrañeza que se produce en el obrero dentro del sistema capitalista. Un trabajador alienado es aquel que, cuando elabora un producto, se le presenta como algo ajeno y amenazante. Está alienado ante el proceso de trabajo que desarrolla en la fábrica, ya que no puede materializar su esencia creativa y transformadora, ya que hace tareas como si se tratase de un animal.

La alienación política es aquella separación entre la sociedad civil y el Estado. En ella se encuentra la burguesía dominante. La alienación ideológica y religiosa es aquella en la cual el estado de pasividad y sumisión está al servicio de los intereses capitalistas. El capitalismo es un sistema perverso e injusto donde la esencia humana del trabajador queda anulada y convertida en un instrumento para el beneficio del burgués. Para superar el capitalismo se deberá desarrollar libremente la capacidad creativa del ser humano en un mundo libre de explotación y alienación.

Sociedad o Política en Marx

Marx defiende que la única realidad existente está compuesta de materia. Defiende el materialismo dialéctico e histórico. El materialismo hace un análisis histórico y social del desarrollo de la humanidad, que genera una perspectiva material. El materialismo histórico dice que la historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases, y que el movimiento obrero es la expresión más radical de la lucha de clases y tiende a la abolición de las clases. Por otro lado, defiende que la sociedad se divide en tres niveles: económico, político e ideológico. En el nivel económico se dan relaciones entre los seres humanos y la naturaleza; es la producción material. En este nivel, la relación es de producción, no de consumo. En él están los propietarios de medios de producción y los trabajadores al servicio de los propietarios, que genera una división de clases. El nivel económico posee siempre el papel determinante de los niveles políticos e ideológicos. El conocimiento que todo ser humano tiene de la realidad social e histórica está determinado por su situación económica, por su ubicación en el proceso productivo y por las relaciones de producción. Este conocimiento de la realidad genera ideas y valores a partir de la realidad material en la que vivimos.

El Problema de la Sociedad o la Política en Kant

Kant defiende la insociable sociabilidad humana, la cual dice que el ser humano vive dividido entre el sentido del deber moral y la inclinación a la que continuamente nos empujan nuestras tendencias naturales. Aunque tenemos la necesidad de convivir con los demás, también experimentamos un irrefrenable impulso egoísta que nos incita a conseguir nuestro propio interés. Este impulso se denomina insociable sociabilidad: insociables porque nos dejamos llevar por nuestras inclinaciones naturales, y sociables porque no podemos vivir al margen de la sociedad. Por otro lado, tenemos nuestras inclinaciones, como son la tensión, la guerra y el sufrimiento, pero nos ayudan a desarrollar mecanismos para limitar la violencia, impulsando la cultura y el entendimiento. Por lo tanto, Kant propone un proyecto para la paz mundial donde el avance de la sociedad se sitúa en la libertad y el respeto de la dignidad humana. En este avance se deberán difundir las luces y fomentar el uso de la razón, dando lugar a la moral. Tratar a los demás como fin y no como medio. Este avance también dará lugar al reino de los fines, el cual limita el poder de los gobernantes para evitar la opresión y la tiranía. Por último, habrá una igualdad ante la ley y división de poderes (legislativa de la ejecutiva), dando lugar a la República. La Federación mundial de Estados Unidos que impusiese sobre todos ellos unas normas básicas que regulasen…

La Ética Kantiana

Kant dice que hay tres preguntas que inquietan al ser humano: ¿Qué puedo saber?, ¿qué debo hacer? y ¿qué me cabe esperar?

Kant critica a la razón práctica diciendo que cuáles son las condiciones que hacen posible el deber, partiendo del hecho de que hay deber. A esto lo denomina ley moral universal, donde los imperativos se dividen en dos:

  • Hipotéticos: son los mandatos que obligan, pero solo a aquellos que quieren conseguir el fin que ellos obligan.
  • Categóricos: son aquellos incondicionados, obligan a la voluntad en cuanto voluntad. Obliga a todos los seres humanos. Es a priori, universal y necesario.

Obrar moralmente consiste en cumplir la ley por respeto a la ley misma. Cumplir el deber porque es deber. La bondad o la malicia de las acciones depende de la intención de la voluntad al actuar. Hoy, en esta intención se encuentra el imperativo categórico, que no tiene contenido concreto, y dice que hay que obrar de tal modo que la máxima voluntad pueda valer siempre al mismo tiempo como principio de legislación universal. Por otro lado, diferencia diferentes características de la ley moral:

  • La autonomía dice que el ser humano se obedece a sí mismo al cumplir la ley. En ella se encuentra la dignidad humana.
  • La universalidad defiende que las razones de todos… En el caso de la ley moral, Kant decía que habría que obrar de tal manera que trates siempre a la humanidad, tanto en tu persona como en la de los demás, como fin y nunca como mero medio.

Por otro lado, Kant reflexiona acerca de los postulados de la razón práctica, que se preguntan ¿qué es lo que me cabe esperar? Los postulados son las condiciones indispensables para la existencia de un hecho que dan lugar a la ley moral universal. Se diferencian tres postulados:

  • Libertad: ya que, si no tuviéramos dominio sobre nuestros actos, no tendría sentido imponer el deber desde la razón.
  • Inmortalidad: ya que no se puede realizar uno lo que se proponga…
  • Dios: tiene que existir un ser que garantice que el cumplimiento del deber va a hacer al hombre feliz.

El Problema del Conocimiento en Kant

Kant, en su teoría del conocimiento, une el racionalismo y el empirismo. En ella, la razón conoce el contenido que nos transmiten los sentidos. Se distinguen diferentes etapas del autor: la primera, vive el espíritu de la Ilustración, donde la razón es usada independientemente. Por otro lado, Rousseau fue un gran influyente en este autor, ya que le había convencido de que los progresos de las ciencias y las artes no conseguían hacer que los seres humanos fueran mejores.

Un juicio es aquel enunciado objetivo sobre algo. Toda la ciencia es un conjunto de juicios. Kant nos trata de explicar dos grandes grupos posibles de juicios:

  • Juicios analíticos: son aquellos en los que el predicado está incluido en el concepto mismo del sujeto. La validez de estos juicios proviene del principio de identidad. Como el predicado solo repite lo que dice el sujeto, tienen un carácter universal y necesario. Estos juicios son independientes de la experiencia, por lo que son juicios a priori.
  • Juicios sintéticos: son aquellos en los que el predicado añade algo nuevo al concepto del sujeto. La validez de estos juicios no proviene del principio de identidad, sino de la experiencia. Por lo tanto, son juicios a posteriori.

Lo que ocurre es que la conexión causal no se encuentra en los fenómenos mismos, sino en el modo de pensarlos; es una categoría. Kant deduce 12 categorías a priori, donde la física tiene la misma vigencia en todas las culturas.

Además, Kant define cuatro tipos de criterios con tres categorías en cada uno:

  • Cantidad: totalidad, pluralidad y unidad.
  • Cualidad: realidad, negación y limitación.
  • Relación: sustancia, causalidad y acción recíproca.
  • Modalidad: posibilidad, existencia y necesidad.

En la dialéctica trascendental, Kant ya no se va a preguntar cómo son posibles los juicios a priori en la metafísica. La metafísica trata de conocer al yo, el mundo y a Dios, y ninguno de estos tres objetos forma parte del mundo sensible, por lo que no es un fenómeno. Según esto, no puede haber conocimiento del noúmeno, que son aquellos elementos formales de la sensibilidad y del entendimiento que necesitan la experiencia sensible, por lo que no puede haber conocimiento científico del noúmeno. A lo largo de la historia, se ha pretendido hacer de la metafísica una ciencia, pero se ha caído en contradicciones. Según Kant, la razón es una facultad que se sale de los límites de la experiencia en la metafísica.

Deja un comentario