12 Mar
El Modernismo
Se denomina así al movimiento literario nacido en Hispanoamérica en el último cuarto del siglo XIX y difundido por España por Rubén Darío.
En su proceso de formación influyeron decisivamente dos movimientos artísticos de origen francés: el Parnasianismo (retorno de temas mitológicos y antigüedad greco-latina) y el Simbolismo (atribución de significados subjetivos a colores, formas, seres, etc.). El auge del modernismo fue breve y puede considerarse acabado hacia 1915, pero su importancia fue decisiva para la evolución de la poesía española, pues supuso una renovación total. El modernismo fue, sobre todo, un movimiento poético, aunque también se cultivó la novela, el cuento y el teatro.
Temas del Modernismo
En cuanto a los temas, se distinguen dos líneas principales: la que trata de asuntos del pasado o exóticos y la que da lugar a la expresión de la intimidad del poeta. En ambos es perceptible la huella del romanticismo. La primera, la línea escapista, es la más representativa. Los ámbitos en que se refugia el poeta modernista en busca de la belleza son lugares exóticos y épocas antiguas. Se construyen palacios, jardines, pagodas, como si fueran decorados por los que desfilan caballeros, princesas, guerreros legendarios, cisnes, ninfas y centauros. No hay límite geográfico; Japón o París, Chile o Grecia tienen cabida en el poema si permite la ambientación de algo hermoso. El erotismo y las conductas amorales aparecen con frecuencia, como muestra del espíritu rebelde y antiburgués que late en el fondo de la actitud modernista.
La línea intimista trasluce el malestar del poeta con lo que le rodea. El amor y el mundo son vistos con ojos melancólicos. Hay un deseo de plenitud que resulta irrealizable. En los poemas, esta nostalgia y desasosiego se enmarcan en paisajes otoñales o despoblados, jardines crepusculares (el atardecer), de clara raíz romántica.
Características Estilísticas
Los poetas modernistas explotan todas las posibilidades del idioma en busca de lo bonito. El color es fundamental y la adjetivación cromática recorre todas las gamas. El poeta modernista se sirve de un léxico muy rico (neologismos, cultismos, etc.) para crear sonoridad.
La musicalidad del verso es otro instrumento que se acomoda a los temas y palabras. Se encuentran al frente de las composiciones. El sentido musical viene dado por la habilidad en el uso de la métrica. Los modernistas se inclinan por el alejandrino, dodecasílabo o eneasílabo, poco usadas hasta entonces. Los cuidados esquemas acentuales proporcionan el ritmo musical al poema.
Representantes en España
En España se puede considerar como propulsor del movimiento a Salvador Rueda. Pero las figuras más importantes de la poesía modernista son Antonio Machado (Soledades, Galerías y Otros poemas) y Juan Ramón Jiménez (Arias tristes, Jardines Lejanos y La Soledad Sonora), aunque ambos evolucionarán alejándose del modernismo. En estos dos autores y algún otro como Manuel Machado y Eduardo Marquina, la poesía adquiere un tono más intimista y se expresa con modos más cercanos al simbolismo.
En cuanto a la narrativa y al teatro, hemos de destacar las Sonatas de Valle Inclán, y en la corriente denominada teatro político la obra de Eduardo Marquina, Las hijas del Cid.
Antonio Machado
Nació en Sevilla en 1875 en el seno de una familia culta y liberal. Su padre, republicano, destacó como un importantísimo impulsor de los estudios folclóricos, publicó numerosas recopilaciones de poesía popular y colaboró así en la revalorización de la poesía tradicional que tanta importancia tuvo en el postromanticismo y después en toda la poesía española hasta entrado el siglo XX. En 1883, la familia se traslada a Madrid y Antonio estudió en la Institución Libre de Enseñanza, cuyo espíritu laico, progresista y tolerante no se borró jamás del carácter de Machado. En 1899 se encuentra junto con su hermano Manuel en París viviendo de traducciones. Las estancias en París se alternan con la vida en Madrid donde frecuenta ambientes modernistas. En 1907 consigue la cátedra de Francés en el Instituto de Soria donde conoce a Leonor Izquierdo con la que se casó en 1909. La prematura muerte de Leonor en 1912 dejará una huella honda y dolorida en el poeta que decide trasladarse a Baeza y allí se trasladó en 1919 al Instituto de Segovia y en 1927 es elegido miembro de La Real Academia Española. Durante la guerra civil toma partido por la causa republicana. Gravemente enfermo marchó en exilio en Enero del 39 y poco después, el 22 de Febrero muere en la Localidad francesa de Collioure.
Obra Poética
Publica en 1903 su primer libro de poesía, Soledades, que reedita con modificaciones en 1907 con el título de Soledades, Galerías y Otros Poemas. Pero su obra más importante es Campos de Castilla que se publicó primero en 1912 pero cuya edición definitiva es en 1917. En esta obra se advierten cambios fundamentales con respecto a Soledades: la primera es considerada modernista, mientras que Campos de Castilla sería del 98. Ahora se atenúan considerablemente el subjetivismo y la introspección típica del modernismo intimista y pasa a un primer plano la realidad exterior.
Si en Soledades el paisaje es simbólico en el que se proyecta el “yo” del autor, en Campos de Castilla el paisaje es de inspiración objetiva. Y, más que recrear una atmósfera sentimental propicia para la meditación, se describen paisajes reales.
El “yo” del poeta pasa a un segundo plano y se abre a los otros. Es como si Machado pretendiera buscar en los demás las claves de una realidad que no había encontrado en sí mismo. En buena medida Campos de Castilla supone la vuelta hacia cierta poesía realista como vía de salida de un modernismo simbolista ya agotado. Ello no será visto con buenos ojos por quienes, como Juan Ramón Jiménez, intentan también superar el modernismo pero por el camino de la poesía pura y no del realista, quedan así delimitadas las dos vías por las que transitará la poesía durante épocas.
En esta obra conviven poemas muy diversos. Así, de acuerdo con el título abundan las que describen paisajes y gentes de Castilla y se nos presenta el contraste entre el pasado glorioso de estas tierras y su andrajoso presente.
Al lado de estos descriptivos textos hay otros que pintan una visión negra de lo español.
Cuando después de la muerte de Leonor (1912) Machado recuerda las tierras castellanas, desde Baeza su visión es más lírica y emotiva y el paisaje aparece otra vez teñido de subjetividad.
También del período de Baeza son los poemas con paisajes y gentes andaluzas, en las que Machado tras haber observado el mundo de latifundios, señoritos y miseria, presenta una dura visión de la España tradicional, religiosa y conservadora desde una ideología abiertamente progresista.
La sección titulada “Proverbios y Cantares” presenta un tipo de poesía nuevo de carácter filosófico y moral. En estos poemas Machado aúna sus preocupaciones filosóficas y existenciales con las formas estróficas populares, todo ello envuelto frecuentemente en una sutil ironía aunque en ocasiones tienen un carácter circunstancial e incluso humorístico, estos poemas sirven para dar cauce a los más hondos pensamientos de Machado. Dios, la verdad, el sueño y la realidad, etc.
El libro se cierra con la sección titulada Elogios en la que se nos muestra el dialogo intelectual que Machado entabla con otros escritores de su tiempo: Azorín, Rubén Darío, Unamuno, Juan Ramón Jiménez.
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