13 Abr

Los Jugadores de Cartas. Cézanne realizó una serie con este tema, comenzando con cinco jugadores hasta quedar reducido a estos dos. Por la luz artificial que incide sobre la botella y la oscuridad insinuada detrás de la ventana, la partida se desarrollaría a última hora de la tarde.

Composición

Composición equilibrada pero algo asimétrica: la botella con reflejo blanco (indicio de luz artificial) parece ocupar el centro, pero un poco desplazada hacia la izquierda. Detrás se intuye el paisaje. En el lado izquierdo, el personaje maduro de la pipa (jardinero de su padre) es ligeramente mayor y aparece completo, sentado sobre la silla y con un pequeño espacio detrás, mientras que en el lado derecho el personaje joven está incompleto, por tanto, composición abierta.

Con dos diagonales imaginarias se formarían cuatro triángulos: en dos de ellos quedarían los jugadores con sus miradas, en el triángulo inferior la mesa y en el superior la ventana. El punto de tensión son las manos y las cartas, que es donde se cortan las diagonales. Los brazos están doblados en ángulo recto y también van a converger sobre la mesa.

En el cuadro se observa la recuperación de la forma mediante la GEOMETRIZACIÓN: Cuerpo del jugador mayor cilíndrico acabado en ojiva, el brazo también cilindro, la botella cilindro, el sombrero del jugador joven tronco de cono.

Color

Los colores predominantes son cálidos, destacando la amplia gama de marrones, desde los claros tonos arena hasta los sepias pasando por marrones rojizos y anaranjados. El contraste de colores intensifica la idea de confrontación: jugador con pipa, chaqueta con marrones y malvas, pantalón amarillo, a la inversa que su contrincante: chaqueta amarilla, pantalón marrón y malva, sombras violáceas. En la ventana, pinceladas sueltas y yuxtapuestas.

Expresión y Simbología

Expresión: Los dos jugadores están concentrados mirando sus naipes. El mayor tiene la cabeza levantada y el otro la tiene más baja y rostro más serio; parece preocupado, más tenso porque tal vez le toque jugar a él o no ve claro el resultado de la partida.

Significado o Simbología: Por tanto, cartas más claras y cabeza más erguida parecen indicar el TRIUNFO.


Cristo Amarillo. Utiliza una temática medieval trasladándola a la época contemporánea: mujeres de Bretaña arrodilladas como si fueran las tres Marías alrededor de un crucifijo inspirado en una talla del siglo XVII de una capilla cercana de Pont-Aven. También se observa a un hombre saltando una valla como huyendo o evadiéndose. Esta temática enlaza con el primitivismo y sencillez de las mujeres bretonas, al igual que en Visión después del sermón, pues parece que este Cristo es consecuencia de la visión de las mujeres debido a su devoción extrema.

Composición

La composición es abierta, se observa cómo las mujeres no están completamente dentro del cuadro, y algo asimétrica. Cristo ocupa el centro, pero desplazado hacia nuestra izquierda; las mujeres se concentran también a la izquierda formando un arco, mientras que en el lado derecho existe un amplio espacio para el paisaje que aparece otoñal por los tonos empleados, que contagia al propio Cristo o que parece invitarnos a tomar la actitud de las mujeres.

Forma y Color

Las formas son muy básicas, sencillas, delimitadas por dibujo (técnica derivada del arte de las vidrieras o cloisonismo) de color bermellón que delimita las figuras que luego se completan con colores planos distribuidos en amplias superficies, como se observa muy bien en el Cristo. Estos colores pueden ser arbitrarios como el tono amarillo del propio Cristo.

En la obra se aprecian contrastes cromáticos con colores cálidos como el amarillo de Cristo y el paisaje, rojo de árboles que contrasta con el frío del azul de vestidos y cielo, algunos verdes y el blanco de las cofias.


La Habitación de Arlés. Realizó tres versiones. Comenzó la primera en 1888 mientras esperaba la visita de Gauguin. Las otras dos las realizó en el sanatorio de Saint-Rémy en 1889. Esta que se presenta es la última realizada tras superar una depresión y es una obra de pequeño formato, lo que él llamó reducción dedicada a su familia.

Van Gogh, según comunicó a su hermano Theo por carta, pretendía inspirar la idea de tranquilidad y sosiego a partir sobre todo del uso de tonos VERDOSOS y AZULADOS, que sugirieran «el descanso y el sueño en general».

Descripción

El dormitorio es pequeño, pero no claustrofóbico, con la ventana abierta al exterior, muy austero con la cama, los objetos para su aseo, unos cuadros y las sillas que parecen una insinuación para recibir visita. Esta austeridad quiere reforzar su idea de tranquilidad y paz.

La forma del dormitorio es un trapecio con el lado más corto en el fondo y su lado más amplio abierto al espectador. Utiliza una línea gruesa, herencia del arte de las vidrieras (cloisonismo), con las que contribuye al efecto volumétrico, para delimitar los colores.

Color y Perspectiva

Pero lo esencial son sus colores con los que expresa sus sentimientos, que aplica creando superficies planas, inspiradas en la estampa japonesa, a base de grandes manchas formadas con juegos de colores complementarios: rojo y verde, amarillo y violeta, azul y naranja.

Especial relevancia tiene el color rojo de la cama, cuya calidez otorga al dormitorio optimismo, y el azul de las paredes que se resalta con los complementarios naranja y amarillos de los objetos.

Las pinceladas se realizan con mucha materia, incluso a veces aplicaba directamente el tubo sin mezcla. Recordamos cómo siempre estaba pidiendo dinero a su hermano para comprar la pintura.

Encuadres y Detalles

En cuanto a la perspectiva y encuadres se pueden distinguir: Una perspectiva clásica marcada por las líneas del suelo y de las paredes para crear el volumen de la habitación.

Pero también la pequeña estancia está vista con diferentes encuadres. Los pies de la cama son vistos desde abajo, pero las sillas, la almohada y la parte superior de la mesa y el bodegón están vistas desde arriba. La mesa tiene dos encuadres: uno bajo, las patas, y otro alto, el tablero.

Mezcla de esta manera la tradición europea en la perspectiva con las simplificaciones japonesas, uniendo así sus dos fuentes de inspiración. Van Gogh no olvida, a pesar de la austeridad, los detalles – las telas, los objetos sobre la mesa para el aseo – heredero de la tradicional pintura flamenca y holandesa.

Si bien en gran parte se consigue la intención de Van Gogh de dar «una sensación de solidez, de permanencia, de tranquilidad», también existe cierta inestabilidad a la que contribuyen las paredes inclinadas y la percepción de que los objetos están a punto de resbalar y deslizarse hacia nosotros.

Este estilo, al igual que el puntillismo, simbolismo, nabis, participan del mismo contexto histórico que el impresionismo.

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