29 Mar
- Por profesor
- En Lengua y literatura
- Comentarios Ninguno
Fray Luis de León (1527-1591)
Este fraile agustino representa al hombre erudito del Renacimiento. Fue traductor de los clásicos, asimiló la influencia italiana abiertamente y se formó en todas las disciplinas, lo que se evidencia en su extensa obra. Profesor en la Universidad de Salamanca durante la mayor parte de su vida, hombre combativo y abierto a nuevas ideas, pese a su condición de fraile, fue condenado por el tribunal de la Inquisición, en 1572, a cinco años de prisión.
Quizá, estos hechos que convulsionaron su vida fueron los que lo llevaron a añorar una vida tranquila y retirada, lejos de las distracciones mundanas y propicia al recogimiento y a la espiritualidad (beatus ille). De su obra, son muy conocidas su Oda a la vida retirada, Noche serena y A Francisco Salinas.
La prosa renacentista
Además de algún ejemplo de novela pastoril, de influencia italiana, y de prosa religiosa, una de las obras en prosa del Renacimiento español más importante es El lazarillo de Tormes, que inauguró un género, el de la novela picaresca, que representó una novedad respecto de las obras publicadas hasta entonces (novelas pastoriles, de caballerías o religiosas), basadas en un mundo bucólico e idealizado y protagonizadas por héroes en busca del amor y la gloria.
De la novela picaresca podemos destacar ciertas peculiaridades que la caracterizan:
- Está escrita en primera persona, simulando un texto autobiográfico de un pícaro o ciudadano de clase baja.
- El protagonista es un ser marginal, un antihéroe que carece de ideales y que actúa movido únicamente por el hambre y la necesidad. Su mayor aspiración será acceder a una clase social superior, misión casi imposible en una sociedad estamental y cerrada.
El lazarillo de Tormes, publicada en 1554 y de autor anónimo, no sólo es un retrato de su época, una falsa autobiografía protagonizada por un personaje no idealizado (un pícaro): también es una crítica mordaz a la sociedad del momento, especialmente a la nobleza y el clero; por este motivo, quizás el autor decidió no darse a conocer.
Uno de los rasgos más innovadores de la obra es que el protagonista pertenece a las clases marginadas de la sociedad. Lázaro carece de recursos económicos y se ve obligado a cometer las más diversas fechorías (robos, engaños…) para sobrevivir. Sus orígenes y su comportamiento nada ejemplar lo oponen a los héroes de la novela idealista.
El Renacimiento es un movimiento cultural que nació en Italia y se extendió por toda Europa. En España no aparecieron hasta finales del siglo XV.
Las ideas humanistas en la península Ibérica contribuyeron a que se produjera un cambio en la mentalidad de la época. El hombre ideal del Renacimiento, el cortesano, priorizará la razón y la inteligencia por encima de la pasión para explicar el mundo que le rodea. También cultivará el arte de la música, el de las armas y el del amor. Buscará en la Antigüedad clásica griega y latina su fuente de inspiración, y la aplicará en las diferentes disciplinas culturales: pintura, escultura, literatura…
Las principales características y tópicos literarios de la literatura renacentista son:
- El amor es un tema recurrente, especialmente en la poesía. Se trata de un amor sufriente y no correspondido, idealizado y platónico.
- La mitología grecolatina le sirve de inspiración al hombre de letras para simbolizar los más variados sentimientos.
- La descripción de una naturaleza idílica (locus amoenus).
- La concepción antropocéntrica de la existencia supone la idealización de la juventud y el goce de la vida antes de que llegue la muerte (carpe diem, ‘aprovecha el momento’).
- La alabanza de la vida en el campo (beatus ille), una existencia tranquila y relajada que huye de los peligros.
La poesía renacentista: del amor a la mística
La poesía renacentista: del amor a la mística
La lírica de la primera mitad del siglo XVI bebe en diferentes fuentes. Un claro representante de la poesía española de esta época es Garcilaso de la Vega.
La lírica de la segunda mitad del siglo XVI coincide con un período histórico concreto, el de la Contrarreforma, caracterizado por una férrea defensa de la fe católica contra cualquier otra doctrina religiosa. El país se encierra en sí mismo y sobreviene una época marcadamente conservadora y doctrinaria. Esto se refleja también en nuestra poesía, que abandona las formas y los contenidos anteriores y se centra básicamente en la temática religiosa. Son poetas de esta época fray Luis de León y san Juan de la Cruz.
Garcilaso de la Vega (1501-1536)
Fue el prototipo de cortesano de la época: hombre de letras, soldado del emperador Carlos I, exquisito poeta y hombre enamorado platónicamente de Isabel de Freire. Su obra poética está estrechamente relacionada con su biografía amorosa, aunque sus versos también están salpicados de referencias a la naturaleza y a la mitología grecolatina. La producción poética de Garcilaso de la Vega, dada su corta vida, es poco extensa pero de una gran calidad. En el conjunto de su obra se pueden diferenciar dos períodos concretos: el anterior a 1532, con una clara influencia de la poesía tradicional castellana del siglo XV, y el período en que entra en contacto con la literatura italiana, de clara influencia renacentista.
Miguel de Cervantes (1547-1616)
Fue el autor de una obra muy extensa que cultivó todos los géneros, desde el teatro hasta la novela pastoril, la novela corta y la novela larga de aventuras. Sin duda es El Quijote su obra más famosa y por la que es considerado el autor más importante de la literatura española.
La primera parte de El Quijote fue publicada, con gran éxito, en 1605. La segunda parte se publicó diez años más tarde. Esta obra nació con la intención de criticar las novelas de caballerías, tan de moda en aquella época. Seguramente esta fue su primera intención, pero esta gran novela destaca por reflejar el gran contraste existente entre los ideales renacentistas y la realidad del momento.
Las características del barroco son:
La idea renacentista de perfeccionismo, armonía y protagonismo del hombre no había conseguido triunfar, lo que provocó un sentimiento de desilusión que desembocó en el pesimismo general. El ser humano no puede ser feliz en un mundo donde la pobreza, la enfermedad y la muerte están a la orden del día, un mundo que sólo refuerza la idea de la fugacidad de la vida.
Ante esta situación de desengaño y pesimismo intelectual, numerosos escritores reflejan su preocupación por el paso del tiempo y la idea de que nada tiene importancia, salvo la vida eterna. Por eso, el hombre del barroco adopta una postura ascética (sacraliza lo divino y desprecia lo humano), y estoica, de resignación ante las desgracias de la vida.
Lope de Vega (1562-1635), el gran renovador
Es autor de trescientas catorce comedias. En su Arte nuevo de hacer comedias (1609) explica las características y la finalidad de su teatro. La renovación lopesca respecto del teatro de épocas anteriores se resume en los puntos siguientes:
- División de la obra en tres actos, y de los actos, en escenas.
- Ruptura de la regla de las tres unidades propia del Renacimiento. Lope introduce las acciones paralelas, los diferentes escenarios y amplía el tiempo en que transcurre la acción, que hasta ese momento no podía ser de más de un día.
- Sus temas mezclan lo trágico y lo cómico. Incluye, además, elementos líricos, como canciones y bailes populares.
- Introduce el personaje del «gracioso».
Francisco de Quevedo (1580-1645), el poeta conceptista
Quevedo es uno de los poetas más famosos y representativos de la poesía del Barroco. Fue un hombre enormemente interesado por los asuntos de su época, interés que se ve reflejado en su extensa obra, tanto en prosa como en verso. Inmerso en esa sociedad de contrastes que le tocó vivir, es un autor, delicado y cruel a la vez, que alterna los más bellos poemas de amor con la sátira y la crítica.
Quevedo está considerado uno de los mejores autores de poesía amorosa, que a menudo relaciona con la muerte. Fue él quien creó el conceptismo, es decir, la asociación de dos ideas lo más distantes posible. Su obra poética se puede agrupar en tres bloques temáticos.
Neoclasicismo y Romanticismo
El período literario que se desarrolló durante el siglo XVIII se conoce con el nombre de Neoclasicismo. Durante este siglo se produce una especie de crisis del pensamiento europeo y aparece la necesidad de crear una nueva ideología más crítica y renovadora, que dará paso a lo que conocemos como Ilustración. De hecho, el siglo XVIII también será conocido como el siglo de las luces o de la razón, un nuevo período en el que el pensamiento racional iluminará el conocimiento y será el único modo de que el ser humano progrese y pueda alcanzar la felicidad.
El Romanticismo representa una nueva concepción del ser humano y de su realidad: exalta lo subjetivo frente a la razón objetiva. En consecuencia, valora el individualismo, el yo independiente que no está sujeto a norma alguna. La libertad, en todas sus manifestaciones, será la bandera que enarbolarán los artistas románticos.
Las características ideológicas de la Ilustración son:
- Rechazo de la expresión de los sentimientos, del saber supersticioso, y adopción de un espíritu crítico: la razón y la experiencia serán la base del conocimiento.
- Importancia del pensamiento racional, del método científico.
- Tolerancia en materia de religión y pensamiento.
- El hombre ilustrado tendrá una enorme sed de conocimiento.
- El saber enciclopédico será el característico de este siglo. Interesan todas las ramas del saber.
- El ser humano es alguien que tiene unos derechos y unas obligaciones. Se proclama la igualdad del hombre.
La lírica neoclásica: la fábula:
El menosprecio hacia la expresión de los sentimientos y el carácter didáctico y divulgador de la literatura provocaron que la producción poética fuera escasa en el siglo XVIII. La poesía neoclásica trata temas históricos y costumbristas. También podemos hablar de una poesía didáctica, cuyos máximos representantes son Tomás de Iriarte y Félix María de Samaniego. Este último creó fábulas tan conocidas como la Lechera o la cigarra y la hormiga.
Características del Romanticismo son:
- Exaltación extrema de los sentimientos y de la subjetividad. Las aspiraciones románticas de libertad suelen chocar con la realidad objetiva en que vive el artista, que se ve abocado a la frustración y el pesimismo, a la denuncia o el aislamiento.
- Esta frustración del artista romántico puede desembocar en la evasión.
- La expresión de los sentimientos se traslada a la naturaleza.
- Se imponen la imaginación y la libertad creativa, se huye de toda norma.
La prosa romántica: el nacimiento del periodismo:
Los escritores románticos intentarán reavivar el género de la novela. Surge con fuerza un medio de difusión de ideas y noticias, de crítica: el periódico. Será accesible a un público amplio y huye de la erudición del siglo precedente; además da a conocer la obra de pensadores del momento.
Uno de los articulistas más importantes del siglo XIX fue Mariano José de Larra. Colaboró en revistas y periódicos utilizando varios seudónimos, de los cuales el más conocido fue el de Fígaro. Larra, como buen romántico, fue crítico con la sociedad del momento y se mostró insatisfecho con su vida.
El teatro romántico: rechazo de las normas:
El teatro romántico vuelve a romper con la regla de las tres unidades y da rienda suelta a la libertad de creación y de puesta en escena. Los temas principales son los legendarios e históricos, plagados de amores contrariados, de luchas en defensa de la libertad, de enfrentamientos con las convenciones sociales, de muertes y suicidios…
Dos de los representantes más importantes de este teatro fueron Ángel de Saavedra (1791-1865) y José Zorrilla (1817-1893).
La poesía romántica:
Las características de la poesía romántica son: libertad creadora, exaltación de los sentimientos, individualismo exacerbado, escenarios exóticos, personajes legendarios.
En el siglo XIX, cuando el Romanticismo español llega a su fin y se cultivan otras tendencias literarias como el Realismo, surgen dos figuras que representarán la producción lírica más importante del Romanticismo: Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) y Rosalía de Castro (1837-1885).
Etiquetas: Barroco, Fray Luis de León, Garcilaso de la Vega, Lazarillo de Tormes, Literatura española, Miguel de Cervantes, Renacimiento
Documentos relacionados
Publicidad
Últimos apuntes
- Influencias Clave en la Filosofía de Nietzsche: Romanticismo, Schopenhauer, Heráclito y la Tragedia Griega
- Industrialización en España: Desafíos y Desarrollo en el Siglo XIX
- Gestión de Recursos Humanos y Procesos Productivos: Conceptos Fundamentales
- El Ascenso Industrial de Estados Unidos en el Siglo XIX: Factores Clave
- Explorando los Seis Sombreros para Pensar, Tipos de Lectura y Estrategias de Aprendizaje
Materias
- Arte
- Biología
- Ciencias sociales
- Deporte y Educación Física
- Derecho
- Diseño e Ingeniería
- Economía
- Electrónica
- Español
- Filosofía
- Física
- Formación y Orientación Laboral
- Francés
- Geografía
- Geología
- Griego
- Historia
- Idiomas
- Informática
- Inglés
- Latín
- Lengua y literatura
- Magisterio
- Matemáticas
- Música
- Otras materias
- Psicología y Sociología
- Química
- Religión
- Salud
- Tecnología
Deja un comentario