11 Feb

La Lírica Española Antes de 1939

La lírica española antes de 1939 pasa por diversas etapas: el movimiento modernista-noventayochista (al que pertenecen autores como Rubén Darío, Antonio Machado e incluso Juan Ramón Jiménez) y el movimiento vanguardista en el que puede incluirse, en cierto modo, la Generación del 27 (Lorca, Alberti, Cernuda, Aleixandre…).

Modernismo y Generación del 98

Desde 1898 a 1914 aproximadamente, la estética predominante va a ser el Modernismo, movimiento que arranca del Romanticismo tardío de G. A. Bécquer y Rosalía de Castro y que fusiona dos corrientes de la poesía francesa: el Parnasianismo (“el arte por el arte”) y el Simbolismo (la poesía debe sugerir una “realidad misteriosa” a través de símbolos). Los autores del grupo del 98 preferirán temas como la preocupación por España o las preocupaciones existenciales (sentido de la vida humana, el tiempo, la muerte…) con un estilo más sobrio y menos brillante.

Sus obras más importantes son Azul y Prosas profanas, típicamente modernistas, y Cantos de vida y esperanza, donde se observa un cambio en la actitud del poeta, pues se aleja del esteticismo para dar paso a un tono más profundo y angustioso.

Cultivaron el Modernismo poetas españoles como Manuel Machado, R. María del Valle-Inclán, más importante por su obra narrativa y dramática, Antonio Machado, y el novecentista Juan Ramón Jiménez, aunque los tres últimos solo en una primera época. Nos centraremos en Antonio Machado y en Juan Ramón Jiménez.

Antonio Machado (1875-1939)

El sevillano Antonio Machado (1875-1939) es uno de los poetas más relevantes de nuestra literatura. Los poemas de Machado comunican emociones sugiriéndolas, sin explicarlas. Podemos distinguir en él varias etapas:

Etapa Modernista

Representada por Soledades (1903) y ampliada en Soledades, galerías y otros poemas (1907). Es una obra que presenta un Modernismo intimista donde Machado expresa sus sentimientos intentando apresar -dice- «los universales del sentimiento»: el amor, el paso del tiempo, la conciencia de la muerte, Dios… Se trata de una poesía simbolista en la que los diversos elementos son símbolos de realidades profundas, de estados de ánimo o de obsesiones íntimas: el viajero es el hombre; el camino, la vida que recorre; los sueños, la esperanza; la tarde, el tiempo que pasa; la primavera, el amor; las fuentes con las que dialoga el poeta, su vida…

Etapa Noventayochista

Representada por Campos de Castilla (1912), supone una reflexión sobre la realidad de España, sus tierras y sus gentes.

Juan Ramón Jiménez (1881-1958)

Juan Ramón Jiménez (1881-1958) pertenece, en realidad, a la Generación del 14 o Novecentismo, una generación de intelectuales que defiende la literatura deshumanizada y el “arte puro”, cuya única finalidad es proporcionar placer estético, desvinculado de preocupaciones religiosas, políticas o personales. Juan Ramón ha pasado a la posteridad sobre todo por su concepto de “poesía pura”.

Su trayectoria poética pasa por tres etapas señaladas por el propio autor (consultar el poema “Vino, primero, pura…”):

  • Modernismo intimista y delicado (1898-1915). En ella, predominan las descripciones del paisaje como reflejo del alma del poeta, los sentimientos vagos, la melancolía, la música y el color, los recuerdos y ensueños amorosos. Se trata de una poesía emotiva y sentimental donde se trasluce la sensibilidad del poeta a través de una estructura formal perfecta. La métrica presenta estrofas de octosílabos asonantados, de influjo becqueriano o de versos alejandrinos con rima consonante.
  • Etapa intelectual o poesía pura (a partir de 1916). La nueva etapa viene marcada por la publicación en 1916 de Diario de un poeta recién casado, que rompe definitivamente con el estilo grandilocuente del Modernismo y abre la poesía española a las innovaciones vanguardistas: verso libre, poemas en prosa, enumeraciones caóticas. De esta época son también Eternidades, Piedra y cielo, Poesía, Belleza y La estación total.
  • Poesía suficiente (a partir de 1936), donde cultiva una poesía aún más depurada, en la que expresa su concepción de Dios como belleza en un estilo próximo a la prosa.

La Generación del 27

Hacia 1927 surge un grupo de poetas (Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso, y, como epígono, Miguel Hernández) tradicionalmente denominados la Generación del 27. El acontecimiento que dio origen a su nombre fue la celebración en dicho año del tercer centenario de la muerte de Luis de Góngora, poeta barroco por el que todos sentían admiración. Su presencia se deja ver en los versos de Alberti, Gerardo Diego o Miguel Hernández.

  • Ideal de poesía pura: los poetas del 27 muestran gran interés, sobre todo en una primera etapa, en suprimir la anécdota y crear una poesía pura en la que tienen mucha influencia de Juan Ramón Jiménez.
  • Neopopularismo: algunos poetas, entre los que destacan Lorca y Alberti, son aficionados a los ritmos populares (romances, seguidillas, canciones paralelísticas, villancicos…) y a los recursos propios de la poesía popular tradicionales (repeticiones, paralelismos, diminutivos). La huella del Futurismo se observa en numerosos poemas de Fábula y signo de Pedro Salinas y son considerados ultraístas y creacionistas los libros de Gerardo Diego Imagen y Manual de espumas. La influencia del Surrealismo se observa sobre todo en Rafael Alberti (Sobre los ángeles), Luis Cernuda (Los placeres prohibidos), García Lorca (Poeta en Nueva York) y Vicente Aleixandre (Espadas como labios).

En España las vanguardias fueron más moderadas.

Rehumanización de la poesía, como podemos observar en las etapas de su evolución:

Sus primeras creaciones, hasta 1927, muestran tanteos iniciales, con notoria presencia de tonos becquerianos, rechazo del Modernismo, influjos vanguardistas y gusto por la poesía pura de Juan Ramón la cual origina un arte deshumanizado, contrarrestado por la poesía popular de Lorca o Alberti.

Los poetas del 27 se van humanizando paulatinamente a medida que se difunde el Surrealismo en España, que coincide también con la visita a nuestro país del poeta Pablo Neruda, defensor de una poesía comprometida. Con la aparición del Surrealismo, pasan a primer término los eternos sentimientos del hombre (amor, ansia de plenitud, problemas existenciales). Es una época de poesía humana y apasionada.

Finalmente, después de la Guerra Civil española, el grupo se dispersa: García Lorca es asesinado; otros (Alberti, Cernuda, Salinas, Guillén) se exilian, y solo quedan en España Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre y Gerardo Diego. Entre los poetas exiliados se aprecia una poesía testimonial cargada de nostalgia por la patria perdida y el desarraigo.

De entre todos los poetas del 27 destacaremos los representantes andaluces: Federico García Lorca, Rafael Alberti, Luis Cernuda y Vicente Aleixandre.

Federico García Lorca

Durante su vida cultivó con igual éxito la poesía y el teatro.

Su obra poética se caracteriza por un hondo dramatismo y por el uso de imágenes, metáforas y símbolos. En ella se suelen distinguir dos etapas:

En la primera, destacan las obras Libro de poemas (evocaciones de la infancia como paraíso pedido), Canciones y Poema del cante jondo (representativas de la poesía neopopular, con romances, canciones, estructuras paralelísticas y cierto influjo del modernismo) y Romancero gitano, donde el poeta utiliza los recursos de la poesía popular para tratar con frecuencia temas como la pasión, el dolor, la venganza, la muerte o la frustración. Esta última obra destaca también por sus metáforas vanguardistas.

Destacan las doloridas imágenes irracionales, las personificaciones y sinestesias. Otras obras son Diván del Tamarit (poemas de un lirismo intimista y atormentado en los que utiliza los moldes de la poesía árabe clásica llamados gacelas y casidas), Seis poemas galegos y Sonetos el amor oscuro (amor oscuro = ímpetu ciego del amor; está presente no sólo el amor de los sentimientos y del corazón, sino el amor de la carne).

Rafael Alberti

Desde un punto de vista cronológico, su obra muestra las siguientes etapas:

  • Comienzos neopopularistas: en Marinero en tierra recuerda el paraíso perdido de su infancia en Cádiz. Formalmente está inspirado en la poesía tradicional: estructuras paralelísticas, estribillos, anáforas, repeticiones, octosílabos, a veces mezclados con versos más cortos.
  • Barroquismo y vanguardia: en Cal y canto trata temas del mundo moderno: un billete de tranvía, un portero de fútbol. El lenguaje es muy elaborado y los poemas resultan difíciles.
  • Surrealismo: en Sobre los ángeles refleja una crisis personal experimentada hacia 1929 y nos muestra cómo el poeta, expulsado del Paraíso, vaga sin esperanzas por un mundo sin sentido, acosado por «ángeles malos o buenos» que representan sus obsesiones.
  • Poesía comprometida: durante la República escribió poesía comprometida o de tipo social: Poeta en la calle
  • En su exilio, se mantiene viva la preocupación social y aparece también la nostalgia por la patria perdida Retornos de lo vivo lejano y Baladas y canciones del Paraná.

En 1936 reúne toda su poesía bajo el título: La realidad y el deseo, palabras que recogen el conflicto central de su vida, el anhelo de realización personal y libertad amorosa frente a las limitaciones impuestas por el entorno social.

Luis Cernuda

Los temas más cultivados por Cernuda son la pasión amorosa, la soledad, el hastío, la añoranza de un mundo más habitable, la exaltación de la belleza.

Vicente Aleixandre

Fue miembro de la Real Academia y recibió el premio Nóbel en 1977.

Distinguiremos en su obra tres etapas:

  • Antes de la guerra civil: Formalmente, utiliza el verso libre y es una etapa muy influenciada por el Surrealismo. Dos títulos fundamentales: Espadas como labios y La destrucción o el amor. Los versos de La destrucción o el amor presentan continuidad con los del libro anterior.
  • Posguerra: Sombra del Paraíso, escrita tras la Guerra Civil, supuso para la poesía española el resurgimiento del Surrealismo de preguerra.
  • Historia del corazón supone una rehumanización de su poesía. El poeta se reconoce en los demás y el ser humano pasa al primer plano desplazando a la naturaleza. Son ahora claves conceptos como solidaridad, lucha, esfuerzo, colectividad.
  • Poesía de senectud: En Poemas de consumación (1968), predomina la reflexión y la meditación. El poeta aborda el tema del fin de la vida, que siente próximo y concibe la muerte como una integración con el cosmos («bajo la tierra respiraré la tierra»).

[1] Las fronteras entre Modernismo y Generación del 98 no están claras, pues ambos movimientos que coinciden en el tiempo, participan de características comunes. La opinión más asentada en la actualidad considera que el Modernismo es un movimiento literario y cultural amplio dentro del cual aparece la Generación del 98 formada por una serie de autores (Unamuno, Azorín, Pío Baroja, Machado…) que se dedicaría, con un lenguaje más sobrio, y principalmente en prosa, a indagar en las causas de la crisis finisecular. Los poetas modernistas más importantes fueron Rubén Darío, Manuel Machado, Ramón María del Valle-Inclán, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez, los tres últimos sólo en una primera etapa de su trayectoria literaria.

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