03 Mar
La Novela de la Generación del 98
Durante los primeros años del siglo XX continuaron las tendencias narrativas de finales del XIX.
Sin embargo, es en esta época cuando se produce una reacción contra el realismo y el naturalismo. En los jóvenes novelistas del momento se observa una firme voluntad de innovación tanto en los temas como en la forma narrativa, y empieza a producirse una notable transformación de algunos aspectos de la novela tradicional.
Los Temas en la Novela de la Generación del 98
Los dos asuntos que más destacan en la Generación del 98 son el tema de España y el tema existencial.
El tema de España lo abordan desde perspectivas muy diferentes. Sin embargo, todos buscan una imagen de España diferente a la refinada de los tópicos y las tradiciones. Esta búsqueda se centra en el descubrimiento del alma de España. Los caminos que escogen son:
- Paisaje: En especial el de Castilla, en el que descubren el espíritu austero y sobrio del hombre castellano.
- La historia: Pero no la de los grandes acontecimientos político-bélicos, sino la del hombre anónimo, la de los pequeños hechos que suceden en la vida cotidiana, y a la que Unamuno llamó intrahistoria.
- Literatura: Volviendo a autores medievales como Berceo, o a clásicos como Góngora o Gracián.
El tema existencial abarca asuntos diversos tales como: la preocupación por el sentido de la vida, el papel de la religión en la sociedad y en la vida individual, la duda sobre la existencia del más allá.
El Estilo Narrativo de la Generación del 98
Las características:
- El rechazo de la expresión retórica y grandilocuente.
- La presencia de un estilo personal muy diferenciado de los demás autores.
- El alejamiento de los procedimientos típicos del realismo y el empeño en expresar las emociones.
- La tendencia a la precisión léxica, a la elección de la palabra justa.
- La preferencia por la oración breve, el párrafo corto y la expresión natural.
Los Novelistas del 98
Miguel de Unamuno
Es el escritor más peculiar del 98 por su carácter crítico e independiente.
Toda su obra se basa en su preocupación por España y en su preocupación por la existencia y la muerte, por la relación entre Dios y los hombres, y por el conflicto entre la razón y la fe.
Su novela Niebla (1914) es la que mejor refleja las características temáticas y formales de las nivolas. El tema de la relación entre el creador y sus criaturas, junto con la angustia de la propia existencia, cobran particular interés en el protagonista de la obra.
José Martínez Ruiz, Azorín
Azorín es el escritor de lo minucioso, del detalle, pues pretende que sus novelas sean un reflejo delicado y lírico de la esencia de la realidad.
Sus títulos más conocidos son: La voluntad (1902), Antonio Azorín (1903).
Pío Baroja
El carácter huraño e independiente de Baroja, así como su opinión negativa de los seres humanos y de la sociedad, se reflejan en sus novelas. El tema principal de su obra es la protesta contra la sociedad, a la que critica por sus conductas hipócritas, sus injusticias y su aburguesamiento.
Frente al aburguesamiento, se encuentra como única salida la acción. La consecuencia de esta actitud será la división de sus novelas en dos grupos:
- Las novelas de pensamiento: En ellas Baroja expresa un escepticismo absoluto por los aspectos religiosos y éticos del hombre. Ejemplos: La busca (1904) o El árbol de la ciencia (1911).
- Las novelas de acción: Muchas de sus novelas son un cúmulo de sucesos y episodios en los que la aventura constituye el argumento central. Ejemplo: Zalacaín el aventurero (1909).
Formalmente, sus novelas se basan en la espontaneidad y el antirretoricismo. Nacen del rechazo de una estructura previamente definida. En su estilo predominan los párrafos cortos y el léxico claro y sencillo.
Ramón María del Valle-Inclán
Es uno de los escritores más originales. Su primera gran obra en prosa son las cuatro Sonatas: Sonata de otoño (1902), Sonata de estío (1903), Sonata de primavera (1904), y Sonata de invierno (1905). Se caracterizan por una prosa modernista tendente al esteticismo y a la sensualidad, y los temas principales son el amor y la muerte.
En 1926 escribe Tirano Banderas, en la que intenta reflejar los aspectos lingüísticos y las costumbres de América. El tema central es el dictador que tiraniza a los hombres, sometidos de este modo a su máxima degradación. Su última obra es El ruedo ibérico, trilogía incompleta de tema histórico, compuesto por La corte de los Milagros.
Del Novecentismo a las Vanguardias
Se conoce con el nombre de Novecentismo a los autores que suceden a la Generación del 98 y alcanzan su plenitud literaria en la segunda década del siglo XX. Todos ellos comparten con el 98 la inquietud por el problema de España, aunque rechazan la visión dramática y subjetiva de sus predecesores, adoptando una postura más equilibrada e intelectual.
Principales Novelistas
Ramón Pérez de Ayala (1880-1962)
Abunda el elemento intelectual, con continuas digresiones sobre temas de diversa índole. Busca experimentar con la técnica y con la forma, creando nuevas estructuras narrativas y buscando originales perspectivas. Ejemplo: Troteras y danzaderas (1913).
Gabriel Miró (1879-1930)
Utiliza la literatura para crear un mundo lleno de percepciones sensoriales. Contempla la realidad y la recrea con sus propias impresiones. Las novelas de Miró se basan en descripciones construidas por la unión de distintas escenas ambientales y paisajistas. La acción apenas existe más que para dar entrada al elemento descriptivo. Ejemplo: Nuestro Padre San Daniel (1921).
Ramón Gómez de la Serna (1891-1963)
Convierte a la literatura en un juego lleno de incoherencias. Es aquí donde el autor alcanza su mayor aproximación al irracionalismo del arte de vanguardia. En sus obras da entrada a todas aquellas cosas que podemos considerar triviales, a través de una fértil imaginación y de un innegable sentido del humor. Escribió varias novelas libres, en las que el argumento es sustituido por digresiones sobre cualquier tema. Destaca Cinelândia (1923).
El Novecentismo: Ortega y Gasset
Los autores pertenecientes a este grupo presentan una sólida formación intelectual como consecuencia del interés que despiertan en ellos las aportaciones europeas concernientes a todos los ámbitos del saber.
José Ortega y Gasset (1883-1955)
Es una de las figuras más relevantes de la filosofía y del pensamiento español del siglo XX. Con él, el ensayo alcanza en España su máxima expresión. Ortega fue un profundo conocedor de las culturas francesa y alemana, y poseía una sólida formación clásica.
Dentro de su producción ensayística cabe distinguir dos etapas: en la primera, hasta 1915, muestra una clara intención literaria en su estilo; y en la segunda, presenta mayor contención en la forma.
Entre sus obras más importantes destacan: España invertebrada (1921), en la que expone su teoría sobre la decadencia española, libro que se convirtió en uno de los más importantes e influyentes del momento.
Otro ensayista significativo fue Eugenio D’Ors, que cultivó fundamentalmente la glosa, esbozo de un pequeño ensayo que surge a raíz de alguna anécdota o hecho de tema literario, artístico o político. Su primera obra: El Glosari (1906).
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