20 Nov

Corrientes Éticas II: Más Allá de la Felicidad

Hemos visto que existen corrientes éticas para las cuales la búsqueda de la felicidad es el motor fundamental de la actividad humana. Suelen ser éticas materiales que se presentan como un conjunto de preceptos cuyo cumplimiento nos lleva a la virtud y con ello a la felicidad. Pero no todas las corrientes éticas son así. Hay otros elementos, que aunque más impopulares, son de gran importancia para la humanidad, como es el caso del deber. Cuando tenemos que elegir entre varias posibilidades y no todas son iguales desde el punto de vista moral, encontramos que algunos de ellos se nos presentan como nuestro deber.

Tipos de Deber

  • Deber legal o jurídico: establecido en las leyes de un país y respaldado por el poder del Estado. Exige siempre su cumplimiento y la obligatoriedad es heterónoma. Para que se cumpla, se establecen sistemas de sanciones y amenazas.
  • Deber social: manifestado en costumbres no escritas que solemos cumplir los miembros de una determinada sociedad, como un saludo.
  • Deber religioso: recogido en las escrituras sagradas de cada religión, que se muestran como normas y mandamientos establecidos por una determinada confesión. Obliga en consecuencia a aquellos que practican realmente una determinada religión.
  • Deber profesional: implica el cumplimiento de un determinado código ético, adscrito a una determinada actividad laboral.
  • Deber moral: ha de ser autónomo, es decir, parte de la conciencia de cada uno y al mismo tiempo forma parte de un aprendizaje común de la humanidad.

La Tradición Kantiana

Inmanuel Kant y el Formalismo Moral

Inmanuel Kant es un autor de la época ilustrada (siglo XVIII) y escribió grandes obras filosóficas, al extremo de que en la historia de la filosofía hay un antes y un después de Kant. A su estilo ético y filosófico lo podemos denominar formalismo moral. Algunas de sus principales obras son Crítica de la razón práctica.

Kant da por sentado que todo ser humano busca la felicidad, para cuyo logro hace uso de una razón prudencial. Pero, como cada cual busca su felicidad de forma distinta, este tipo de razón no puede sino formular consejos para la felicidad.

Las personas tenemos conciencia de que debemos cumplir ciertas normas, nos hagan o no felices obedecerlas, y que no parten del exterior sino de una exigencia misma de nuestra conciencia. Nuestra propia razón nos da leyes sobre cómo comportarnos para ser personas auténticas. Por eso, esas leyes no prometen la felicidad a cambio, solo prometen la realización de la propia humanidad.

Modalidades Éticas según Kant

  • Imperativos hipotéticos: emiten consejos para la felicidad y solo nos llevan a una razón prudencial.
  • Imperativos categóricos: son exigencias de humanidad y buena voluntad.

Tradición Dialógica

La Ética Discursiva

Procede del diálogo (dos logos: dos palabras o diálogos). Resurge con fuerza en el siglo XX con la ética discursiva creada por Karl-Otto Apel y Jürgen Habermas. Ambos autores piensan que la ética kantiana es óptima, aunque tiene un defecto: considerar la racionalidad moral monológica cuando en realidad es «dialógica». Consideran que las personas no llegamos a la conclusión de unas normas o ley moral sino siempre a través del diálogo con los demás. Este diálogo ha de tener al menos dos exigencias ineludibles:

  • El principio de universalización: una norma será válida cuando todos los afectados por ella puedan aceptar libremente las consecuencias y efectos secundarios que se seguirán previsiblemente de su cumplimiento general para la satisfacción de los intereses de cada uno.
  • El principio de la ética del discurso: solo pueden pretender validez las normas que encuentran aceptación por parte de todos los afectados como participantes en un discurso práctico.

Por lo tanto, solo se declararán correctas las normas si todos los afectados por ellas están de acuerdo en darle su consentimiento, no porque satisfaga los intereses de unas mayorías o de un individuo, sino de los intereses universales.

No ha de tratarse de un pacto estratégico, en el que los interlocutores se instrumentalizan (se tratan como medios para otros fines), sino de un consenso o acuerdo comunicativo, que consiste en un diálogo serio.

El Test del Imperativo Categórico según Kant

Para saber que una norma es una ley moral dada por la razón y expresable como un imperativo categórico, Kant propone someter esta norma a un test de tres pasos:

1. Universalidad: es ley moral aquella que considera que deben cumplir todos los seres humanos.

2. Valer para una legislación universal en el reino de los fines: que pudieran convertirse en lugares juntos en los que las personas no se utilizaran mutuamente, sino que se consideren como un fin.

Formulaciones del Imperativo Categórico

  • Obrar solo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne en ley universal.
  • Obrar de tal modo que trates a la humanidad, siempre como un fin al mismo tiempo y nunca como un medio.
  • Obrar por máximas de un miembro legislador universal en un posible reino de los fines.

Todo ello desemboca en una moral realmente autónoma, que tiene al sujeto humano en el eje de referencia de su propia actividad y prácticas. Es autónomo quien no se rige por lo que le dicen, ni tampoco por sus apetencias o instintos, sino por un tipo de normas que cree deberían cumplir todas las personas.

Las Cinco Reglas del Discurso

  • Cualquier sujeto capaz de lenguaje y acción puede participar en el discurso.
  • Cualquiera puede problematizar cualquier afirmación.
  • Cualquiera puede expresar sus deseos y necesidades.
  • No puede impedirse a ningún hablante hacer valer sus derechos establecidos en las reglas anteriores.

Textos

Kant

La buena voluntad no es buena por lo que efectúe o realice, no es buena por la adecuación para alcanzar algún fin que nos hayamos propuesto; es buena solo por el querer; es decir, es buena por sí misma. Considerada por sí misma es, sin comparación, muchísimo más valiosa que todo lo que por medio de ella pudiéramos verificar en provecho o en gracia de alguna inclinación y, si se quiere, de la suma de todas las inclinaciones. Aun cuando por particulares enconos del azar o por la mezquindad de una naturaleza madrastra, le faltase por completo a esa voluntad la facultad de sacar adelante su propósito; si, a pesar de sus mayores esfuerzos, no pudiera llevar a cabo nada y solo quedase la buena voluntad -no desde luego como un mero deseo sino como el acopio de todos los medios que están en nuestro poder-, sería esa buena voluntad como una joya brillante por sí misma, como algo que por sí mismo posee su pleno valor. La utilidad o esterilidad no pueden ni añadir ni quitar nada a ese valor.

Inmanuel Kant, Metafísica de las costumbres.

Habermas

Lo que Habermas dice es que, para la fundamentación de los principios superiores, esto es, libertad e igualdad, las negociaciones deciden menos en la posición original que sus propias instituciones y conceptos básicos de construcción. Por lo tanto, Rawls introducirá en el procedimiento de fundamentación contenidos de orden normativo relacionados con el concepto de persona moral, incluyendo el concepto de colaboración equitativa entre los ciudadanos autónomos, lo cual precisaría una fundamentación previa. De aquí infiere Habermas el interés de Rawls en formular una concepción política y no metafísica de la justicia.

Javier Álvarez Perea, El colorante laicista.

Habermas

Si queremos dar cuenta de la presunta imparcialidad de los juicios morales y de la pretensión de validez categórica de las normas obligatorias, tenemos que separar la perspectiva horizontal, en la que se regulan las relaciones interpersonales, de la perspectiva vertical de los planes de vida individuales, poniendo en su propio terreno la respuesta de las cuestiones morales genuinas. La pregunta abstracta de qué sea de igual interés para todos sobrepasa la pregunta ética contextualizada de qué sea lo mejor para nosotros. La intuición de que las cuestiones de justicia surgen de una ampliación idealizante del planteamiento ético conserva, no obstante, su buen sentido.

Jürgen Habermas, La inclusión del otro.

Preguntas sobre el texto de Habermas

  1. Según Habermas, ¿qué hay que hacer para dar razón de la imparcialidad de los juicios morales?
  2. ¿Qué sucede con la pregunta sobre el interés común?

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