01 Mar
2. La Gran Guerra 1914-1918:
Los países que iniciaron la Primera Guerra Mundial pensaron que el conflicto se había corto y localizado. Pero la guerra que comenzó en Agosto de 1914 se caracterizó por su larga duración 4 años, porque implicó a todo el mundo y por la aparición de nuevas tácticas y técnicas bélicas.
2.1 Fuerzas enfrentadas y escenarios del conflicto:
En Agosto de 1914 estallaba la Gran Guerra, que enfrentó, de un lado a los Imperios Centrales y de otro a la Triple Entente. En el momento del estallido, las fuerzas terrestres de la Entente eran superiores desde un punto de vista numérico pero esta diferencia era ficticia. La posición estratégica de Alemania y Austria-Hungría en el centro de Europa favorecíó el movimiento de sus tropas, mientras que la entente y sus aliados estuvieron fragmentados en dos frentes sin comunicación terrestre posible. El ejército alemán superaba claramente al francés en artillería pesada de campaña y vehículos automóviles, sin embargo, existía un relativo equilibrio armamentístico entre los dos bloques. Por lo que se refiere a las fuerzas navales, los países de la entente y sobre todo Reino Unido, fueron dominantes. Ello condujo a los alemanes a la guerra submarina como única forma de contrarrestar la superioridad naval británica y francesa. Los dos bloques buscaron a lo largo de la guerra nuevos aliados, lo que significó la mundialización del conflicto. En la guerra participaron 14 países europeos con sus respectivas colonias, que se entendían por cinco continentes, más Japón y Estados Unidos. Fue la primera vez que una guerra afecto a un territorio tan amplio y ello influyó decisivamente en la prolongación del conflicto.
2.2 Carácterísticas de la guerra:
La guerra de 1914-1918 fue la primera guerra total de la Edad Contemporánea en la que se utilizaron todos los recursos humanos, económicos y técnicos de los países contendientes. Se movilizaron casi 70 millones de soldados. Los avances técnicos industriales del último tercio del Siglo XIX se pusieron al servicio de la fabricación de un armamento moderno y mortífero. En todos los países beligerantes se impuso una economía de guerra dirigida por los estados. La industria se centró en cada país en abastecer de armas y municiones del ejército; mientras que la población civil sufríó razonamiento y penurias. Por otra parte, la elevada movilización de soldados para la guerra obligó a acudir a las mujeres para el trabajo en las industrias y otros sectores tradicionalmente masculinos. Para obtener recursos con los que sufragar los elevados gastos militares, los gobiernos recurrieron a la emisión de la deuda pública y a los préstamos del exterior. Otra carácterística de este conflicto fue lo uso de la propaganda para inflamar el patriotismo y estimular las resistencias de la población civil y de los soldados, y para minar la moral del enemigo.
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